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Lorens Barnnes

Lucas alza una maleta y la mete en el maletero del auto. Hace mucho frío. Ya se hacercaba el invierno.

Aidan está parado al lado mío, igual que Oliver, atrás, frente al porque de la casa, está el tío de Lucas

La ventana del auto se baja, y se asoma una señora, era la mamá de Lucas.

-¿Como está sr Sophia?.

-Muy bien Loren.

-Felicidades por su boda.

-Gracias.

-Listo mamá, ya está todo en el auto- Dice Lucas. -Bueno, creo que esto es la despedida.

-Este no es la despedida, es el "hasta luego"- Diga, me abrazo a sí misma por el frío.

Lucas se ríe y nos abraza a los 3, la tela del suéter de Aidan rozan mi brazo, y su cabello mi cara.

-Los voy a extrañar mucho.

-Nosotros a ti- Lucas se sube al auto, abre la ventana, y se asoma.

-¡Que te valla bien Lucas!-e grita su tío.

-Gracias por cuidarme- le dice a su tío -y a ustedes, gracias por soportarme tanto tiempo.

-De eso si merezco créditos-se ríe Oliver, y todos nos reímos. La sr Sophia enciende el auto, y se van.

Oliver me abraza, trato de no llorar al ver el auto desaparecer de mi vista.

-¿Estas bien?- me pregunta Oliver.

-Si, estoy bien, esto puede afectar posiblemente la vida de Lucas, y con eso estoy feliz.

Vamos a clases, no presto mucha atención, tengo la cabeza en otro lado.

En la Cafetería no pruebo ni mi comida.

No leo mi saga en la biblioteca como de costumbre.

-¿Porque estas así?
-Extraño a Lucas.
-No puedes estar así, solo te estas comportando como una niña pequeña, ni que dejar de comer te sirviera de algo, Lucas no va a volver- me regaña mi Conciencia, pero tiene razón, debo estar feliz, talvez esa mudanza lo allude mucho en su vida.

Doy una bocanada de aire fresco, y pongo mi mejor sonrisa.

Al salir de clases, me encuentro a Aidan, se estaba lleno, pero lo alcance.

-Hola Aidan- empezamos a caminar juntos.

-¿No tienes a más nadie a quien molestar?.

-No, mi mejor amiga se tubo que ir por unos meses. Mi ex novio e mejor amigo se mudó, tu eres el único- seguimos caminando, no se a donde va, pero lo sigo.

-¿No te a pasado que quieres desconectarte del mundo?. Es decir, como tener un tiempo de paz- le digo

-Conozco un lugar, yo siempre voy cuando estoy aburrido, o aturdido de las personas, es muy hermoso.

-Debo verlo para creerlo.

-¿Quieres ir?.

-Si.

-Súbete.- me dice señalando su auto, es negro por fuera, Aidan abre las puertas. Por adentro también es negro ¿porque no me sorprende?.

No subimos y Aidan empieza a conducir. Durante todo el camino, no decimos ni una palabra hasta que llegamos. Aidan abre las puertas y nos bajamos, mis zapatos tocan algo suave, cuando veo, es una hermosa y pacífica playa.

La frisa salada del mar, el sonido de las olas, el atardecer, todo era perfecto.

-Es hermoso. ¿Porque nadie viene aquí?.

-Supongo que es muy profunda para ser una playa pública, pero es mejor así, así nadie viene a molestar y a echar basura como todos hacen- me siento en la arena, y observo el mar, Aidan se sienta al lado mío.

-¿Quieres ir a la boda de mi hermano, Benjamín?.

-Si, me encantaría. Gracias por invitarme- Aidan me sa una sonrisa sin mostrar sus dientes. Luego fija su mirada en el mar.

-Hablando de bodas. ¿No quisieras una vez casarte?.

-¿Casarme?.

-Si, tener tu esposa e hijos, una gran casa un trabajo un...

-No tengo tiempo para pensar en esas estupidez- me interumpe.

-O, lo siento- digo un poco ofendida.

-Tranquila- dice secamente. Fijo mi mirada en el mar, y sin pensarlo digo.

-¿Porque me besaste.

-¿Disculpa?.

-En el lago, bajo el mar, ¿porque me besaste?.

-Fue un error.

-Un error- repito.

-Además, solo fue un beso, tu no me gustas, yo no te gusto, así nada más, olvídalo quieres- no contesto- Se está haciendo tarde, deberíamos irnos.

-Sí, vamonos- nos levantamos de la arena, Aidan sacude sus manos, y yo mis pantalones.

Cuando estramos al auto, Aidan lo enciende, sin demorar, nos vamos. El camino está oscuro, ya era de noche,
Veo encenderse las luces delanteras del auto.

-¿Quieres ir a mi casa?- Aidan rompe el hielo.

-¿A tu casa?.

-Si, mi mamá hará la cena, platicaremos, jugaremos juegos de mesa. Es estúpido, pero para ellos es perfecto-me rio.

-Si claro, y para mí, no me parece estúpido, si no adorable.

-Si tu lo dices.

Llegamos a su casa, nos quedamos al frente. Aidan apaga las luces delanteras. Nos quedamos callados dentro d carro por unos minutos, es un poco incómodo el cilencio entre nosotros, y es raro porque a Aidan no le gusta los espacios incómodos y yo...

-¿Te puedo besar?- interumpe mis pensamientos negativos sobre él.

-¿Besar, Poque?.

-Quiero saber si no estoy enamorado de ti, Lorens- digo si con la cabeza inconscientemente. Antes de que pusiera negarme, él me besa, el beso duró unos 3 segundos, Luego se separa.

-¿Entonces...?- dejo la palabra en el aire.

-No, sigo pensando que eres un desastre Lorens- me rio, él se ríe, luego abre las puertas, salimos, Aidan saca de sus bolsillos las llaves de abre la puerta.

Pudo ver a Anny poniendo unas copas en las mesa, Oliver trae de la cocina, unos cubiertos, Benjamín pone unos platos sobre la mesa y escucho a la mamá de Anny decir: "¿Sacaste el hielo de la nevera?".

-Ya llegamos- dice Aidan.

-¡Lorens que sorpresa!.

-Buenas noches sr Marianna.

-Me alegra que estés aquí.

Oliver se me hacerca y me abraza como un saludo, luego Anny me saluda, seguido de Benjamín.

-Ve a la cocina Anny, trae otro plato y otra copa- Anny camina a la cocina.

Después de no tratar de hacer el ridículo como la otra vez en la cena, platicamos en la sala, luego Anny trajo unas cartas de Uno, y nos pusimos a jugar en la mesa del comedor. Yo soy muy distraída jugando estas cosas, así que Aidan me hace señas para saber que debo hacer, un golpe significa que debo gritarle uno a alguien, dos golpes significa que debo gritar uno cuando me quedé una carta.

Aidan me da un golpe en el hombro.

-¡Uno!- le grito a Oliver, él todo molesto agarra sus cartas.

Dos golpes en mi hombro.

-¡Uno!- vuelco a gritar cuando me quedé con una sola carta.

-¡Ustedes hacen trampa!- nos acuza Benjamín con 12 cartas en sus manos.

-Aprende a perder hermano- le contesta Aidan, y me mira de reojo, y me sonríe, y yo le devuelvo la sonrisa

Yo, el Desastre ✔ Libro#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora