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Lorens Barnnes

-¡Claro que sí!- nos acuza Anny con 5 cartas en sus manos.

Aidan se levanta del sofá.

-Bueno ya me aburrí.

-¿A donde vaz?-Le pregunta la sr Marianna

-Voy a mi cuarto.

-¿A tu cuarto?. Apenas son las 9.

-Si es que quiero enseñarle algo a Lorens- me agarra la mano- aconpañame Lorens.

-¿A mí?.

-Sí- Aidan me guía por las escaleras cuesta arriba. Llegamos a un pasillo, y estramos a una habitación, era la suya, la reconocí en seguida por la otra vez que entré buscando el baño. Él enciende la luz. Tiene muchos póster pegados en la pared

A un lado de su cama tiene una librería, con muchos libros, al frente de ellos, tienen unos gatos redondos.

Del otro lado de la habitación, tiene su armario su sofá, y ¿una guitarra?. Y no es solo una guitarra, son muchas, hay de todo tipo, bajo, guitarra, cuatro, guitarra eléctrica, y muchos más.

-¿Tocas todos estos instrumentos?.

-Eso era lo que quería eneñarte- se sienta en su cama y toma el bajo. Yo me siento al lado de él.

-Estoy intentando escribir una canción, pero por ahora, solo tengo el ritmo, ¿quieres escucharlo?.

-si.

Aidan afina las cuerdas y las empieza a tocar. Su ritmo era bastante bueno. Veo una sonrisa en su rostro. Se ve que tocar la música es su pasión, me pregunto porque no se a inscrito en la Cafetería Margaritas. Cuando termina de tocar el ritmo, deba el bajo sobre su cama.

-¿Te gustó?.

-Me gustó mucho, tienes talento.

-Solo es un pasatiempo Lorens, no es para tanto.

-No, de verdad eres bueno, tienes talento, deberías terminarla y tocarla en la Cafetería Margaritas. Seguro a todos le encantará.

-Lorens...

-Seguro- lo interumpo -Seguro una disquetera te va a querer contratar.

-Lorens no entiendes.

-¿Que no entiendo?- aparte de todo.

-Quiero ser un cantante. Pero no puedo. No entiendes. No quiero cumplir mis sueños- se levanta molesto. Yo también me levanto.

-¿Porque no?.

-Loresn...

-¿¡Porque no me puedes decir!?.

-¡No quiero cumplir mis sueños, y uno de ellos eres tú, y no quiero que lo sea!

-¿que quieres decir?- una lagrima cae de su ojo.

-Quiero que te vallas de aquí. No me mires en la preparatoria, no me hables, no quiero que te me hacerques- No dije ninguna palabra, furia era lo único que sentía. Atravieso la habitación y salgo, pero antes pude ver a Aidan sentarse en su cama, simpiandoseas lágrimas.

Bajo las escaleras. Me despido de la familia, no me pregunta que sucede, solo me dejan ir, y les agradezco por eso. Oliver se ofrece al llevarme, yo lo acepto y nos vamos. No dijimos ni una sola palabra por el camino. Al llegar me despido de Oliver y entro.

Cierro la puerta atrás mío, y empiezo a llorar, me deslizo por la puerta y caigo sentada en el suelo. Me tapo los ojos.

¿Porque Aidan me pediría algo tan horrible?. No lo entiendo. No entiendo nada. Sé que Aidan me oculta algo, no es posible que él renuncie a cumplir sus sueños, eso no es normal, debe tener una explicación.

[...]

Al verme en el espejo, noto que tengo más pecas que la otra vez, me amarro una coleta, tomo mi bolso y me voy.

Hoy es martes, otro día más en la preparatoria, la misma rutina de siembre. No sé si pueda, pero trataré de evitar cualquier cosa con Aidan, él me pidió espacio, y yo se lo daré.

Llego a la preparatoria, y me dirijo al casillero, como me haces falta Clouy, tus consejos, tus quejas, ojalá regres pronto. Abro mi casillero, y guardo algunos libros e libretas. Cuando lo cierro, me asusto al ver a Aidan apoyado de los casilleros.

-Lorens...

-Vete al diablo Aidan- lo interumpí, cierro con fuerza mi casillero y me voy.
Aidan me sujeta del brazo.

-¡Lorens escúchame!.

-¡Suéltame!- me suelta -¿No me dijiste que no te volviera a hablar?. Ahora vete, porque es lo que me pediste, y es lo que voy a hacer- Aidan me toma de los hombro y me empuja contra los casillero. Me quejo del dolor.

-No me voy hasta hablar con tigo.

-¡Bien!- me suelta -¿Que quieres?.

-Fuí un estúpido, no debí pedirte eso, no se que me pasó, ni lo que dije, ¿me perdonas calabaza?-no lo veo-Te traje esto para conpensarte- me volteo y tiene una caja.

-¿Que es esto?- lo tomó y lo abro, es un vestido, hermoso -¿Que es esto?.

-Pensé en corprartelo uno para la ocasión.

-¿Ocasión?.

-Si, es una sorpresa

-¿Sorpresa?.

-Si.

-Gracias por el vestido.

-Llegaras tarde a tu clase- me recuerda.

-Nos vemos a la salida- me voy, pero luego me regreso y le doy un beso en la mejilla, y con eso me voy.

Termina las clases. Me voy con Aidan a mi casa después de platicar un rato en la sala, se va, para más tarde recogerme para la sorpresa

Me veo al espejo, el vestido es azul cielo, tiene un cinturón blanco, me amarro una coleta y dejos algunos mechones anaranjados por afuera, caen por mi rostro. Paso mis dedos por mis pecas en el pecho. Y luego las de mis mejillas y nariz. Tocan la puerta.

-Adelante- entra mi mamá.

-Hija, es Aidan, ya llegó.

-Dile que ya vajo- Mamá se va y cierra la puerta, tomo un polvo y me doy otros retoques, terminar salgo de mi habitación y cierro la puerta.

Al bajar las escaleras, veo a Aidan, se levanta del sofá, lleva puesto un traje todo negro, no era muy elegante. Vajo y me pongo al frente de él.

-Te vez hermosa calabaza.

- Digo lo mismo.

-Se ven hermosos los dos- dice mi mamá.

-¿Nos vamos?.

-si.

Salimos, me despido de mi mamá, nos montamos en su carro, y nos vamos.

-¿Está feliz?

-¿De qué?.

-No lo sé, pero lo noto en tu expresión

-¿tu lo estás?.

-¡Si!- grito emocionada.

-Entonces yo también.

Yo, el Desastre ✔ Libro#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora