Es Domingo. No tengo tarea ni nada para hacer, desde ayer no e hablando ni con Oliver, Lucas ni con Aidan.

Debo admitir que extraño los insultos de Aidan. Voy a la Cafetería Margaritas, cuando voy casi entrando, veo humo salir del callejón, me asomo y veo a Aidan, otras vez fumando junto al cartel que dice "no fumar" me le hacerco y lo veo a la cara, me sorprendo al ver que todo ese cabello no le cubría los ojos, lo tenía alborotado. Que hermoso sus ojos, eran gris claro.

-¡Hola Aidan!.

-Lorens- me saluda. No dijimos más nada, era un cilencio muy incómodo.

-¿Puedo intentar?.

-¿Que? ¿Fumar?.

-Si, nunca lo e hecho, pero se ve entretenido- le digo, él me lo pasa y le doy una calada, o al menos es lo que intento. Me ahogo con el humo del cigarro. Aidan me quita el cigarro y se lo mete a la boca.

-Es más difícil de lo que parece- digo tosiendo.

-Si eres estúpida, calabaza.

-¿Disculpa? ¿Como me llamaste?.

-Estúpida.

-No, eso no ¿me llamaste calabaza?.

-Si

-¿Porque?.

-Tu cabello es anaranjado, calabaza.

-Por favor no me llames así.

-¿Te irrita?.

-¡si!.

-Con más razón lo are.

-¡Eres un estúpido!- le grito y nos empezamos a reír, adoro cuando ríe.

-¿Aidan, riéndose?- Dice Lucas, se hacerca y se acuesta de la pared.

-Increíble verdad- digo

-No exageren.

-Voy a entran un minuto a la Cafetería, no me tardo- digo y salgo del callejón y abro la puerta de la cafetería, volteo, y veo que Lucas dice algo y Aidan se ríe, eso me hace sonreír.

Entro y pido un café, me lo dan en uno de esos vasos grandes como de papel, lo pago y regreso al callejón. Antes de que Lucas y Aidan me vean, escucho que susurran algo. Lucas le susurra a Aidan algo sobre una verdad.

"Tiene que saber la verdad"
"No puedo decírselo así como así Lucas"
"Tienes que hacerlo antes de que sea demasiado tarde". Escucho

-¿Que verdad?- Les pregunté, sus caras están asustadas.

-Nada Lorens, es algo entre Aidan y yo.

-Si, no es tu problema- dice Aidan y Lucas lo mira molesto.

-Espero que no me estén ocultando algo.

-Como ya te dije, no tiene nada que ver con tigo, no es de tu incumbencia- me dice Aidan.

En ese momento llega Oliver

-Hola.

-¡Oliver!- Corro y le doy un abrazo, Oliver me envuelve en sus brazos. Aidan y Lucas se hacercan.

-¿que haces aquí?- Le pregunto aun abrazándolo, pero mirándolo a los ojos.

-Pensaba en invitarte a un lugar, pero como estas aquí con ellos...

-No importa- lo interrumpo -Podemos ir todos.

-Si Oliver, vamos todos- dice Aidan medio burlón.

-Bueno, si quieren- Antes de que Lucas pudiera decir algo Aidan lo interumpe

-Si queremos.

-bueno, suban-nos hacercamos al auto de Oliver, Oliver se sube en el haciento del conductor. Lucas en el de copiloto y Aidan y yo atrás. Oliver empieza a conducir.

Oliver abre el techo, mi cabello anaranjado vuela libre mente, Aidan tiene los ojos medio cerrados, su cabello negro vuela frente sus ojos.

Pasamos en una carretera solitaria, de un lado hay una gran montaña, del otro un gran vacío, donde al fina se encuentra el océano, me asomo por la ventana, y grito libremente, meto la cabeza nuevamente en el coche, Lucas me mira de reojo riéndose, Oliver se ríe, con una mano toma el volante, la otra mano la tiene por la ventana, con las ventanas habiertas y sin techo, se sentía como volar, Lucas se para y se asoma por el techo, con los brazos afuera, y grita, yo lo imito.

Puedo ver que Aidan se tapa los oídos, me meto en el auto y lo levanto, Aidan al asomarce, se tapa la cara con una mano, el sol lo rozaba un poco, tomo su mano y la alzó, conla otra, tomo la mano de Lucas, y gritamos como si estuviéramos locos, entre risas y bromas, llegamos a una carretera donde por los dos lados hay muchas Margaritas pequeñas. Oliver para el auto y nos bajamos.

-Es hermoso- digo al ver que hay un lago a lo lejos. Oliver se me hacerca, pasa su brazo izquierdo por mi hombro.

Al lado de él se pone Lucas y al lado mío de pone Aidan. La brisa hacía volar mi cabello. Corro por las margaritas, luego me sigue Lucas, Aidan y Oliver, corrimos libremente por las Margaritas. Al Llegar al lago, era muy grande, ancho y profundo.

Me agaché y me empecé a quitar los zapatos, suerte que tenía mi shorts de bluyín, me quito mis medias, y me dejo mi shorts y mi camiseta de rayas color morado, anaranjado, y blanco, sin esperar a los demás, me lanzo al río.

Aguanto la respiración, mi cabello se mueve cilenciosamente al compás del agua, era muy profundo, no se podía ver hacía abajo, estaba muy oscuro, con el sol apenas se podía ver a mi alrededor, todo azul. El agua se agita atrás mío, me volteo y veo a Aidan, está descalso, tiene puesto su pantalón negro, no tenía camisa, su cabello negro se movía. Aidan me sonríe sin mostrar sus dientes. Yo ago lo mismo. Él me mira de abajo para arriba. Mi cabello se posa frente a mis ojos. Aidan se me hacerca y los quita de mi vista.

Sus ojos se ven hermosos bajo el agua. Él no me deja de mirar a los ojos, su vista mira de mis labios a mis ojos. Sus brazos estan estirados, tratando de tomar equilibrio, levantó mis manos y bajo sus brazos, Aidan se me hacercó rápidamente y me dio un beso. Se sentía extraño porque estábamos bajo el agua.

Del otro lado, se sumergió Lucas luego Oliver, Aidan y yo nos separamos rápidamente, luego los 4 salimos a la superficie.

4pm.

Nos acostamos sobre las flores. El atardecer era hermoso una mezcla entre rojo y aranjado.

Lucas estaba a mi derecha, junto con Oliver, y a mi izquierda estaba Aidan.

Aidan, ja, me pregunto si ese beso fue de verdad, o fue un impulso

Yo, el Desastre ✔ Libro#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora