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ASUMA: - ¡Pops! – Este llego apresuradamente, sin importar quién estuviera en la oficina, el Anbu le había informado algo relacionado con su hijo y no sabía que más. Su mente solo reaccionó a salir de su casa al oír qué se trataba de su pequeño.

NARUTO: - ¡Chichiue! – Este se zafó del agarré que tenía el Shimura sobre el y corrió a ponerse detrás de Asuma, que lo veía y notaba como estaba temblando. - ¡Quiero irme! ¡Vámonos! – Pidió suplicante a Asuma, sus ojos tenían gruesas lágrimas y respiraba agitadamente, como si el aire no le alcanzará. - ¡No quiero estar aquí! ¡Vámonos! – Sus sollozos se hicieron más fuertes, tirando del chaleco a Asuma.

ASUMA: - Shhh tranquilo, aquí estoy. – Susurro agachándose cerca de Naruto. – Todo estará bien. – Abrazo con fuerza al menor sintiendo como se aferraba. Lo alzó y su mirada volvió a posarse dentro de la oficina, donde vio los causantes de que su hijo estuviera en ese estado, su mirada mostraba odio y enojo. – Vamos a casa. – Sintió como Naruto hipeaba y trataba de que el aire llegara hasta sus pulmones.

KUSHINA: - ¡No! ¡Tu no te lo llevarás! – grito mirando como Asuma estaba dispuesto a llevarse al menor. - ¡Es mío! – Sus cadenas fueron dirigidas con gran velocidad hacía el peli-negro, no importándole si dañaba en el proceso a Naruto.

Antes de que siquiera llegarán a rozar a los Sarutobi's, un chakra conocido se interpuso y del interior del oji-celeste salió un pequeño zorro, sus gruñidos se escuchaban tan amenazadoramente que algunos retrocedieron temiendo de que el Kyubi atacara Konoha como hace 12 años.

KURAMA: - Vuelve a intentar atacar a mí cachorro y no la contarás. – Su voz se escuchaba tan ronca y llena de ira. Sus ojos los tenía clavados en la Uzumaki.

Todos se tensaron ante tal ser, temiendo que atacara y esta vez no pudiera hacer algo, pero vieron como el zorro daba media vuelta y se subía encima de la espalda de Naruto, agarrándose de su camisa.

NARUTO: - Quiero... Irme, por favor. – Escondió su rostro en el cuello de Asuma, pidiendo irse y claro que su petición sería cumplida. – No dejes que me lleven Chichiue, no quiero. – Minato al oír las palabras de su hijo, sintió el peso de no llevárselo con el, sentía que no tenía derecho de tenerlo y menos en ese estado. El oji-celeste estaba roto y todo por su estado de Jinchūriki y el haberlo abandonado.

ASUMA: - Así será. – Con eso empezó a salir dejando a todos en un silencio profundo. Tenía que calmar a su hijo y estaba seguro que nuevamente quizás volverían a las pesadillas y ataques.

HIRUZEN: - Todos pueden retirarse, nadie tiene derecho a decir lo que acaba de pasar en esta oficina. Equipo 9 estará suspendido hasta nueva orden y quiero que mantengan discreción ante todo. – Pido este con su mirada tan dura como una roca.

GUY: - Lo haremos Hokage-sama, nadie dirá nada, tiene nuestra palabra. – Este realizó junto con sus alumnos una reverencia, esta vez no hubo exclamación de sus llama de la juventud. En todos se podía ver la seriedad que tenían.

HIRUZEN: - Pueden retirarse. – Despidió al equipo, mientras avanzaba hasta su escritorio y mandaba una señal junto con Danzo a sus respectivos Anbu's para que se fueran. – Más tarde se realizará una reunión con todos los líderes de cada clan, espero que estés presente. – Su mirada se volvió hacía Minato el cual solo asintió. – Y quizás después te presentarás de nuevo al pueblo. Solo... – Todos estuvieron expectantes ante lo que diría a continuación. – Solo ten mucha discreción con respecto a Naruto-kun. – Con eso despidió al rubio.

En un instante se dejó ver un flash y toda la familia Namikaze-Uzumaki se había retirado. Dejando solos a ambos mayores. El viejo mono soltó un suspiro cansado y de frustración, todo se había ido por la borda y Naruto era el único que había salido afectado, su mente divago si volvería a tener todos sus problemas.

DANZO: - Deberías descansar, quizás hasta que empiece la reunión. – Aconsejo este, viendo aún más viejo y cansado al Kage. – Claramente todo se pondrá feo, solo espero que Namikaze actúe bien por esta vez. – Su voz había salido neutra.

HIRUZEN: - Lo aré. – Asintió a lo dicho por su compañero, estaba cansado y todo sería aún más pesado para el, ya no era un joven y lo tenía en claro. – Espero que Asuma pueda calmar a Naruto-kun. – Su mirada mostraba tristeza por la forma que se había tornado todo.

(...)

Cuando llegaron a la mansión, Asuma lo primero que hiso fue tratar de calmar a Naruto, ayudándole a calmar su respiración.

ASUMA: - Shhh, tranquilo ya no estás con ellos. –  Trato de hacer que el menor dejara de temblar, lo cual era una tarea difícil. – Aquí estoy, nadie te separara de mí. – Quiso acercarse al menor y poder transmitirle seguridad, pero Naruto retrocedió viéndolo con miedo.

NARUTO: - No.... – Dijo en un susurro, haciéndose bolita en el suelo, queriendo evitar todo contacto con la gente.

Ante sus acciones, el Sarutobi supo que volverían a la viejas rutinas. Estaba maldiciendo a los Namikaze por haber llegado y por dañar a su hijo, claramente quería evitar ese encuentro y no había salido bien.

ASUMA: - Tranquilo, no te voy a hacer daño. – Intento convencerlo de dejar que se acercara. Pero lo único que recibió fue una negación rotunda del menor. - ¿Quieres algo? – Ofreció en un susurro tratando de distraerlo.

NARUTO: - Y-yo no quiero que me dejes. Chichiue no me dejaras. ¿Verdad? – Hablo con voz entre cortada, sintiendo un nudo en su garganta. - E-ellos qui-quieren llevarme. Por favor Chichiue no lo permitas. – Se tiro a los brazos de Asuma dónde lloro desconsoladamente mientras temblaba.

ASUMA: - Nadie lo hará, estarás conmigo. – Lo abrazo con fuerza dejando que llorara y juntos se tumbaron en el suelo, Asuma sintió como su chaleco se sentía mojado y supo que eran por las lágrimas del oji-celeste. – Shhh. – Paso su mano por toda la espalda.

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Naruto: Una Alma Pura [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora