Naruto: Una Alma Pura [PAUSADA]

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Los hombres miraron con tristeza al menor, cada palabra que había dicho, parecía que quería desahogarse, no importándole los demás. Lo comprendían, había pasado todos esos años sin reclamar y preguntar, como ahora lo hacía. Había llegado a su límite.

MINATO: - Tranquilízate, debes calmarte. No quiero que nada malo te pase. – Pidió haciendo un esfuerzo al tratar que su voz no saliera entre cortada.

NARUTO: - Que nada malo me pase... - Murmuro con ironía mirando el piso, perdiéndose en sus pensamientos. – Te das cuentas que eso fue exactamente lo que ha estado pasando, me ha pasado de todo, cosas malas, cosas buenas, muchas cosas... Y tú, ¡Y tu vienes a decir que no quieres que nada malo me pase! He pasado por todo, pero nunca estuviste ahí, Tou-san... - Levanto su mirada y sus ojos se clavaron en los del rubio, sus lágrimas bajando. Dándole una mirada rota, llena de tristeza, decepción.

ASUMA: - ¡Hijo! – sin importarle quien estaba adentro paso, para solo encontrar a Kakashi con una mirada triste, Genma en conmoción, Minato y Naruto con miradas dolidas, con este último en un estado deplorable.

NARUTO: - Espere tanto por ustedes, duele tanto... Me duele aquí. – Su mano agarro con fuerza su lado izquierdo, justo encima de su corazón. – Tou-san, ¿que hice mal? ¿Soy un niño malo para que me dejaran? Si es así, lo lamento tanto, nunca quise causar problemas. – Sin poder contener ya su llanto, lo dejo escapar.

Intentaba ferozmente limpiar las lágrimas, pero no podía detenerlas, ellas bajaban mojando su camisa.

Asuma se acercó con tristeza hacia su hijo, abrazándolo por la espalda y empezándolo a alejarlo del Namikaze mayor.

NARUTO: - ¡No! ¿Qué haces? No me ha respondido, quiero que lo haga. ¡No me lleves, quiero saber! – trato de zafarse del agarre que había sobe él. - ¿Por qué a ellos? ¿Qué hice? ¡Solo los quería a ustedes! ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? – sus suplicas fueron el eco de la habitación.

Ni uno se movió de su lugar, nadie dijo nada. Solo podían escuchar el llanto roto de Naruto, sus preguntas en un murmullo, pidiendo explicaciones.

ASUMA: - Aquí estoy... Aquí estoy, Naru, aquí está papá. - Murmuro abrazándolo con fuerza.

Su hijo no estaba bien, nunca estuvo bien. La aldea a la que había estado protegiendo lo había roto, maldecía haberla protegido de todos y que le pagaran así.

Su niño no tuvo que haber pasado por todo eso, Naruto era un niño bueno, alegre, amable y se entregaba con el corazón. ¿Por qué tenía que pasarle eso a él? Solo quería la felicidad para él, verlo vivir tranquilo sin la necesidad de que tuviera miedo a salir.

MINATO: - T-tus hermanos contenían el chakra del zorro, creímos que llevándolos lejos y alejarlos de un ambiente pesado seria lo mejor. Pensamos que al entrenarlos en el chakra podrían defenderse de todos, creímos que ellos eran los niños de una profecía... - No sabía si decir eso remendaría su error, pero al menos y quizás, satisfacería todas las dudas de Naruto.

Sus ojos captaron la figura deplorable de su hijo, aquel niño que había abandonado sin más, y que ahora, le pedía explicaciones de un error que solo el cometió y nadie más.

Lo miro con tanto dolor al ver como se echaba la culpa, no tenía por qué hacerlo, pero ¿Qué podía esperar de un alma rota?

NARUTO: - Pero ¿Por qué dejarme? ¿Acaso no me querían? Pudieron haber dejado a otro... - Negó abrazándose a los brazos del peli-negro. – Solo... Solo quería una vida mejor, sin miedo a salir, sin que nadie me dañara, sin pensar que había sido un error. Solo quería amor... - Otro sollozo abandono su boca, había obtenía respuestas, pero dolía tanto saberlas.