ᴇɴᴛʀᴇ ᴇʟʟᴀ ʏ ᴛᴜ́ ╚» ᶠᵉᵃʳ ˢᵗʳᵉᵉᵗ

Capitulo 28

La pelirroja y yo estábamos tiradas en la cama luego de ese momento súper incómodo en el que decidí aceptar sus disculpas por lo que había pasado el día anterior.

Lo olvidé.

Mi corazón roto se había vuelto uno totalmente completo cuando escuche salir esas palabras de su boca.

Nada podía salir mal el día de hoy.

Ella por fin se había puesto una playera para cubrir su perfecto abdomen y tomó la decisión de quedarse conmigo en vez de ir al lago como ya lo habíamos planeado.

Lindo detalle que provocó un leve sonrojo en mí, pero preferí ocultarlo para que ella no viera que cada pequeño detalle que hacía por mí significa que estaba muriendo por dentro.

Aunque claramente estaba muriendo por dentro. Esas teorías de las maripositas en el estómago enserio son muy reales cuando te pasa en persona.

Ziggy y yo no perdimos el poco tiempo que teníamos, sabíamos que pronto volvieran las chicas. Así que preferimos usarlo con sabiduría.

Durante todos estos minutos en silencio, me pregunté que estaba pasando en el interior de mi mente y porque ella había venido de la nada a pedirme perdón si es tan orgullosa.

Digo.. ¿Ziggy Berman está admitiendo que se equivocó, sin utilizar ningún tipo de sarcasmo como defensa?

Raro.

Algo grave le estaba pasando al mundo el día de hoy.

De todos modos, mi mente no pensó mucho en eso. La chica estaba encima de mí, concentrada en la televisión mientras yo estaba mirándola y acariciando su cabello perfecto.

Lo primero que pensaría Sheila si entrará de la nada a la cabaña, es en una escena sexual, pero no era así. De hecho me había quedado todos estos minutos acariciandola sin tener ninguna segunda intención.

Las mariposas enserio estaban apoderándose de mí.

-Estoy aburrida- le dije en el oído haciendo que ella suelte una risa

Al parecer la señorita pelirroja tenía cosquillas por todas partes.

Ella volteó enseguida y me dio un beso corto en los labios. Luego regresó a su posición inicial y siguió concentrada en lo suyo.

Solo me quedo como última opción abrazarla por la cintura y tener una siesta de 30 minutos mientras ella terminaba de ver lo que sea que estaba viendo y a lo cual no presté atención ni un segundo.

Cuando abrí de nuevo los ojos nuevamente, ella estaba dejando pequeños besos en toda mi cara para que yo despertara.

-Hola solecito durmiente- me susurró mientras yo aproveché para acomodar uno de sus cabellos que estaba desordenado

Sonreí cómo toda una boba.

¿Solecito durmiente? Ella estaba enamorándome a cada minuto.

Tome asiento en la cama mientras ella se levantaba y caminaba hasta la pequeña mesa que teníamos en la cabaña.

Fue un pedido especial de Sheila... al igual que la televisión.

Me impresione un poco al ver platos de comida recién preparados.

-¿Tú cocinas?- pregunté incrédula mientras me levantaba para probar bocados de todo lo que había en la mesa

Ella se sentó en la cama mientras me seguía con la mirada.

-Al..go- dijo para luego hacer movimientos tiernos con su boca

Yo entrecerré los ojos con cierta duda.