Sentí un dolor raro en el pecho, pesé a nuestra relación era mi padre y no quería que le pasará algo –pero ¿cómo? ¿Había alguien con él?
-Dos compañeros, están heridos, han movilizado a otros, no han pedido rescate, pero están pendientes.
-Tenemos que salir y hacer algo- me levanté dispuesta a hacer algo, el extraño me detuvo del brazo, su mano lo abarcaba por completo -no vamos a hacer nada, tu padre fue muy específico cuando dijo que no saldríamos.
-Mi padre no está, creo que podemos olvidar esa regla- forcejeé pero solo logre que apretará con más fuerza –escucha, no vas a hacer nada, harás lo que yo diga hasta que tengamos noticias de él ¿te ha quedado claro?- su voz sonó como una orden.
-No, y ya suélteme, me lastima- ignoró mi dolor y apretó con más fuerza, solté un pequeño quejido -y te voy a lastimar en serio si sigues comportándote así.
Pese al dolor, seguí intentando zafarme, sin éxito, desesperado esta vez me tomo por los hombros y me alzo para sentarme sobre la isla, lo hizo con tanta facilidad como si no le hubiera representado ningún esfuerzo mantenerme quieta, me tomo ambos brazos para que no pudiera moverme y acerco mucho su rostro al mío, intentaba intimidarme –dime, si sales de aquí ¿Qué carajos piensas hacer? A lo mejor tienes un súper plan para localizar a tu padre.
-Eh..., yo...- no tenía ningún plan.
-Vamos, dilo, si tantas ganas tienes de salir pienso que ¿ya sabes a quien contactar? ¿a que personas movilizar, las cuentas que hay que pagar? ¿quién esta comprado por tu padre y cuáles son sus enemigos?, vamos, quizás tienes información valiosa que se pueda usar.
Me mordí los labios, el extraño tenía razón, no tenía nada, tartamudeando dije –no-no, no lo sé.
-¡No conoces nada de este mundo, no sobrevivirás fuera ni un día!, así que no te quieras hacer la lista y obedece, te quedas aquí hasta que sepamos algo. Todo tiene una razón así que no te esfuerces por comprender algo que nunca entenderás.
Al fin me soltó y se hizo a un lado, sentí los brazos adoloridos. Se dio la vuelta mientras refunfuñaba –me pagan por cuidarte, no por soportar berrinches.
El día me pareció eterno, intente concentrarme en las actividades de siempre pero no me sacaba de la cabeza a mi padre, ¿y si algo realmente grave le pasaba? O peor aún ¿y si no volvía? ¿Qué pasaría con mis hermanos pequeños? ¿Con su esposa? Los conocía poco, pero los sentía como mi familia, habían tratado de integrarme, bueno, al menos los niños, pero no podía, no es que ellos fueran malos, es que no soportaba esa vida, no después de lo de mamá. Tenía ganas de llorar pero no me lo permití.
La luz se encendió, alcé la vista, había estado toda la tarde sumida en un sillón de la biblioteca. El extraño me miro pero no sabía cómo interpretar su mirada, nunca podía saber de qué humor estaba.
-¿Así que has estado metida aquí? Pensé que te me habías escapado.
Agache la vista, se quedó ahí parado como si quisiera decir algo, volví a mirarle -¿qué quiere?
-He hablado con algunas personas, dicen que aún no hay llamadas, piden que sigamos aquí al menos un par de días, si en ese tiempo no hay nada veremos qué hacer.
-¿Sabes algo de sus hijos?
-Todos ellos están bien, los tiene bien escondidos también.
-Me alegra.
Soltó una risita burlona -¿te preocupan unos mocosos que no son nada tuyo?
-Son mis hermanos.
-Medios hermanos, ni siquiera los ves.
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Prisionera
ФанфикNo era una cárcel, pero me sentía atrapada, la presencia de este hombre me enloquecía; una sombra, un guardián; yo me di cuenta que era una prisionera y lo único que me retenía a su lado, era el deseo. Toji Fushiguro debe pagar sus deudas y para ell...