3.

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Ya era la hora del almuerzo. Elegí una mesa alejada de la mayoría de estudiantes para poder estudiar tranquila.

Tenía que estudiar todo sobre los efectos primarios y secundarios que nos podría dar el alcohol a los más jóvenes.

Obviamente, éste tema no salió así porque si. No era un tema que tengamos que dar en ciencias, pero como varios alumnos tuvieron problemas con el tema del alcohol recientemente, estamos obligados a tenerlo.

Yo no tuve nada que ver con eso. Todo pasó en una fiesta que hicieron-la cuál no se les ocurrió invitarme-, y como yo no fuí, no estuve involucrada en el tema, pero de igual manera lo tuve que tener.

Subrayé con color verde fluorescente todo lo que tenía que estudiar, y luego lo pasé en hoja aparte.






-Coma alcohólico volumétrico, adicciónes, dependen... -ya pasaba rato leyendo lo mismo. Gran parte de lo que leí se me había quedado en la cabeza, pero necesitaba saberlo todo-. Dios... -susurré, ya cansada de estudiar, para después apoyar mi cabeza encima de las hojas.

-Es agotador -dice una voz femenina, mientras se sentaba a mí lado-, y más si estudias dos días antes.

Levanto mi cabeza, permitiendome ver a Donna inspeccionando mis hojas.

-Tienes linda letra -me alaga, yo asiento.

-Necesito terminar de estudiar en otro momento -le digo-, no creo poder seguir estudiando ahora.

Donna frunce el ceño-Si que puedes. Solo necesitas ayuda.

Suelta las hojas de su mano y me las deja en frente mío.

-¿Me vas a ayudar? -le pregunto. Ella asiente.

-Por supuesto -me responde, acomodándose en el asiento-, amo estudiar con compañía.


Donna y yo nos pasamos todo el almuerzo estudiando. Me quedo algo guardado en la mente-o todo, creo yo-, por lo cual me sentí afortunada de que Donna me haya encontrado estudiando.

Ahora estábamos caminando después de la clase de matemática. Donna y yo nos habíamos llevado bien con tan solo estudiar. Me cayó bien que haya querido ayudarme con el estudio, por eso las dos nos quedamos hablando después de la clase.

-¿A dónde estamos yendo? -le pregunto a Donna. Estábamos caminando, pero no tenía idea de a dónde.

-Hacia la cancha de BaseBall -responde Donna, sonriendo.

-¿Qué? ¿Había partido y no me enteré? -pregunté con un tono de sorpresa, lo cual le causó gracia a Donna.

-No -dice-, pero hoy hay practica para el grupo de NorthDenver.

-Ah... -exclamo, ese es el equipo de Bruce.

Nos adentramos a la cancha lentamente, y nos sentamos en uno de los asientos que habían. Le dije a Donna que nos sentaramos en el primero que viéramos, pero no quiso ya que quería ver la práctica de cerca.

Nos sentamos viendo cómo el equipo calentaba. No sé que era lo que le veía de divertido ver cómo practica un equipo de BaseBall, Donna ni siquiera juega al BaseBall.

Nos quedamos un rato viendo las técnicas que hacían para practicar. Eran parecidas a las de mi equipo, solo que sus técnicas eran más básicas.

-Donna -la llamo, la chica gira su cabeza para verme mejor-, ¿Por qué te interesa la práctica de BaseBall? Tú ni siquiera juegas.

Veo como se queda pensando un momento.

-¿Estás interesada en entrar a un equipo? En éste no creo que debas, algunos se hacen los graciosos.

See U Later, Bruce YamadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora