Naruto: Una Alma Pura [PAUSADA]

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El Sarutobi mayor solo negó con una pequeña sonrisa, Naruto tenía ese espíritu competitivo y retador que cualquier persona normal tendría, eso llenaba su alma de tranquilidad.

HIRUZEN: No precisamente, podría decir que algo parecido. – Tomo una pequeña pausa para fumar. – Los exámenes Chūnin serán dentro de unos días, todos los equipos participarán y tu Naruto, no puedes quedarte atrás. Oficialmente también eres el heredero de nuestro clan y no, - Levanto su mano deteniendo las palabras del menor. – el que seas adoptado no implica que no puedas tomar tal cargo, Asuma lo ha decidido y yo no veo el por qué no, incluso Danzo quería que lo fueras del clan de él. – Su rostro tomo seriedad ante sus palabras, el hablar de esos temas era de seriedad y no podían andar con juegos.

ASUMA: - Vez, no importa cómo te vea la ley o incluso las personas, eres mi hijo. – Declaro con una sonrisa mientras le revolvía su cabello. – Sabes cosas de clan y creo que es más conveniente de que seas el próximo líder del clan, después de mi es claro. – Bromeo mientras lo codeaba.

HIRUZEN: - Nos estamos desviando del tema principal. – Dijo mientras se acomodaba. – Como no estas integrado a un equipo, participaras en el examen en solitario. Eso no implica que las reglas cambiarán para ti, todos tendrán las mismas oportunidades y el mismo tramo de la competencia. – De su túnica saco un pergamino verde. – Solo se te agregarán unas cosas, pero que para ti no serán nada. La primera condición es que debes acabar con los equipos que estén retrasados más de lo que creas conveniente, toma sus bandas y llévalas contigo a la torre. Dos: debes llevar todos los pergaminos que puedas. Tres: Deja trampas a lo largo del camino que vayas recorriendo. – Al levantar su mirada se topó con unos ojos azules brillantes, era como ver el cielo lleno de estrellas. - ¿Tienes preguntas? – Pregunto con una gota cayendo de su frente.

NARUTO: - ¿Qué pasa con los equipos de la aldea? ¿Tengo que eliminarlos? – Ladeo su cabeza confundido. – Es decir, puedo ayudarlos. ¿Puedo hacerlo con otros equipos también? – Intercambio miradas entre ambos mayores.

HIRUZEN: - No, no creo que haya inconveniente. – Levanto sus hombros sin mucho interés. – En el pergamino no especifica eso, así que puedes hacer lo que creas que está bien. – Menciono con una mirada divertida.

NARUTO: - Eso es aún más divertido. – Dijo mientras tenía una sonrisa cómplice. – Supongo que Tenzou-sensei estará ese día, ¿verdad? – Sus ojos pidieron una confirmación.

Hiruzen asintió a la pregunta formulada del peli-blanco, sabía que el ex Anbu era una parte fundamental en la vida de su nieto, era como una pirámide en crecimiento. Todos hacían parte de la estabilidad que le brindaban.

Naruto era un niño en crecimiento con muchas responsabilidades que debía cumplir y que, en un futuro cercano, todos esperarían lo mejor de él, incluso que llegara a pasar en poder a su familia, ósea a ellos.

ASUMA: - Bien, Naruto es momento de ir a la cama. Recuerda que mañana tienes que estar a primera hora en el hospital. – Ínsito al menor a seguir su instrucción, sus ojos se divirtieron ante las muecas que el peli-blanco realizo. – Ordenes de Tsunade-sama. – Murmuro mientras lo conducía hacia su habitación, no sin antes despedirse del viejo Sarutobi.

NARUTO: - ¿Sabes? – Murmuro distraído. – Ahora que puede ver el mundo de otra forma, me siento bien, es genial estar bien. – Dijo con sus ojos entrecerrados, pero llenos de felicidad y de la que Asuma miro maravillado. – Antes no hubiera pensado que podría estar de esta forma, pero creo que estoy empezando a sanar, sé que es difícil y no lo hare de la noche a la mañana, sin embargo, estoy avanzando y me siento bien conmigo mismo. – Soltó una pequeña risa ante sus palabras, quizás ahora podría reírse de que alguna vez pensó que no podría llegar a tener toda esa felicidad que en un pasado se le había estado negando, pero que ahora, podía disfrutarla.

ASUMA: - Y yo estoy orgulloso de ti, de lo bien que lo has hecho, de cómo has enfrentado las cosas. Ten por seguro que hubiera sido otro niño, posiblemente no estaría hasta donde has llegado tu. – Saco de su boca su cigarrillo y saco todo el humo contenido. – Llegaras a grande y serás un gran ninja, yo estaré ahí para ti. – Murmuro mientras le depositaba un suave beso en su frente.

NARUTO: - ¿Siempre? – Murmuro mientras pequeñas lagrimas bajaban por sus mejillas, esperaba que las palabras del mayor se cumplieran.

ASUMA: - Siempre. – Afirmo mientras delicadamente quitaba esas lagrimas traicioneras, Naruto merecía todo.

Las cosas en un principio nunca fueron buenas y no esperaban que lo fueran, pero al menos hubieran esperado que hubiera sido tranquilo, sin menos daños. Siempre hubo momentos donde la vida de uno u otro peligraba, pero el querer volver a su hogar hacía que resistiera las más duras peleas, Asuma lo pensaba así.

Naruto era su hogar, su padre era su hogar, su sobrino; Konohamaru, era su hogar. Y siempre volvía a ellos.

Sin embargo, sabía que para otras personas su hogar estaba en ellos mismos, personas que se perdieron a ellas mismas y que ahora, yacían muertas.

(...)

DANZO: - Que te quede claro que lo hago por Konoha, si bien no pude tener el sombrero, puedo seguir protegiéndola desde las sombras, como siempre lo he hecho. – Dijo mientras cerraba sus ojos y su rostro tomaba seriedad ante el otro hombre.

: - Claro, por Konoha. - Murmuro sarcástico, sus ojos miraron divertido al de vendas. – Por Konoha y el Jinchūriki. - Observo como Danzo se tensaba en su lugar. - ¿Oh no es por él? – Inquirió mientras entrecerraba sus ojos.

DANZO: - Solo por la aldea. - Declaro viendo como sus Anbus se preparaban para cualquier cosa. – El objetivo de Raíz es hacer los trabajos sucios de la aldea. - Afirmo mientras lo miraba sin una pisca de emoción.

: - Bien, - Murmuro mientras levantaba sus hombros restándole importancia. – Necesito ir a lo que vine. - Empezó a caminar hacia la salida, Konoha no sabría que mantenía trabajos sucios con uno de sus consejeros.

Después de todo, lo único que hacía era trabajos para su beneficio y para vengarse de su antigua aldea. 

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