Al salir del trabajo, la pude ver a Lindsay en la puerta del instituto, suspire con fastidio, no estaba de buen ánimos por el no haber dormido bien, pero no podía dejar de pensar cual era el secreto de aquel mocoso.
La curiosidad era más fuerte.
- ¿Vamos? - me pregunto una vez estuve al lado suyo, asentí con una sonrisa forzada que ella quiero creer no noto y nos fuimos hasta el estacionamiento del instituto donde ella tenía su auto - ¿A dónde podemos ir? - me pregunto una vez estuvimos dentro de su auto.
- Hace mucho que no estoy acá, así que mejor elegí vos - le dije con tranquilidad, a lo que ella sonrío y asintió. Era mentira, si sabía de los lugares que había, pero no tenía ganas de pensar.
Después de andar por unos largos minutos en auto, llegamos a un comedor que se llama "Untitled". Estacionamos a unas cuadras del lugar porque no conseguíamos estacionamiento, cosa común a estas horas del día.
No hablamos en todo el camino, miento, ella habló, yo solo asentía y le sonreía, aunque en realidad no le estaba prestando mucha atención. Pedimos una mesa y nos dieron una que estaba a un costado, con una gran ventana que daba a la calle.
- Entonces... - dije por primera vez, a lo que ella me miro intrigada - ¿Por qué tanta lastima hacia el alumno Iero? - pregunté, tratando de sonar como un profesor preocupado por su alumno.
- Por dónde empezar... - dijo la chica con una gran sonrisa - Bueno, desde el comienzo creo que sería lo mejor, Frank, por lo que escuche - suena a típica vieja chusma del barrio - Su madre falleció en el parto después de tenerlo, el padre de Frank en sus tiempos era un músico que puso una discográfica, gracias a ello gana mucho dinero - dijo con una gran sonrisa, a lo que yo asentí, eso explica por qué me era tan familiar su apellido - el Señor Iero vive de junta en junta, muy rara vez estaba en su casa, y creo que sigue siendo igual, aun después de lo que le paso a su hijo - su mirada descendió tras decir eso y se podía notar un poco de enojo en su voz - Ese pobre chico... -susurro.
- ¿Qué fue lo que paso? - le pregunte antes que siguiera dando vueltas, me estaba cansando que no fuera al grano.
- Bueno, veras...
- Disculpen, ¿qué van a ordenar? - pregunto un mozo al lado nuestro lo que me hizo suspira con fastidio, cosa que no pasó desapercibida para nadie.
- Déjame ver - dije, agarrando la carta con el menú, mire un poco y nada se me apetecía en realidad - Pollo con salsa blanca y ensalada - conteste cerrando la carta y dejándola a un lado de la mesa.
- Lo mismo - dijo Lindsay con una gran sonrisa - tenemos un gusto muy parecido - le sonreí por cortesía nada más, sabia a donde quería llegar con esto y honestamente prefiero que me lo digan a que den vueltas, pero preferí seguir si juego.
- ¿Y para tomar? - pregunto el mozo, mientras agarraba las cartas.
- Cerveza - conteste con una sonrisa, nada mejor que tomar cerveza, aunque quizás un vino blanco hubiera sido mejor.
- Yo prefiero agua, muchas gracias - dijo la chica con una sonrisa al mozo, este asintió y se fue caminando.
- Bueno Linz - dije con una sonrisa en los labios, mientras me le quedaba mirando a lo que ella se sonrojo - ¿puedes seguir con lo que me decías?
- Ah... si - dijo, sin mirarme, aun con las mejillas coloradas - Hace unos años, el profesor de guitarra de Frank se suicidó enfrente de él - dijo la mujer, aun mirando sus piernas, como si fueran un mundo distinto.
- ¿Qué? - pregunte confundido, creyendo haber oído mal, ella me miro un poco tímida y volvió la vista a sus piernas - ¿Por qué?
- No le digas a nadie que yo te conté, ya que es un tema algo tabú - dijo la mujer, mientras juntaba sus manos en forma de súplica - veras, el profesor de guitarra de Frank parece que se había enamorado de él, siempre que salía de la escuela lo buscaba con la guitarra colgando. Este había sido su profesor desde siempre, por lo que nadie sospecho que algo así podría suceder, parecía un hombre tan bueno - dijo, mirando el suelo, mientras negaba con la cabeza.
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Un Corazón Puro - Frerard
FanfictionGerard es un simple profesor de arte que cree en el "amor humanos", como él le dice. Un día un chico que vive en su mismo edificio lo ve besando a otro chico y Gerard se le queda mirando. Grande es la sorpresa cuando se entera que es su alumno en...