See U Later, Bruce Yamada

11.

Se me ocurrió la mejor idea que se me pudo haber ocurrido en todo este tiempo.

Estaba en plena clase de historia, y el profesor explicaba un tema del cuál deje de oír cuando una idea se me pasó por la mente.

Bruce ya había desaparecido hace dos días. Louis estaba deprimido, Winston también pero intentaba ocultarlo para que el grupo siga igual de unido que siempre, y yo... Solo pensaba en como estaría Bruce ahora, o que estaría haciendo. Me estresaba la idea de pensar que quizás ya estaba muerto y que jamás lo iba a volver a ver, pero siempre evitaba esa posibilidad.

Porque si, era una posibilidad, pero no era tan grande las probabilidades de que eso haya sucedido, ¿No?

No importa, necesito contar lo que quiero hacer. Más bien, lo voy a hacer de una. No quiero que venga gente a opinar antes de que lo haga y a desilusionar mi plan A.

Levanté la mano mientras mi profesor explicaba. Exactamente tres segundos después, el profesor clavó su vista en mí y me preguntó que ocurría.

—¿Puedo ir al baño un momento? —pregunté. Quise sonar lo más educada posible para que si me dejara, porque si no lo hacia, no había plan. Ni A, ni B.

El profesor asintió suavemente dándome permiso, cosa que me hizo sonreír—Pero que sea rápido —me ordenó. No contesté y salí del salón de una vez por todas.

Empecé a caminar rápido para no perder tiempo y que el profesor o algún compañero tenga que ir al baño para ver qué estaba haciendo y que tenga que darse cuenta de qué no me encontraba allí. Básicamente, de que había mentido.

Tranquilamente, esto en vez de un "plan" pudiese haber sido algún encuentro normal. Lo pudiese haber hecho en la hora del almuerzo y ahí no tendría posibilidades de que me castiguen. Pero como soy un poco ansiosa, tuve que arriesgarme a esto.

Escuché varios pasos rápidos acercándose hacia donde estaba yo y de inmediato los reconocí. Dejé de caminar rápido y metí mis manos en los bolsillos de mi campera, solo para ser más disimulada.

Me crucé a la directora la cuál caminaba apurada con una carpeta de color amarillo en las manos. Ella me vió y por un momento pensé que me iba a preguntar que hacía fuera del salón, pero sin embargo, solo se limitó a sonreír y a saludarme con un "Buenos días".

Llegué al punto en dónde quería llegar y me encontré con la misma chica de cabello castaño de siempre, Gwen.

Ésta estaba anotando algo en una hoja rayada y su pelo llegaba a casi tocar la silla. Se echó un mechón de pelo detrás de la oreja y levantó la mirada hacia el pizarrón. Se ve que ella si prestaba atención a las clases que tenía.

Aproveché que ella estaba mirando hacia el frente para empezar a hacerle señas, me acerqué más hacia la ventana y noté como su compañera de banco le tocaba el hombro mientras me miraba fijo. Gwen no me había notado, pero su compañera de banco sí, así que algo era.

La compañera de Gwen me señaló sigilosamente para que su maestra no las viera, y la mirada de Gwen se centró en mí. Le hice una seña para que venga a afuera y ella asintió.

Me senté en el suelo a esperar que la dejen salir y minutos después, la puerta se abrió, permitiendome ver a Gwen saliendo de su salón.

—Hola —la saludé en cuanto llego hasta mí, ella me respondió con el mismo saludo antes de que empezaramos a caminar—, necesito hablar contigo. Es importante.

Gwen me inspeccionó de arriba a abajo con la mirada, no de mala manera, sino como muestra de confusión.

—Vamos al patio y te explico —le digo, ella asintió y ambas comenzamos a caminar al patio. No teníamos mucho tiempo, así que a la mitad del camino empezamos a correr.