"No one else around you, no one to understand you, no one to hear your calls
Look through all your dark corners
You're backed up against the wall
Step back from the line of fire"Desperté con el pecho apretado aquella mañana, no había pasado más de una noche y ya sentía las consecuencias de un corazón roto, qué desastre. Debía ser imposible para mi, estaba completamente avergonzado de lo sucedido la noche anterior por lo que elegí simplemente hacer como si nada hubiese pasado. De seguro para entonces mi ex mejor amigo de la infancia habría encontrado otro capricho, por que eso fui según mi experiencia con hombres, un capricho, un desliz sexual. Nada más.
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Fui demasiado cobarde para volver a ese casino, aunque probablemente no vería a Tristan ahí, de todas formas el lugar me recordaría a esa noche juntos, no quería exponerme a eso y si, para ese entonces ya había reconocido el efecto de Tristan en mi, para variar, comencé a manejar mis días extrañando y con el corazón roto. Al parecer yo si era uno de esos estúpidos, uno que no se atrevía siquiera a vivir esa fantasía del romance.
Quise limpiarme de todas las formas el recuerdo de Tristan en mi cuerpo, pero por mucho que insistiese en conseguir hombres, dinero y sexo, ya nada era igual, el derivado de la adrenalina ya no me insistía en hacerlo una vez más, al contrario, comenzó a ser tedioso.
Iba a un bar alternativo a los que iba todo tipo de gente, pero de vez en cuando aparecía uno que otro tipo en traje escapando de su hábitat, explorando sus vergüenzas. Ahí estaría yo siempre, seduciendolos a ellos y sus billeteras.
Tristan desapareció, yo sabía que tenía muchas formas de contactarme pero al parecer, fui una experiencia corta y sin importancia. Me avergonzaba de mí mismo al haberle dado demasiado espacio en mi vida. Todas estas amarguras finalmente se redujeron al alcohol. Me cansé de estudiar, de trabajar, no entendía ¿Por qué la existencia de este tipo comenzaba a definirme? No le importaba una mierda, entonces por qué mi encuentro con él significó un cambio en mis ganas, en mis ánimos de seguir. Preferí seguir odiandolo por lo que me había hecho en el pasado, borraría su recuerdo, en ese bar, con el azar.
Esta búsqueda me llevó a un callejón vacío y húmedo, con un hombre más alto que yo, besándome los labios como si fuese a desaparecer. Me necesitaba. No recuerdo mucho su cara pero no me importaba, no necesitaba su identidad, necesitaba el sexo para olvidar.
Me aferré a su cabello algo mareado, mientras me preparaba con su lengua, las luces de neón alumbraban distantes y la lluvia se escuchaba fuerte en el pequeño tejado. Luego sin darme cuenta estaba siendo embestido contra la pared, sujetado y abrazado por él. En el momento en que recordé a Tristan en la cama, se dibujó su rostro en aquel extraño, lo cual me llevó a gemir de placer mientras no podía enfocar mi vista. Era patético, lo sé. El solo recuerdo de Tristan me hizo eyacular en la pared de ladrillos mientras el tipo terminaba dentro mío, respiró en mi cuello, agitado unos segundos para luego sacarse el condon, no recuerdo mucho, creo que me preguntó con culpa si estaba bien y ni siquiera sé si le respondí, ya sin mas que hacer ahí, se fue del callejón.
Luego de vestirme me quedé mirando la pared donde había eyaculado. Otro encuentro totalmente vacío. Otra noche solitaria.
Mientras caminaba por la ciudad mareado, pasé cerca del imponente edificio en donde trabajaba Tristan.
No había comido en dos días, sólo bebido café y no podía dormir más de dos horas, por lo que la droga y el alcohol me pasaron la cuenta y ya pasando de la empresa, caí inconsciente.
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Solo Adrián (+18)
RomancePara Adrián tener un vínculo amoroso con un hombre, solo servía para cumplir tres objetivos fundamentales en su vida: dinero, poder y sexo. La vida le enseñaría con crueldad que el amor no era más que un invento con efecto dopante. Se consideraba in...