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Lorens Barnnes

Salgo de clases, ya para irme a mi casa. Enciendo mi teléfono, tengo un mensaje de mi mamá, dice: Lorens, me volvieron a cambiar de turno, llegaré en las 9pm

Le escribo que estaba bien. Guardo mi teléfono, y de repente, se para al frente mío Lucas.

-Lucas me asustaste.

-¿Ya saliste de clases?.

-Si, voy a mi casa.

-Necesito decirte algo

-¿Que sucede?.

-Aquí no, ven, te llevaré a otro lugar, te va a encantar- empezamos a caminar, Lucas tenía una lata en las manos. Son las 4pm, tengo mucho tiempo antes de que mamá llegue a la casa.

Llegamos a un bosque, caminamos por un camino de tierra, me parece que era un sendero de bicicletas, pero por la hora, no había ni una, no se si es por el hábito, pero por alguna razón, Lucas y yo caminamos tomados de la mano, la valanceamos de un lado a otro.

-¿Te acuerdas cuando veníamos aquí?-me preguntó

-Sí-me reí -jugábamos a las escondidas, siempre me encontrabas- me puse enfrente de él, sosteniendo sus dos manos, él me mira con una cara un poco burlón, y sale corriendo.

-¡Lucas pero que...- antes de terminar mi frase, salgo corriendo, lo persigo, salto sobre los troncos en el suelo, esquivo y esquivo árboles sin encontrarlo. Me pongo atrás de un árbol para respirar, le hecho una mirada hacía atrás, pero no lo veo.

Me volteo y está detrás de mi. Trato de correr, pero mis risas me lo dificulta el me da un abrazo por atrás, no reímos mucho. Estrañaba mucho estos momentos. Él me suelta, y lo veo a los ojos.

-Muy bien, ya jugamos tu juego, ahora quiero que me digas para que me trajiste a aquí- le digo, tratando de tomar aire, y de reír al mismo tiempo.

Lucas no me dice nada, y me toma de la mano, y me guía a quien sabe que.

Después de atravesar y esquivar árboles, llegamos a un lugar muy bonito, no tenía ni un solo árbol, podía ver el cielo, estaba anaranjado. El piso tenía muchas piedras pequeñas, como las de el océano, había 3 rieles de trenes.

-El cielo está hermoso.

-El cielo no es lo único hermoso por aquí- me río

-Ya en cerio ¿que sucede?- pasa frente a nosotros un tren, la frisa hace que nuestro cabello vuele, Lucas le da el último sorbo a su lata para guardarla en su bolso. Él se sienta sobre las piedras. Yo lo imito y cruzo las mías.

-No se como lo vallas a tomar, es que...- deja las palabras en el aire.

-Por favor Lucas, me poner nerviosa.

-Me estoy quedando con mi tío, y ayer, después de ir al lago, cuando llegué a mi casa, mi mamá me llamó por teléfono. Me dijo que se iba a casar, y me tenía que mudar con ellos, con mi padrastro y hermanastros.

Lágrimas brotaron por mi ojos, quería estallar en llanto, pero tenía que ser fuerte. Lucas se arrodilla frente a mí, y pone sus manos en mi cara como una cuna.

-Te juro que volveré, no se cuando o como, pero te juro que este no será el final de nosotros dos- retiro mi mirada de sus ojos, y sus manos de mi cara con gentileza.

-¿Cuando te marchas?- aguanto mis lágrimas.

-Mañana, a las 9 de la mañana.

-¿A donde?.

-Boston- Lucas me abrazó, yo lo abracé, estaba destruida. El camino a mi casa fue cilencioso, no dijimos ni una sola palabra hasta que llegamos a la puerta de mi casa. Subí al porche y me quedé parada frente a la puerta

-Supongo que este es el...

-¿Quieres pasar?- lo interumpi- mi mamá no llega hasta las 9 de la noche- Lucas me sonrió y entramos, tiré mi bolso al mueble, sin ninguna importancia. Lo veo a los ojos, tengo mi cara roja, mi ojos rojos, apunto de llorar, él se inclina y con sus pulgares limpia mis lágrimas.

-No quiero que llores más ¿ok?-Dije sí con la cabeza. -vamos a ver una película, como antes.

Nos sentamos en el mueble, él se seirta derecho, yo me acuesto en el mueble y me pongo sobre su pierna como almohada. Él no me deja de mirar, con una medio sonrisa, con sus dedos, delicadamente, quita unos mechones de mi cara, me le quedo mirando, es tan lindo, su cabello amarillo hace juego con con ojos claros. Poco a poco me quedo dormida.

-¿Lorens, Lorens?- me despertó mi mamá- ¿Lorens que haces durmiendo en el sofá?.

Lágrimas empezaron a salir de mis ojos, mi mamá se sienta al lado mío y pone las cosas que trajo en el suelo

-¿Que pasa hija? ¿Porque lloras?.

-Se fue mamá-apenas puede hablar llorando, la abrazo.

-¿Quien se fue?.

-Lucas mamá, se fue Lucas- mi mamá me abrazó.

-Hija yo...

-Lo se mamá- la interimpo- se que me dijiste que me alejara de ellos, pero no puedo, ellos se an vuelto alguien muy importante en mi vida.

-No te iba a decir nada de eso hija, iba a decir que todo lo que dije fueron tonterías, si tu eres feliz, yo soy feliz- me da la mano -Vamos traje comida china, tu favorita- me levanto débilmente.

Nos deseamos a comer en la mesa, apenas puede comer unos cuantos gramos de arroz chino, no tenía hambre.

-Vamos hija, tienes que comer.

-No tengo hambre.

-Mañana, antes de ir a la preparatoria, puedes ir a si casa, y despedirte.

-No quiero despedirme- lágrimas caen -Si me despido será para siempre, y no quiero eso.

-Pero Lorens, no podemos hacer nada. Después de unos meses, si quieres podemos ver si lo visitamos, pero no puedes estar así, se que él es muy importante para ti, pero no puedes dejar de comer, no quiero verte llorar.

Me quedo callada, cilenciosas lágrimas brotan de mis ojos.

-Me iré a mi habitación. Nos vemos mañana mamá.

-Que descanses.

Subo a mi cuarto, cierro la puerta y me lanzo a mi cama boca abajo sobre mi almohada, podía llorar con fuerza, mi almohada ahogaba mis gritos. Una imagen de Lucas aparece en miente, cuando pasa el tren frente a nosotros, y dice.

"Te juro que este no será el final de nosotros dos"

Yo, el Desastre ✔ Libro#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora