Virgin | SuaYeon G!P

Capítulo 17

Mantuve mis ojos cerrados. Toqué mi abdomen y me giré, bajando y subiendo mis caderas, provocándola.

─Acércate─susurró roncamente y lo hice. Sin abrir mis ojos me acerqué, la cama tocó mis rodillas y baje una vez más─Dios─musitó sin aliento─Súbete arriba de mí.

─Cállate, soy yo la que da las órdenes aquí─aunque moría por subirme arriba de ella, debía esperar. Mis jeans aún seguían puestos y aún no estaba tan segura de que mi baile sensual hubiera hecho algo. La cremallera hizo un sonido al bajar y saqué el único botón que tenía rápidamente. Suspiré y abrí solo un poco la delantera de mi pantalón dejando a la vista un poco de la tela de mis bragas negras. La escucho aguantar la respiración a la vez que la tela se desliza por mis piernas, suelto las trenzas de mis zapatos y saco ambos.

─Tócame─canta ella, al compás de la canción. Niego con la cabeza retrocediendo, le doy la espalda y suelto el broche de mi brassier─Cielos, BoRa─suplica y sonrió volviendo a abrochar mi brassier. Me acerco al bolso y saco la venda negra─¡No! Déjame verte.

─Tranquila─murmuro y soplo sobre sus labios. La venda cubre sus hermosos ojos y se mueve intentando quitarla. Pero la aprieto aún más y retrocedo─No lo hagas, te diré cuando podrás sacártela─ella bufa y yo sonrió mientras dejo de moverme, suelto una vez más mi brassier, haciendo que el sonido de éste al desabrocharse retumbe sobre la suave música. Ella gime en voz alta y se retuerce de placer─Escucha esto, SiYeon─murmuro deslizando la fina tela negra por mis brazos. Cierro los ojos disfrutando el tacto de la seda con mi piel y por un segundo siento el sonido que hace cuando el brassier sale de mis brazos.

─Acércate─suplica ella─Déjame sentirte─gimo, caminando lentamente hacia ella. La música sigue sonando de fondo, ahora más lejos. Solo escucho su respiración agitada y como las gotas de sudor caen por su frente. Mi dedo traza el contorno de su mentón, erizando su piel por mi toque. Sus labios se abren dejando salir una pequeña bocanada de aire cuando mi uña recorre el contorno de su boca. Tiro el borde de su blusa con mi dedo índice hacia abajo, dejando ver la blanca piel de su pecho además de un bonito sostén azul. Pero, me detengo. No habíamos pensado en eso ¿Ahora cómo mierda sacaría su blusa? No es justo, yo también quería tener el gusto de observar y saborear su piel.

─SiYeon─dije, angustiada y ella frunce el ceño bajo la venda─Lamento matar el momento, pero...no sé cómo sacar tu camisa─ella ríe roncamente, sin cortar la espesa atmósfera de pasión que está apresándonos.

─En el baño hay unas tijeras, puedes cortarla─murmura, sacando sus manos de mi cuerpo. Camino hacia la puerta marrón y entro al baño, tapo mis pechos y entrelazo dos de mis dedos por los agujeros del mango negro mientras. La abro y cierro, acercándome una vez más a ella divertida por el sonido.

─¿Segura?─pregunto, apresando la tela entre la tijera.

─Sólo córtala─dice desesperada y río, la tijera se mueve con facilidad por la tela. Con cuidado de no hacerle daño, detengo mi carrera y cuando solo queda un poco de la tela sin cortar, la rompo con mis manos fuertemente─Oh, Dios─ella jadea. La piel de su pecho está caliente al igual que mis manos, deslizo mis dedos por la separación de sus abdominales, subo el brassier para tocar sus senos y me inclino.

"Cuando esté amarrada y su blusa fuera. Inclínate y lame sus senos"

Saco mi lengua y trazo un húmedo camino por el valle de sus pechos dejando leves pellizcos en sus pezones, tal y como MinJi me dijo. Siento su cuerpo estremecerse y de su boca salía una deliciosa melodía de gemidos.

─Oh, BoRa─gruñe. Su cuerpo se mueve en un vaivén, las esposas chocan contra los abarrotes y mi cuerpo se incendia.

─No pienses, no dudes─me digo a mí misma, haciendo pequeños saltos con mis dedos sobre su abdomen. Toco el pequeño botón de su pantalón y en un rápido movimiento, lo suelto─No dudes, BoRa, no dudes─bajo su cremallera con lentitud. Mi aliento choca contra sus bíceps y sus gemidos inundan la habitación. Cuando el largo recorrido del cierre de su cremallera termina, mi cuerpo se congela.

─Sácalo rápido y móntalo─suspiro y tomo el borde de su pantalón abierto y lo deslizo por sus piernas. La tela gris de su bóxer llama mi atención y muerdo mi labio─Rápido, BoRa, rápido─gruñe. Asiento, sacando por completo su pantalón y dejándola vestida solamente por su ropa interior y la despedazada blusa. Era ahora o nunca. Con un rápido movimiento me senté a horcajadas sobre ella sintiendo su duro miembro rozar con mi sexo y gemí.

─Estás tan dura─me froté sobre ella una vez, acostumbrándome al tamaño y sensación que provocaba en mí. Un inmenso gemido salió de su boca llenando la habitación.

─Libérame─pidió, pero hice caso omiso a sus peticiones frotándome una vez más sobre ella atrapada por la excitación. Toco el borde de su bóxer con mi dedo índice y lo deslizo a lo largo del elástico con nervios. No es que fuera la primera vez que la viera sin él, pero aquella vez no había sentido la sensación de quitárselo por mí misma y esta sería la primera vez. Espere a que ella dijera algo, pero no lo hizo, solo jadeo y gimió continuamente cuando mis movimientos sobre la fina tela de su bóxer se hicieron más rápido.

─No dudes, tú puedes─cerré los ojos, tomando la delgada tela, deslizandola hacia un poco más. Abrí los ojos y me levanté de su regazo extrañando inmediatamente la calidez. Sin quitarme de arriba de ella, seguí bajando su bóxer por sus piernas, liberando su gran erección. Ella tanteó sus piernas sobre el suave colchón y reí roncamente terminando de sacar por completo aquel obstáculo entre mi sexo y el suyo; pero aún quedaba uno.

─¿A dónde vas?─preguntó con desesperación al sentir mis piernas deslizarse fuera de su cuerpo.

─Me sacaré mis bragas, impaciente─bromeé y sin pudor ni vergüenza baje la tela negra por mis piernas. OH. MI. DIOS. Ambas estábamos desnudas, a un solo paso de terminar todo.

─¿Ya?─preguntó con insistencia, girando su cabeza hacia el lado donde estaba. Tragué nerviosa mirando su miembro. Ya no había nada, ahora serían nuestros cuerpos sintiéndose plenamente, sin nada que les impida deleitarse con el calor del otro─BoRa, por favor. Necesito sentirte─yo también lo necesita, desesperadamente lo necesitaba. Pero había algo que me ataba, algo que me impedía dar aquel gran pasó. El miedo, el temor y...

El amor.