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Generalmente no estaba acostumbrado a pedir disculpas, en su vida social. Perotan pronto como vio los ojos de Dosun y su tez pálida, pensó que debería decirque lo sentía. Luego, escuchó dentro de sí mismo, la idea de querer llorar.También se culpaba por alzar la voz, para demostrar su molestia. Incluso, almantener su arrepentimiento, este se mezcló con la culpa. 

—En serio. Lo siento mucho. 

Heerak acarició el área alrededor de su hombro, que estaba ligeramente apretada.Sintió que era por los nervios. Mientras la mano continuaba, percibió como loshombros de Dosun se pusieron rígidos, poco a poco. Quizás, el contactorepentino causaba tensión y vergüenza a la otra persona. Aunque pensaba de esemodo, no pudo apartar sus manos. Incluso pensó, que quería seguiracariciándolo, hasta que sus hombros se suavizaran. 

Heerak se rió en secreto. 

En ese momento, sintió un cosquilleo un poco similar, a cuando tocó su mano.Los altibajos emocionales eran bastante severos. Y todo por esta persona. 

Después de una irritación creciente, se sentía aislado. Era una sensación de calmaque sentía por primera vez, como de pasar el tiempo con alguien, de ir y venir,incluso si no había emociones envueltas. Eso también era bastante impactante. 

Como el ambiente se transformó, era imposible seguir con la conversación, detodos modos.Los dos se pusieron de pie. Dosun parecía querer volver a Hodie a trabajar. Porsupuesto, Heerak respondió con las palabras: —Voy a llevarlo a su casa.— Apesar de haber escuchado esas palabras, él asintió. Parecía que al final, Dosunestaba convencido, de no poder refutar, la actitud altiva del CEO. 

—Ah. 

Cuando estaba a punto de abandonar la sala privada, sin querer se quedó mirandola mesa. Además, el teléfono de Dosun comenzó a sonar. 

—Jaja. 

Se rió en voz alta. Se sentía como un loco, pero la otra persona parecía estarigual. Sosteniendo su teléfono celular en la mano, se dio la vuelta. Su espalda,fue inmediatamente visible.La mirada de Heerak se fijó en ella brevemente. Fue posible para él, superponerla espalda que vio ese día, a la que estaba enfrente, al verla más de cerca.

—Dosun-ssi. 

Heerak extendió la mano y sostuvo su muñeca ligeramente. Sintió una ligeravibración en su palma. El hombre, que se puso completamente rígido, cuando sesorprendió por el repentino contacto, levantó lentamente la cabeza. Heerak alzóla vista hacia la nuca y lo miró a los ojos.

 —¿Director? 

—De repente se me ha ocurrido algo, y quiero preguntarle. 

—Sí.—Ese día ocultó su rostro. ¿Por qué hizo eso?Si recibía una respuesta como "Me daba vergüenza" o "Tenía pena con usted",volvería a enfurecerse. Si la voz que lamentaba, no haber podido escuchar esedía, le daba esa respuesta, no sabría lo que haría. 

Pero Dosun, era un hombre, realmente impredecible.La respuesta, fue un poco diferente de lo que esperaba. 

—No sé cómo explicarlo. Pero me sentí culpable y también estaba ansioso.

—¿Ansioso? ¿Culpable? 

Heerak enumeró las palabras que escuchó, con una voz neutra. 

—Sentí que estaba medio soñando ese día. Entonces, si hacía contacto visual conel Director, la situación... ... sentí que todo terminaría. También me sentículpable por no poder rechazarlo, por mi codicia momentánea. ... ... Creo que secruzaron muchospensamientos. Mientras estaba tan confundido, el hacer contacto visual conusted, se me hizo muy difícil. 

La voz que seguía hablando era muy seca. Era más como una voz endurecida porla tensión, que una voz creada por la franqueza. Hubo un suspiro, que se escapóen el medio, un ligero temblor que distorsionó su tono. 

Al escuchar su voz. Incluso, él podía entenderlo.Él sonrió en silencio.Escuchando la voz de alguien, sílaba a sílaba, y tratando de descubrir cómo sesentía esa persona. Era tan extraño, que era casi espeluznante.

—No es una historia muy agradable.

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