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Lorens Barnnes

Corro por los pasillos de la preparatoria, esquivo y esquivo a los estudiantes.

Iba 5 minutos tarde a mi primera clase, matemáticas, ya llevaba estudiando en esta preparatoria casi toda mi vida, aún así, sin importar cuanto tiempo llevo aquí, sigo siempre llegando tarde, es como lo mío en realidad.

Cuando por fin llego al salón, entro, y no pudo dejar de notar que hay nuevos estudiantes, muchas caras nuevas mezclándose entre los demás. En fin. Busco con mi mirada a Clouy, no la veía, hasta que escucho su original risa, cuando la veo me le acerco.

Ella está rodeada de una chica y un chico. Estaban conversando, no pude alcanzar a escuchar de que se trataba ya que los demás estudiantes gritaban en vez de hablar.

-Lorens ¿cuando llegaste?.

-Hola Clouy, acabo de llegar.

-te presento a uno de los nuevos- me dice levantándose de la silla-ella es Camila y él es Oliver.

Camila tenía unos ojos muy lindos, color miel, la piel un poquito oscura y su cabello era marrón.

Oliver era blanco con cabello marrón oscuro y ojos color negro, no pude dejar de notar que era muy atractivo.

No Lorens, recuerda que hiciste una promesa, no volverte a enamorar después del fracaso con Lucas

Me regañe a mi misma.

-Mucho gusto- Oliver me extiende la mano.

-El placer es mío, para ambos- explico y le doy mi mano como saludo.

-¿Y como es estudiar aquí?- interviene Camila.

-Lo normal, muchas horas de clases, la cafetería, biblioteca, amigos, sabes, lo normal de una preparatoria- se nos une Clouy.

Mientras Clouy le explica a Camila como es todo por aquí, me distraígo con los cordones de mi suéter, subo la mira, ahí fue cuando la mirada de Oliver y la mía se encontraron, me puse muy nerviosa, las manos me empezaron a sudar, no sabía que hacer.

-Entonces ¿son nuevos?- dije como la misma estúpida.

-he ¿si?- Camila puso una cara confundida

Jenial Lorens, al fin tienes la posibilidad de hacer más amigos y dices lo más estúpido que se te ocurre

Cállate conciencia. En mi defensa, escapé de esa situación incomoda con Oliver.

En cuanto voy a decir algo, ya que me sentí apartada de la conversación, entra la profesora Derri y comienza con su clase, todos tomamos haciento.

Clouy al lado mío, atrás de ella Camila y atrás mío Oliver.

****

Termina la clase, cojo mi bolso, me lo cuelgo de un brazo y salgo del salón, camino tranquilamente por el pasillo dirigiendome a otro salón para mi clase de historia, esa clase me gustaba, era interesante y yo pu...

-¡Lorens!-una voz interrumpió mis pensamientos, no me da ni tiempo en voltearme cuando se pone alfrente mío. Es Oliver

-O hola Oliver ¿que pasa?.

-Hola, en la clase de matemáticas estuviste muy bien, le respondiste todo a la maestra- una sonrisa se posa en su rostro dejando ver sus perfectos dientes.

-No es para tanto, fueron preguntas sencillas- le confesé, pero sí, soy buena en matemáticas

-De todos modos quiero que seas mi compañera en historia ¿te parece?- me halagó mucho su propuesta.

-si claro- empezamos a caminar por el pasillo, él era un chico muy interesante, y gracioso, por cada cosa nos reíamos.

Llegamos al salón y entramos, este salón era diferente, las mesas e sillas estaban juntan, en pareja. Me dirigí a una, tiré mi bolso a un costado de la silla y me senté, Oliver me imitó, llegó las profesora Margarett y empezó con su clase...

23-1-21 Cafetería Margaritas

La brisa era fresca, caminar por esta calle era mágico en esta temporada, por un lado, adorables tiendas de comida y ropa, al otro lado, una fila interminable de árboles rosados, camino mientras pequeñas flores color rosa caían encima de mi sombrero de paja.

Me pongo alfrente de la Cafetería Margaritas, abro la puerta y una pequeña campana se escucha al mover la misma.

Entro y me pongo alfrente de la barra, y toco la campanita color plateada, mientras espero que me atiendan, volteo para ver el hermoso lugar, las paredes color rosa con ramas y margaritas pintadas, mesas de madera y una gran ventana que daba vista a la carretera.

-Buenos días, bienvenida a la Cafetería Margaritas, ¿que le sirvo?- dice una chica muy animada, con una visera color rosado pastel y hoyuelos

-Buenos días, un café, y otro descafeinado, por favor.

-Con gusto, si quiere tome haciento, se lo llevaremos cuanto antes.

-gracias- me volteé y me dirigí a una mesa, tomo haciento y espero a que llegue.

Después de esperar unos minutos, suena la campanita de la puerta, y él entra, con una chaqueta lisa color beige que le llega hasta las rodillas, un pantalón elegante color negro con una correa, y camisa blanca, su cabello amarillo combinaban con su atuendo, unos mechones caían por
su rostro. Pero algo no estaba bien, el brillo de sus ojos, de sus ojos color verde claro no brillaban.

-Lucas...- dije levantándome de la mesa.

Él me vio, se hacercó y ví como trató de fingir una sonrisa, puso sus manos en mi espalda, me dió un beso en la mejilla y me abrazó.

Me separé y lo ví a los ojos.

-¿que sucede Lucas?, recibí tu mensaje de que querías hablar con migo ¿todo esta bien?- estaba muy preocupada, y no me importó que se lo dejara saber en mi voz e expresión.

El estiró su brazo en señal de que nos sentaramos, me senté y lo miré a los ojos.

-Habla de una vez Lucas- le supliqué

-Lorens... Yo

Fue cuando lo vi, ese brillo en sus ojos, un brillo casi no visible, pero igual de potente, sabía lo que pasaba por su cabeza, siempre brillaban cada vez que aparecía, que gran alegría para esos ojos, un amor tan profundo tan verdadero. Pero no era por mí...

-¿Es por ella verdad?

-Lorens escucha

-¡no me interesa!-lo interumpi-te dije que te alejaras de ella, ahora mira lo que pasó. Lucas yo te amo, como pudiste.

-Yo...

-Tu la amas, mientras yo muero por dentro- una lágrima cae por mi ojo derecho.

-aquí está su café señorita- dice la mesera dejándolos en la mesa, y se va.

-Lorens, no quería que fuera así pero...

-¡¿pero que?! lo vuelvo a interumpir-yo te amo- le volví a repetir

-yo también pero... Aveces, uno se equivoca...Si, uno se equivoca, talvez no era amor ¿Sabe?, consiguete un remplazo, alguien mejor. Y no te preocupes por mi, yo ya lo encontré- un humo de rabia se desprende de mi cabeza.

Me levanté de golpe y me fuí. Ese fue el último día que lo ví.

Yo, el Desastre ✔ Libro#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora