Prólogo

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Cartas... cartas...cartas...cartas...cartas...cartas...



Las cartas fueron un método para comunicarse con las personas lejanas como amigos, compañeros, familia, etc. Eso se usaba más en el pasado, pero con las nuevas tecnologías ya podemos mandar mensajes a personas lejanas.

Se fueron olvidando con el paso de los años, y ya casi nadie escribía en una hoja de papel para luego mandarlos a correspondencia.

Pasó un tiempo desde que Carmen dejó "plantado" a Graham en el café y pasó un buen rato pensado en si mandar una carta de disculpa. La latina pensó que mandar una carta a su viejo amigo también podría ser una opción para tener comunicación con él, para que VILE no supiera que está conspirando con su ex-alumno. 

Para Carmen era una bonita experiencia poder revivir algo que ya no se usaba con frecuencia, quizás no haría que todos lo usaran, pero al menos ella la usaría. Ella pensaba que su comunicación con el australiano podría ser diferente, además era una forma de desconectarse de la tecnología y de los robos de VILE.

Aunque se tardaban en llegar, para ella lo importante era que lo recibiera y tuviera una respuesta por parte de su antiguo compañero. Y lo más importante era que no fueran descubierto por algún alumno de la academia, aunque también había unos cuantos inconvenientes para poder mandar las cartas, sus más fieles amigos sabían de lo que hacían, lo aceptaron como algo normal y con la llegada de su maestro de sigilo se hico un problema...

Las cartas fueron una comunicación entre ambos que se les volvió una costumbre con el paso de los días. Hasta que quisieron dar un paso más que solo escribir anécdotas y lo que les pasaba...


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