21.

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Tres semanas después

 

Ambos lo esperaban. Bruce y Finney, con ayuda del teléfono y los desaparecidos habían llegado a un plan para poder acabar con él.

Para poder acabar con el raptor.

Finney echó un vistazo en la ventana, llovía y el cielo estaba gris. Bruce llenaba el teléfono de tierra como Robin les había dicho.

Estuvieron dando vueltas por la habitación mientras esperaban que llegara, y ahí harían todo.

Vueltas, y vueltas.

Hasta que llegó.

La luz se encendió captando la atención de ambos chicos. Ellos se miraron preparandose, Finney tomó el teléfono apretandolo y Bruce solo quedó junto a él.

La puerta se abrió, muertos de miedo miraron fijamente hacia ella esperando a que el salga. Pero ningún psicópata con mascara apareció, sino un tipo común y corriente en pijama. Tenía el pelo largo y pelinegro, y al verlos a ambos adolescentes ahí, abrió la boca sorprendido tomando aire.

—¡No puede ser! —dijo, arrastrando las palabras—. Sabía que me ocultaba algo, pero, ¿esto? Con razón estaba tan tenso en la mañana.

—¡Dejenos salír, por favor! —suplicó Finney—. Llame a mi hermana, a mi padre, a quien sea. Saquenos de aquí.

—Sí, claro, lo haré —dijo con obviedad. ¿Qué más se podía hacer si se encontraba a dos chicos desaparecidos?—. Oh, ¿Quieren escuchar la historia de como los encontré?

Ambos chicos negaron desesperados ante la ignorancia del jóven. Bruce estaba a punto de acercarse hacia él para que los deje salír pero la puerta se abrió de par en par y la figura terrorífica del raptor se encontraba justo detras de su hermano.

Antes de que pudieran gritarle que el enmascarado se encontraba detrás de él, el raptor le enterró el hacha que llevaba en la cabeza. Los dos chicos gritaron asustados ante la escena, mientras el pelinegro caía al suelo con la sangre desparramandose.

El raptor dió unos cuantos pasos acercandose a ellos—Miren lo que me hicieron hacer... Me hicieron matar a mi propio hermano —dijo, tratando de imitar una voz que diera lastima. Pero él no daba lastima, ni aunque quisiera—. Sí, él era un idiota. Pero era mi idiota —Finney y Bruce se miraron con miedo luego de que el raptor suspirara—. Lo tendré que enterrar junto a los demás, ahora si podrá a encontrar a los niños desaparecidos.

Rió de una manera cínica ante el chiste negro que acababa de hacer mientras quitaba el hacha de su cabeza. Caminó con ella haciendo que Bruce retrocediera.

—¿Qué hacen con el teléfono? ¡Les he dicho que no sirve! —gritó, mirando a Finney—. Por lo general, uso un cuchillo... —citó jugando con el hacha. Los apuntó con esta y continuó—: Pero ustedes son un par, así que tuve que elegír algo más grande. ¡Samson!

El perro del raptor apareció bajando por las escaleras. Daba miedo al igual que su dueño, que lo ató a la pared para que no haga nada antes de tiempo. Miró a los chicos por unos segundos antes de correr hacia Finney, hizo ademán de clavarle el hacha pero el chico fue más rápido y lo esquivó pasandole por debajo. Bruce lo siguió por detrás, escapando del raptor.

See U Later, Bruce YamadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora