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Las hojas danzaban a los compas del viento, los pájaros pillando se escuchaban en los árboles, las risas de los niños resonaban en los parques.

Los meses habían pasado desde el anuncio del regreso de Namikaze Minato y su familia, claro que hubieron muchas preguntas por parte del área civil y muchas quejas en el lado Ninja. Una aldea necesito de su Yondaime, pero sin importarle eso al rubio, se fue dejando necesitada a su aldea que por tanto tiempo había protegido.

La relación de la familia Namikaze y la Sarutobi estaba quizás de mal en peor y no era para menos. Naruto después de salir del hospital se había refugiado en su habitación, evitaba todo tipo de contacto. Parecía que miraba a la nada y se quedaba por varias horas así, era triste ver en ese estado al menor.

Su sonrisa no aparecía por mas que intentaban, sus ojos opacos en todo momento daban un sentimiento de impotencia. No hablaba mas de lo normal, sus pesadillas eran una estaca en el corazón de todos cuando lo escuchaban gritar. La forma en que su comportamiento había cambiado les hizo saber que le había afectado todo lo que había pasado en un solo día.

Asuma intentaba hallar la forma de hacer que Naruto pudiera hacer el mismo niño de antes, su sonrisa llena de vida, su energía que llenaba la casa, que hablara y preguntará por cada cosa que quería saber, pero el peli-blanco pareciera evitarlos a toda costa.

(...)

NARUTO: - Tou-san... - Susurro viendo el piso, el día había empezado y como todos los días cada uno de los integrantes había salido a cumplir su deber como Ninja. Asuma también salía con su equipo que recientemente le habían dado, pero por cuestiones personales había otro Ninja que lo remplazaba temporalmente.

ASUMA: - ¿Qué sucede? - Sus ojos miraron la figura de su hijo. Su mirada se suavizo mirando el estado en el que se encontraba Naruto. - ¿Quieres comer? ¿Quieres hablar? - Pregunto.

NARUTO: - ¿Por qué ellos se fueron? ¿Por qué me quieren ahora? Yo no quiero que me lleven, estoy feliz de estar contigo. ¿Por qué no pueden dejarme contigo? - Con cada palabra su voz se volvía triste. - Yo soy tu hijo, no pueden llevarme. Quiero dejar de tener tanto miedo, pero no puedo. Y lo intento cada día, pero no puedo porque todo se vuelve oscuro con voces que me dicen que me dejaras, que ellos me llevaran, que no merezco ser feliz, que un demonio no merece todo lo que tengo. - Sus ojos mostraron una tristeza profunda haciendo que el corazón de Asuma doliera. Estaba claro que quería ayuda para enfrentar todo eso.

Que Naruto estaba luchando por salir adelante, sus esfuerzos que hacía alegraban a cada corazón de los que le querían. Sin embargo, estaba ese obstáculo que le impedía ser feliz, ser un niño de vida y alegría.

ASUMA: - Ellos no podrán llevarte por mas que lo quieran, ¿De acuerdo? Nunca dejare que te tenga, a menos que tu lo quieras. - Atrajo al cuerpo mas pequeño a un tierno abrazo.

Se quedaron en esa posición por varios minutos, en los cuales solo se escuchaba la respiración calmada de Naruto, con alguno que otro murmullo salir de sus labios.

Asuma esperaba que todo marchase bien y que Naruto estuviera bien y que regresara con esa vibra tan suya, porque al igual que todos extrañaba a su tierno y curioso hijo.

NARUTO: - ¿Podemos salir? Quiero cambiar, que nada me afecte, pero tengo mucho miedo de que tu me abandones, que ellos me lleven y me quede solo. - Murmuro mirándolo directamente a sus ojos, esperando una confirmación a su pregunta.

ASUMA: - Siempre estaré para ti, daré mi vida si es necesario. Aunque no lleves mi sangre, ese mi hijo, ¿Entiendes? Siempre te voy a querer. - En un acto de que decía la verdad, lo abrazo mientras repartía besos por todo su rostro.

Su corazón se calentó y brinco de alegría cuando escucho nuevamente la risa que tanto le había hecho falta, esa que alegraba sus mas oscuros rincones. El mismo empezó a reír, contagiándose de la alegría que empezaba a emanar el menor y que esperaba que todavía siguiera.

ASUMA: - Bien, vamos por ropa cómoda para salir. Podemos ir con Pops o a los rostros Hokage's, ¿Qué prefieres? - Pregunto mientras se levantaba y empezaba a caminar en dirección a sus cuartos, llevando en brazos al menor.

NARUTO: - Ir con oji-chan, eso suena bien, ¿También podemos ir a ver a Danzo-Oji-chan y Kashi-ni? - Se acomodo en los brazos del peli-negro, sintiendo ese gesto tan cómodo y lleno de amor.

ASUMA: - Lo que tu quieras. - Dijo mientras trazaba líneas inexistentes en su espalda.

(...)

ASUMA: - ¡Pops! - Dijo abriendo la puerta de una patada, sonrió nervioso al ver que no se encontraba solo y que todos lo miraban con el ceño fruncido.

HIRUZEN: - Asuma, ¿Qué se te ofrece? Estamos en medio de algo importante. - Dejo escapar una bocanada de humo mirando serio a su hijo, aunque viendo que se encontraba mas alegre y fuera de casa, iba a preguntar por su nieto peli-blanco.

ASUMA: - Lo siento, es solo que-... - Su hablar fue interrumpido por un borrón blanco con negro que entro directo a la oficina y a estrellarse con el viejo mono, alertando a los Anbu. - Si bueno, el esta haciendo el intento por mejorar y pidió que viniéramos. - Rasco su nuca viendo como su hijo estaba encima de su padre, quien lo veía con sorpresa y felicidad.

NARUTO: - ¡Oji-chan! - Exclamo con euforia, dejo escapar una risa, cosa que llamo la atención de todos.

Para muchos fue como una paz llenar sus almas al escuchar la risa del menor, sentían que era una señal de que se recuperaría, lento, pero seguro. Ganándose una sonrisa de medio lado de los consejeros del Hokage que miraban la escena con gracia y felicidad de que al menos el color estuviera volviendo a Konoha. Porque sabían que Naruto era una pieza fundamental para la aldea y para la vida de muchas personas.

HIRUZEN: - Pequeño, me alegro que este mejorando. ¿Cómo te sientes? ¿Quieres algo? Puedes pedir lo que quieras. - Naruto rio por las preguntas y por la felicidad que sentía al saber que tenia una familia que siempre velaba por su seguridad y salud.

NARUTO: - Estoy bien, Oji-chan. Quería salir y Chichiue dijo que podríamos venir a visitarte, luego iremos con Danzo-oji-chan y Kashi-ni. - Sus manos se dirigieron al traje del mayor y con ellas empezó a jugar ante la atenta mirada de todos. - Después planeo hacer que comamos juntos, Kurama-nii también quiere comer, ¡Todos comeremos juntos! - Levanto sus brazos al aire, haciendo que algunos papeles volaran.

Hiruzen dirigió su mirada a su hijo con una ceja alzada, se alegraba que su nieto estuviera mejor. Su respuesta fue solo un levantamiento de hombros sin mucha información de Asuma, pero sabia que un Naruto lleno de alegría y mejorado era mejor que el que se refugiaba en su habitación sin salir y evitando a todos. Dejo pasar todo y concentro su atención en el peli-blanco, quería disfrutar de cómo se recuperaba.

HIRUZEN: - Entonces debo apurarme con el papeleo si quiero comer con ustedes, ¿Puedo? - Pregunto acariciando el cabello blanco.

NARUTO: - Claro, pero tienes que decirle a los demás también, ahora quiero ir a los rostros Hokage. - Se fue bajando del regazo de Kage y camino hasta a la par del peli-negro. - Te veremos después Oji-chan, recuerda decirle a los demás... - Agarro la mano de Asuma y tiro de ella. - Vamos Chichiue, camina. - De fondo se empezó a escuchar la voz de Naruto y su risa.

(...)

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Naruto: Una Alma Pura [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora