- DIAMOND - || Alice in borderland. [terminada]

001 - reyes

Lo único que recuerdo es haber estado corriendo de un hombre vestido de negro.

—

GAME!

—

— ¿Creen que sea difícil? — pregunté para liberar la tensión entre todos los presentes.
— Lo normal, Kuta. — Me respondió Chishiya, ignore completamente sus palabras, y pareció haberlo notado.

y en eso vimos a un hombre disparando a lo loco.

— ¡Corran! — Gritó Arisu y todos obedecimos, corrimos tan rápido como podíamos, intentamos refugiarnos en varios lugares, como atrás de carros, dentro de tiendas, pero era imposible.
— Ten, será tu amuleto de la suerte. — Escuche a Chishiya, le había dado una bomba casera a Kuina, me limité a verlo mientras Kuina le agradecía por ese amable gesto. Escuchamos disparos cerca de nosotros, entonces corrimos y terminamos atrás de un pequeño edificio, pero era claro que no nos podíamos quedar en ese lugar.
— Vengan, apúrense en subir. — Nos gritó Ann, estaba montada en un carro que resaltaba por su color negro, era un carro algo viejo.
No lo pensamos ni dos veces, varios de nosotros estaban apresurados en subir a ese carro.

Supongo que fue su instinto de supervivencia.

Fui el último en subir al carro, y digo "último" porque el idiota de Chishiya no subió. Lo mire alejarse del lugar cuando escucho disparos, no me dio tiempo de ver para que lugar había ido gracias a que Ann le dio al acelerador con todas sus ganas.
Sentí un pequeño jalón gracias a la velocidad del carro.

— ¡Ey! ¿qué carajos pasara con Chishiya? — Pregunté desesperado.
— Nada, se quedó y no podemos hacer nada por
él. — Dijo Ann, notó mi desacuerdo pues intentó calmar la situación. — Chishiya es un chico listo Kuta, estará bien. — Kuina se miraba igual de preocupada que yo.

Chishiya era un idiota.

Deje mis pensamientos de lado pues vimos como todo el lugar era un caos, personas corriendo de un lado para otro intentando sobrevivir de aquel hombre.

— Supongo que los juegos serán más complicados. — Dije mientras mi cuerpo se inclinaba ligeramente gracias al carro.
— ¿Por qué lo dices? — Me preguntó Arisu.
— ¿No viste las cartas? Ahora hay un rey jugando con nosotros. — Le respondí pero no tuvo tiempo para contestar porque el hombre negro nos siguió en un carro, y empezó a dispararnos. Ann intento esquivarlo pero fue inútil. Nuestro carro se volteo y tuvimos que salir de ahí, no pasó mucho pues el hombre estaba concentrado matando a otras personas.
Empezamos a correr y yo iba a la par de Ann, vimos a una mujer casi agonizando. Intentamos levantarla pero fue caso perdido, se notaba desesperada.

— ¡No, no puedo, ya no! — Dijo la mujer mientras lloraba.
— Si te quedas morirás aquí. — Le dijo Ann.
— Exacto, y eso no es muy agradable. — Agregue, supongo que fue una mala idea decirle eso, pues ignoro mis palabras totalmente.
— ¡Pero si sigo luchando habrá más juegos! — Gritó mientras forcejeaba con Ann. — ¡Ya no puedo hacerlo! — Vimos como su cuerpo recibía varias balas, terminó cayendo al suelo. Ann y yo nos apresuramos en correr pues vimos como el hombre estaba cerca
— ¿Estás bien Ann? — Le pregunté mientras intentaba respirar bien.
— Por supuesto, Kuta. — No me pudo devolver la pregunta pues el hombre volvió a disparar, corrí dejando atrás a Ann, y terminé encontrando a mis amigos.

— ¡Chicos, deje atrás a Ann! — Grité mientras lloraba, Arisu me abrazo y me limite en poner mi cabeza en su hombro, buscando un poco de afecto.