PARA TI: POR SI VUELVES A MI

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En cada hoja, el aroma frutal que acompañó esa noche, en nuestro primer baile de primavera, era lo primero en encontrar. Te paseabas por mis alrededores, dejando tu presencia en cada esquina. Mi habitación jamás se sintió vacía, pero pronto se acostumbró a tu estancia.

Y dolía, dolía más que pensarte. Dolía más que imaginarte. Dolía más que tus palabras. Dolía más que tus besos…

El solo hecho de encontrarte en un recuerdo, eso dolía más que cualquier otra cosa que pasamos juntas. Porque, al menos, estábamos las dos y ahora soy yo, con tu aroma, sin su presencia.

Encontré un momento donde dejaste de doler. Podía ver las flores sin pensar en ti, podía caminar por la fuente sin recordarte, podía oler distintos aromas sin extrañarte, podía sentir felicidad sin pensarte. Pero solo me mentí. En lo más profundo, siempre estuviste ahí. Me dolía, aún me duele y sé que me dolerá por la eternidad, pero aprenderé a vivir con el dolor. Lo abandonaré en el proceso, dejaré de ser "Hady, la reina que creaste” y simplemente seré "Hady, la princesa de Lacroix”.

Tal vez, quitarte de mi nombre, sea menos doloroso... Y sea una razón para molestarte, que te enoje, que te cause rabia, que te dé intriga saber porqué dejé el reino después de nuestra lucha por obtenerlo y que regreses. Que vuelvas porque me haces falta. Que te necesito como respirar. Que me encuentres una vez más sin importar el lugar. Solo quiero verte, que me dejes encontrarte, quiero tocarte, besarte, sentirte...

Vamos a encontrarnos en el árbol de cerezos que pintaste para mi y, cuando quiera abrazarte, esta vez huye porque seré incapaz de soltarte.

La reina doradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora