cap 9

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Agnes -.

De camino a mi casa, observo otra vez un gran grupo de caballeros con corceles, pero está vez estaban frente a mi casa dentro alrededor, ¿Qué hacían estos hombres aquí? ¿Qué quiere el Rey ahora?.

- Agnes - me llama mi hermana

- Jennie -: la abrazo

- El Rey te busca, quiere que seas la primera concubina -;

Debía Ser una broma, el Dijo que no me buscaría, me echo y mi pidió no volver, él siempre hace lo que dice

- Pero...- jennie no me dejó ni terminar mis palabras, solo tiró de mi mano y me llevó a dentro de casa

- Padre, llegó de bañarse del río - dijo jennie sujetando mi brazo

- Ahora entiendo por qué mi primo dibuja a una mujer bañándose en río -; la pintura, esa era yo.

- Qué? -;

Entonces él ya me a de ver visto junto Taehyung, por eso dice conocerlo, es un mentiroso.

- Sí, siempre te está dibujando -; me muestra el dibujo, era uno diferente al que vi, pero si era yo.

- Oh me presento, soy Nam-joo, primo de Jungkook quise conocerte en persona, ya que eres una de las únicas y primeras mujeres de este reino que tiene la oportunidad de ser concubina del Rey, -;

Dice asiéndose aún lado

-; La menor de mis hijas, tiene este privilegio, es una bendición -.

- Que significa Ser...-;

- Complacer al rey en sus deseos, es como una esposa, pero no eres reina -; Nam-joo, a la vez explica el significado de dicha palabra.

Al tener en cuenta esos requisitos, me doy cuenta de que era una propiedad,

- Y si yo no accedo a eso?-. La sonrisa de mis hermanas y mi padre se borran de sorpresa, Nam-joo también parece sorprenderle mi pregunta.

- Que?,- suspira mi padre.

Camino asta él y sujeto sus manos con fuerza, papá estaba confundido, era el amor que siento por Taehyung no quiero separarme de él.

- Padre, te lo ruego no aceptes -;

- Ya lo hice -. No había escapatoria,

- Pero...-;

- Agnes, si papá se niega tú crees que el rey hubiera aceptado, podría mandar a matarnos además no veo el problema vivirás en el castillo hermana -; dice lisa, mi familia aún no sabía de mi romance con Taehyung, siquiera que deje de ser virgen, tenían razón pero,

- Esto no es justo, yo no quiero dejar a mi familia -;

- Agnes, recibiremos beneficios -: mi padre responde, talvez tenga razón, pero que pasará cuando él se canse de mí, mi familia quedará en olvido, yo renunciaré a mi amor por ser utilizada como un objeto.

- No-

- Porque?- pregunta mi padre.

- Conocí a alguien, papá es alguien que me gusta mucho, prometió casarse conmigo por favor no...-.

Mi padre me abofetea por aquella confesión, mi rostro se cubre con mi húmedo cabello y Empiezo a respirar con tristeza.

- Agnes, irás al castillo y serás la concubina del rey, es primero el orgullo as nuestra familia piensa en eso, majestad Nam-joo espero que mi hija complazca al rey, pero también puedo Ofrecer a una de mis cuatro hijas si está no le complace lo suficiente -; habla mi padre.

Entregándome cómo una mascota al príncipe, siquiera pidió que me cuidarán, tampoco me dejó terminar.

- Gracias, señor, pero

Mi primo fue específico, quería a la misma joven de ayer al fin sé su nombre, Agnes Fiore, no te sientas triste no es una esclavitud, serás concubina de un joven reí -;

Talvez sea lindo para cualquier otra doncella, pero no para mí.

Al llegar al Palacio simplemente me volvió a llamar a su habitación, está vez estaba vestido asomado en su ventana, lo miré con ojos llorosos y rojos, mejillas húmedas suspirando con lágrimas

-; Porque me mandó a ver?-. Pregunto con dolor y tristeza, el llanto apenas me permitía hablar.

- Porque quiero

- Usted dijo que no me quería volver a ver -.

- Entonces cubrete el rostro -.

- No estoy jugando señor -.

- Y yo sí?-.

- Déjeme ir se lo ruego -;

Digo de rodillas entre lágrimas suplicando a qué me escuché .

- No funcionará así -;

- ¡Pero usted dijo que...!-;

- ¡Yo soy el rey, tú rey y de debes obedecerme!-: grita haciendo qué me desmorone de rodillas y llore en silencio.

- Señor...- intento seguir suplicando.

- Agnes, no lo entiendes yo hago lo quiero, tengo lo que quiero, te quiero a ti -; dice arrodillado junto a mí, sosteniendo mi mentón

- Usted lo prometió -; recuerdo.

- Todos mentimos Agnes -. Se levantó y se fue.

Dejándome con el corazón roto tirada en suelo, abrace mis piernas e incliné mi cabeza para llorar, llorar por qué talvez no vea a mi amado.

la obsesión del rey y el secreto de la concubina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora