Capítulo 4

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Harry su profesor tenían un juego muy especial durante la siguiente semana.

Se quedaba siempre el último en la clase y dejaba caer siempre el mismo broche para agacharse a recogerlo, al mismo tiempo que le mostraba la lencería del color deseado el día anterior al profesor.

Sev no lo dejaba salir hasta que las bragas estuvieran es su mano y con un chasquido de manos vestida al joven antes de que saliera.

El segundo día sev podía apreciar como el joven se revolvía en el asiento, tapando una sonrisita al saber que las pinzas estaban dónde dijo.

Cuando ese día dejo las bragas en su mano el mayor chasqueó los dedos para abrir la camisa y ver cómo los pezones estaban rojos y adoloridos.

Se sintió mal por haber hecho daño a sus bebé y le perdonó el castigo, pero la lencería se la seguiría quedando.

El día antes de San Valentín el joven levanto su falda azul mostrando la lencería amarilla con brillitos.

El hombre abrió la mano en espera, pero el joven no se lo quito sino que miro al suelo.

- Profesor- llamo casi en un susurro- no me queda más lencería, esta es mi última - se lamento- como tiene ya todas no puedo mañana traer otra-

- Mañana no hay clase, Joven Riddle- gimió el maestro acercándose a el joven - Espero verlo mañana aquí, no trabajaremos con ningún color- hizo sonrojar a Harry - Si me las permite - espero nuevamente la ropa en su mano.

- Hoy no, si la quiere usted mismo tómela - le reto con inocencia jugando con sus dedos sin verlo.

Sev río, deslizando las manos por el cuerpo del joven se agachó hasta hincar una rodilla.

Pillado por mi daddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora