- DIAMOND - || Alice in borderland. [terminada]

005- quiéreme

Kuta, soy yo.

—¿Estas bien Arisu? — le pregunté, y él se limitó en llorar. Usagi y yo alcanzamos a escuchar como sus tripas rugían, tenía hambre. —Ven con nosotros.
—No, gracias. — Solté un bufido mientras tomaba a Arisu por los brazos, haciendo que se parara.
—No es pregunta, ven con nosotros. — Lo mire a los ojos tratando de convencerlo, y funcionó.
Puse su brazo en mi nombro, y Usagi hizo lo mismo.
Lo llevamos hasta donde estábamos, le di un poco de ropa que yo había tomado del centro comercial.
Se quito la suya, la cual estaba adornada con gotas de sangre y suciedad.

Asqueroso, pero quien soy yo para juzgar.

Intenté hablar con Arisu pero no pude, se veía tan débil en esa situación. Y me estaba imaginando lo peor al ver que no estaba acompañado de su amigo Karube y Chota.

"Tal vez pelearon."
Me obligue a pensar en esa posibilidad.

Usagi salió del lugar diciendo que iba a ir a farmacias para conseguir vendas, gasas y otras cosas, dijo que después iba a checar a Arisu para ver si no estaba herido.
Me dejo solo con él.

Mis ojos cayeron en Arisu, había terminado de comer y tenía una cara de pocos amigos.
Se dio cuenta de mi mirada, porque la suya cayó en mi. En lugar de quitar mis ojos de él, lo interrogue.

—¿Donde están tus amigos? — Fue una mala pregunta, pero la curiosidad me estaba matando.

Metí la pata. Soy idiota, idiota, idiota, idiota.

Y lo supe porque Arisu empezó a llorar. Ahí lo entendí todo.

Juego de corazones, tal vez.

—Oh, lo siento, no quise hacerte llorar. — me disculpe acercándome a él.
—No te preocupes. — Tenía su voz entrecortada, estaba intentando dejar de llorar.
—Llorar nos hace sentir bien en muchas ocasiones. — Arisu me miro con sus ojos cristalizados, los cuales poco a poco empezaron a soltar lágrimas, y con eso empezó a ponerse rojo.
No supe que hacer, nunca aprendí a consolar.

Le di un abrazo.

Lo envolví en mis brazos, dándole a entender que tenía mi apoyo. Él reposó su cabeza en mi hombro y empezó a llorar más. Puso sus manos en mi espalda, arrugando mi sudadera.
Duro tiempo así, hasta que poco a poco pudo calmarse. Había terminado de llorar.
-¿Ya mejor? — le pregunté poniendo mis manos en sus hombros. Él hizo un "sí" con su cabeza.
Nos quedamos en silencio, de igual forma no tenia nada bueno que decir, le di una botella de agua y él la acepto. Nos sentamos juntos, recargando nuestra espalda en la pared que estaba detrás de nosotros.
Estuvimos rato así, había tranquilidad. Pero Arisu la arruino haciéndome preguntas.

—¿Cómo era tu vida antes de quedar atrapado aquí? — Me miro después de preguntarme eso, yo me quede pensando en una respuesta.
—Era aburrida, vivía solo y me la pasaba en la universidad. — Estaba con mi mirada en el suelo, mientras jugaba con la botella de agua.
—Wow, eres independiente. — Dijo sonriendo.
—Fue a la fuerza, ya sabes. De esas veces en las cuales no te llevas bien con tus padres y decides salir de ahí. — Lo mire; sus ojos estaban analizándome. Su mirada me recordó a Chishiya, aunque la de Arisu no me intimidaba.
—Oh, entiendo. Yo tenía mala relación con mi familia pero nunca pude vivir solo. — Sus palabras me causaron gracia, me limité a sonreír y hacer movimientos involuntarios con mi cabeza, de arriba hacia abajo.
—Yo tenía buena relación con mis papás y mi hermano. Pero todo cambio en poco tiempo. —Dude en decirlo, pero que más da. En algún momento voy a morir.

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⚠️- homofobia.

—Madre, solo te pido que me trates igual. — le dije mientras mis brazos pasaban por mi pelo café, mis ojos estaban llenos de lágrimas. —No le digas a papá. —Le supliqué.

Y lo hizo, ese mismo día llegó mi padre furioso del trabajo, yo estaba en la cocina comiendo un cereal.
Solo recuerdo cuando mi padre tiro el plato de comida, el sonido retumbó por toda la casa.
Mi hermano estaba ahí, estaba igual de confundido que yo.

Y entendí todo. Mamá le había dicho.

—No quiero "mujercitas"  en mi hogar. — La voz de mi padre estaba llena de decepción. Ni siquiera me di el lujo de explicarle, me limité a rogar para que nada cambiara.
—sígueme queriendo. — supliqué mirándolo a los ojos. Porque es lo único que sabía hacer, suplicar y rogar para que las personas no cambien conmigo, para que me traten como siempre.

Mi padre me dio una bofetada después de que dijera eso. Yo dirigí mi mano a mi mejilla, estaba temblando de miedo.

Se limitó a salir de la cocina, me dejo ahí. Mi mamá estaba paralizada, no hizo nada para defenderme.

Subí a la habitación, no sé cuanto tiempo dure ahí encerrado. Estaba llorando cuando mi hermano entró.

—¿Se puede saber que mierda pasó? — me pregunto
—Le dije a mamá que me gustan hombres y mujeres. Y le dijo a papá. — mi hermano me miró.

Nunca hablábamos de ese tipo de cosas, y tenía miedo.

El enojo y desacuerdo de papá duro solo una semana, después me hablaba como si nada.
Pero jamás volvió a ser lo mismo. Varias veces mi mamá me dijo que cambiara, que fuera "normal"

¿Soy diferente?

Podía tolerar todo lo que me decían, hasta que escuche a mi hermano hablar con su amigo.

"No, ese maricón no es mi hermano"

Me estaba negando. Y eso fue lo que más me afecto, nosotros éramos unidos antes de que se supiera mi orientación sexual.

Y me cansé, porque no cometí ningún delito y me trataban como un criminal, porque me trataban diferente. Porque me juzgaban.

Me salí de casa. Fue difícil pero un amigo me acepto en su hogar. Fue un infierno.

Me besaba cada que quería, y a la hora que quería. Pero era claro que no me quería para algo serio.

Empecé a trabajar después de la escuela, y pude rentar un departamento. Después de eso mi hermano me contacto pidiéndome perdón por lo que había dicho de mi.

Solo tenía contacto con él, antes de terminar aquí.
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Le conté a Arisu todo lo que había pasado con mi familia; parecía sorprendido.
—Lo siento mucho, supongo que fue difícil. — me intentó animar.
—No pasa nada. Ya todo pasó.
—¿Sigues hablando con ese amigo? — se ánimo a preguntar.
—Sí, terminó pidiéndome perdón. — Mire como movió la boca, estando en desacuerdo con lo que le conteste.
—No debes perdonar a todos, Kuta. — Dijo Usagi mientras ponía las bolsas en el suelo. ¿Había escuchado la conversación?
— Chismosa. — le reproche.
—No quería interrumpir y lo escuche desde afuera. Tu familia es una mierda. — Le di una sonrisa que salió inconscientemente de mi.
—Son buenas personas. — Asegure
—Si lo fueran no te hubieran hecho eso. — Arisu dijo eso dudando, yo solo moví la cabeza, dándole la razón.

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Eaaaa, otro capítulo porq el pasado fue un asco
Ya tenía ganas de contar el pasado de Kuta, ¿Qué tal?

Les dejo un Kuta pensativo: