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Lorens Barnnes

Necesitaba analizar todo lo que había pasado.

Lo que dijo Aidan no es verdad...

Esto no está pasando...

-Lorens...- escuche que Aidan me llamó.

Yo estaba sentada en la acera atrás del auto de Benjamín.

Luego Aidan se sentó al lado mío. No lo miré cuando me dijo:

-Lorens...yo...puedo explicártelo- Lágrimas cayeron por mi rostro, no podía decir ni una sola palabra.

-Cuando nací... los doctores dijeron que era débil del corazón, mientras creí, fue empeorando, no me quedaba mucho tiempo, mi corazón no podía seguir bombeando sangre, no tenía muchas fuerzas para hacerlo, por esa razón no quería ser músico, no quería intentar cosas nuevas, porque si lo hacía, me moriría de todas formas, no, no quiero dejar cosas importantes aquí, así me sería más difícil irme en paz, si me vuelvo un gran cantante, si ago ese concierto y me vuelvo famoso...¿para que?... para morir dejarlo todo.

Por esa razón te pedí que te alejaras de mí. Me enamoré de ti, no quería que pasara, no podía hacerte eso, tendrías que soportar el dolor de irme, y no quiero que pase eso, no quiero que te duela mu partida. Pero creo que es demasiado tarde.

Tarde varios minutos en procesar lo que había dicho.

-¿Cuanto tiempo?. ¿Cuanto tiempo te queda?- Por fin dije.

-Me quedan días, ¿talvez unos 4. 3?, no lo sé, pero no son muchos.

Hundo mi cabeza entre mis piernas, no quería que me viera así, destruida.

Lo que hizo fue muy hipócrita de su parte.

¿Como pudo ocultarme eso?. ¿Y si nunca me lo hubiera dicho?. ¿Ubuera desaparecido de la nada, sin decirme nada?.

-Por eso no quiero hacer ese concierto, ¿y si me vuelvo famoso? ¿Para que? ¿Para dejar fama y ya?.

-¡Eso no lo sabes! ¡¿Nunca as pensado en intentarlo para que cuando te vallas...Puedas decir que tuviste la experiencia?!- Empiezo a llorar, Aidan también llora.

-Loresn...

-¡Hazlo de una maldita vez! ¡Ve a hacer ese estúpido concierto para que no te quedes con que "si lo ago pasa esto"!- Aidan solo me mira, su cara estaba roja, supongo que es de tanto llorar, mete la mano en el bolsillo de su traje y saca un papel.

-¿Que es eso?.

-Es una lista, la hice hace algunos años- Dice Aidan y me la dió, la tomé y la abrí y decía:

Lista de deseos:

1. Tocar mis canciones en un concierto.

2. Andar en bicicleta por la playa

3. Darle el objeto de generación a Lorens.

-¿Que es esto?.

-Cuando tenía 7 años, sabía que no iba a durar mucho, así que hice esta lista, cuando tuviera la suficiente edad, la cumpliría. La última la agregué ayer.

-¿Que quiere decir la 3?- se ríe

-Eso no importa ahora, lo importante es que cumpla esta lista, pero con tigo.

-¿Con migo?.

-Sí. Mañana a primera hora aremos estas cosas, si o si, no hacerlo un "no" como respuesta- cierro mis ojos, me rio, y lo abracé con fuerza, él tardó un poco, pero me devolvió el abrazo. Empecé a llorar y apreté mi mandíbula para no romper en llanto.

-No quiero que te vallas...- Le dije aún en el abrazo.

-Yo tampoco... pero no podemos aser nada- me toma de los hombros y me pone frente a él- Sí haces la lista con migo, esta historia si tendrás su final feliz- le sonreí.

Voy a cumplir tu lista Aidan.

La vamos a cumplir.

Así sea lo último que aremos juntos.

Pero te haceguro que tendremos nuestro final feliz...

****

-¡Vamos Lorens, date prisa!.

-¡Ya voy. Ya voy¡- gritó y vajo por las escaleras, abro la puerta y veo a Aidan vestido de negro, con una bicicleta negra. Vajo las escaleras del porche con cuidado mientras vajo mi bicicleta, era azul con flores color rosa.

-¿No tienes otro color que no sea negro?.

-Buenos días para tí también Lorens.

-Buenos días. ¿No tienes otro color que no sea el color negro?.

-Ummm- fingió que lo pensaba -no- nos reímos y empezamos a pelear.

La carretera estaba sola, era la misma por la que la otra vez pasamos en el auto con Lucas y Oliver. Pero esta vez, al llegar a la curva, había una carretera a la izquierda y una a la derecha, una iba para el lago, y la otra a la playa. La brisa elevaba mi cabello, me sentí muy libre, a lo lejos podía oler, escuchar y ver el océano, veo al frente y me doy cuenta que Aidan mi estaba, pedaleo lo más rápido que puedo, hasta que lo alcancé.

-¿Que? ¿Ya dejaste de admirar el paisaje?.

-¡No vallas tan rápido!- dije tratando de respirar y quejarme al mismo tiempo.

Después de unos minutos, llegamos a la playa, era hermosa. Pasamos juntos a la orilla de mar y...

-¡Aaaaaa!- grité y me caí de manos en el agua, Aidan me había empujado -¡Estas demente!- le grité y se bajó de la bicicleta y me miró inclinado a mi cara, yo seguía sentada en el agua.

-Si, un poco- lo agarré del cuello de su suéter y lo jale al agua, el calló de palmas frente a mí, no podía dejar de reír y reír. Sus manos estaba a mis lados, él se tira de un lado y se sienta a mi lado

Me acosté en la arena, el agua estaba baja, no me cubría ni los zapatos. Aidan me imitó

-¿Que prefieres?- me dijo Aidan, y obtuvo toda mi atención -¿comerte a un pez vivo o que él te coma vivo?.

-Que yo me lo coma vivo, no tiene tanto dolor eso.

-Ahora tú- me quedé unos minutos pensando.

-¿Que prefieres? ¿Respirar bajo el agua o volar?.

-Respirar vajo el agua.

-¿Porque?.

-Porque así justo ahora pudiera salir nadando de aquí y dejarte hablando sola- me empecé a reír.

-¡Eres un imbecil!- dije a carcajadas

-Y tu una calabaza. Calabaza.

-¡Ahora sí ganaste la guerra!- le grité, agarré arena y de la puse sobre su suéter y la moví sin dejar ni un solo lugar limpio. Aidan me mira o o

Me levanto lo más rápido y sigo corriendo, Aidan se levanta y me persigue, las risas no me dejan ir muy lejos y me atrapa.

-¡Sueltame Aidan!.

-Nunca calabaza

Yo, el Desastre ✔ Libro#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora