—¿¡QUÉ!?— el joven castaño de quince años gritó tan fuerte como pudo, bajando a zancadas las escaleras de su casa— ¡MAMÁ!
—Dios, deja de gritar un minuto— la mujer musitó desde el gran sillón, cambiando de canales— ¿terminaste el libro?
El adolescente frente a ella tenía la boca abierta y parecía que iba a darle un ataque en cualquier momento. Su parecido aspecto a su madre era muy reconocible, lo que más lo diferenciaba de los genes de su progenitora; era la personalidad y pestañas de su padre.
—No puede ser que ese haya sido el final, ¡me niego!— se sentó junto a su progenitora y extendió demandante el celular— debe haber un final alternativo o un extra, necesito saber que pasa luego.
Tomó café en silencio mientras escuchaba los reproches de su hijo, suspiró.
—Pues pídele al autor que te haga una continuación.
El chico alzó una ceja.
—¿Dices que conozco al autor?
Justo en ese momento, la puerta se abrió y ambos voltearon a ver al hombre que entró. Tenía el traje del trabajo y casi se deja caer al suelo de lo cansado que estaba.
—Ahí lo tienes— dijo la mujer y volvió a beber de su café, esta vez viendo como su hijo iba cayendo en la locura.
—Me estás jodiendo los-
—¡Sebastián Sánchez Carrera, la boca!— gritó su padre desde la cocina.
Sebas se paró y corrió junto a su padre quien se lavaba las manos. por detrás su madre había llegado con la taza en sus manos y una sonrisa divertida.
Sacudía a su padre como una gaseosa mientras le pedía explicaciones.
—Esa historia la escribí hace mucho, no puedo creer que tu madre la tenga todavía.
—Fue el regalo que me hiciste en nuestro tercer aniversario, obvio que lo guardaría. Aparte, saber que escribiste toda nuestra historia hizo que con más razón se la mostrara al pendejo— señaló a su hijo y este la miró incrédulo.
—¿Ustedes son los de la historia?— preguntó impactado— papá, no sabía que tenías este talento.
Alex carcajeó, viendo como su esposo y un poco más dejaba pelado al pobre Sebas. Dejó la taza y se acercó, abrazando fuertemente al menor. A pesar de medir lo mismo, lo sentía pequeño en sus brazos.
—Tu padre y yo tuvimos nuestro final feliz, por algo naciste tu.
—Aunque fue más un error de cálc-
Recibió un codazo por parte de su esposa, sonriendo con gracia.
—¿Y que pasó con la tía Cele y el tío Alexis? ¿Y los tíos Lolo y Dami? ¡Necesito respuestas!
—Bueno, esa historia es para otro día, ahora andá a dormir que mañana tenés escuela— su madre regañó, recibiendo un quejido como respuesta.
Cuando por fin estuvieron solos, Carlos se apoyó contra la mesada mientras veía a Alex lavar.
Esta la miró expectante.
—¿Tengo algo en la cara?
—Mmh, algo aquí— tomó el rostro de la más baja y besó sus labios, recibiendo una risa por parte de ella.
Se quedaron hablando un rato más entre risas y que hicieron durante el día. Alex se sentía feliz entre los brazos de Carlos, carcajeando por las boberías que decía su bobo esposo.
Pues, al final de cuentas, ambos tuvieron su final feliz y podían recordar su historia cuantas veces quisieran gracias al archivo que escribió Carlos en esos tiempos. Su don no era la escritura, pero puso todos sus sentimientos en ello al igual que los de la mujer a su lado.
—Te amo, Kardiota.
—Yo también te amo, Alediota.
FIN :]
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𝗴𝗹𝗶𝗺𝗽𝘀𝗲 𝗼𝗳 𝘂𝘀 ── karchez.
Fanfiction𝗚𝗟𝗜𝗠𝗣𝗦𝗘 𝗢𝗙 𝗨𝗦 ── she'd take the world off my shoulders, if it was ever hard to move, she'd turn the rain to a rainbow, when I was living in the blue. ── en donde la hermana menor de Carrera siempre pelea por Twitter con el famoso stream...