DESTINOS CRUZADOS

Capitulo 2- Ayuda mutua

HOLA... si encuentran una falta de ortografía, por favor háganmela saber, por escribir rapido, se me pasa alguna

Esas palabras, me llegaron al corazón, pensarían que estoy mal por emocionarme porque un desconocido me dijo eso. Pero cuando has tenido una vida difícil y con muy pocas personas que te ayuden, este tipo de comentarios, son como un alivio, aunque no me fiaba del todo, le agradecí el gesto.

-Gracias, esta bien solo por que realmente no me quiero dormir con el estómago vacío- bromee para aliviar la tensión, no dijo nada y me dio un asentimiento.

Eran las 6 de la mañana y sonaba la alarma,  sentí que no dormí nada, bueno en realidad no dormí nada, me quedé en el suelo, el chico de los golpes, insistió en que no, pero no contaba que era más terca que él.

¡¡¡DIOS!!!- dije con ganas de seguir durmiendo, pero no me daba el gusto de quedarme mas tiempo, tenia que caminar era ahora o nunca, me levante y veo hacia mi cama, William no estaba ahí, iba a la cocina, cuando escuche la puerta del baño, estaba el si que era guapo, el cabello  mojado, ese olor a limpio, y colonia que se puso. –Peter le trajo cosas personales- dios este hombre de donde salió.

¿-porque estas despierta tan temprano? - me volteo a ver

-Tengo que caminar dos horas y si no me apuro llego tarde- sonrió y se acerco a la cama se puso su camisa de botones, era totalmente otro, su cabello ondulado lo tenia en la cara, se coloco su saco, todo hecho a la medida, sus ojos marrones, me vieron y sonrió., sus golpes aún están presentes, pero con los medicamentos que le trajeron está cediendo la inflamación.

-Ya no-, me dijo- Peter vendrá a ponerme al tanto de todo y el chofer te llevara hasta la escuela y no acepto un no como respuesta, te dije que estaba agradecido con lo que hiciste por mi y es lo menos que puedo hacer –

Veo la hora, eran 6 y media, no llegare a tiempo, aun me bañare. No tuve mas que aceptar, por lo menos esta vez.

Sali a las 8 de mi casa, por primera vez en mucho tiempo, no iba corriendo, desayune una malteada y unos pancakes, el chofer estaba afuera del edificio viejo en el que vivía, cuando vi el carro que me llevaría a la escuela, me quede con la boca abierta, era una camioneta negra, enorme, como las del presidente. Leí el nombre ESCALADE. Nunca imagine que me subiría una sí, pero bueno aquí vamos.

Una cuadra antes le dije al chofer que me dejara aquí, no quería que me vieran bajar de una camioneta así, a mis 24 años solo me había subido al transporte publico y eso algunas veces muy pocas en taxi con cori.

Aquí esta bien- le dije al chofer.

-Señorita, tengo indicaciones de dejarla en la puerta, por favor no quiero perder mi trabajo por desobedecer al señor-. Me dijo nervioso.

-William, no se va a enterar, no le diré nada- cuando escucho que lo llame por su nombre me miro con el ceño fruncido, ¿que tendrá de malo que lo llamen por su nombre?