⚠︎𝙲𝚘𝚗𝚝𝚎𝚗𝚒𝚍𝚘 𝚜𝚎𝚡𝚞𝚊𝚕 𝚎𝚡𝚙𝚕𝚒𝚌𝚒𝚝𝚘⚠︎
El ambiente en el club era otro nivel, la música me hacía bailar y los tragos que llevaba encima me ponían más amable de lo normal.
Venir de viaje a Corea es definitivamente una de mis mejores desiciones en lo que va del año, además estaba un poco aburrida en Japón, así que venir aquí fue mi primera opción y no me arrepiento.
Mis caderas se movían de un lado a otro, estaba bailando con mi mejor amiga pues habíamos venido juntas.
— ¿Ya viste a ese rubio que no te quita la mirada de encima?.
Voltee de forma discreta y vi a un chico alto de lentes que se estaba acercando, ¡Es muy guapo!. Quizá es mi momento para conseguir algo más interesante en Corea.
— Hola linda.
— Hola guapo.
Con mi amiga chocamos las palmas de manera discreta, era obvio que íbamos a salir separadas desde que entramos.
— ¿Bailamos?.
— Por supuesto.
Me tomó de la cintura y comenzamos a bailar juntos al ritmo de la canción que sonaba en ese momento. Era una constante batalla por ver quién tomaba el control del baile. Sus manos tampoco se quedaron quietas pues me acariciaban la cintura y bajaban a mis caderas para acercarme a el.
Yo no me quedé atrás y con mis manos acariciaba su abdomen y pecho, puedo sentir sus músculos aún por encima de la tela y eso es bastante impresionante. La canción de un momento a otro se puso más sensual por lo que esta vez nos movimos lentamente sin apartar la mirada el uno del otro, estábamos en un duelo constante.
Cuando la canción acabó me sentí muy acalorada, ¿Quién es este chico y en dónde había estado toda mi vida?.
— Vamos por unos tragos.
Susurré en su oído y me atreví a mover el lóbulo de su oreja a lo cual el respondió apretando mi trasero. Me gustan los chicos atrevidos.
— Claro, vamos, yo invito.
Nos fuimos juntos a la barra y durante el muy pequeño camino había algunos roces que nos delataban. Me recargue en la barra y me aseguré de que mi trasero se viera lindo, lo confirme cuando sentí su mirada.
— Yo pediré Vodka, ¿Tú qué deseas preciosa?.
— Lo mismo, guapo.
Le guiñe un ojo y no pasó ni un minuto cuando nos entregaron los tragos, eso sí que es eficiencia. Brindamos y los tomamos de un solo trago, cuando bajé el vaso lo acerqué a mi por su camisa.
— Vayamos al grano, ninguno vino a hacer amigos.
Se veía visiblemente sorprendido, pero también emocionado. Lo besé y el me correspondió con agresividad queriendo controlar el beso, pero no lo dejaría así que respondí con la misma agresividad. Una de mis manos fue a su abdomen, dejando leves caricias y bajando lentamente hasta llegar a su erección, comenzando a dejar leves caricias con la mano.
— Se donde vamos a empezar.
Se separó de mi y me tomó de la mano, yo simplemente me dejé llevar y cuando llegamos al baño de hombres todos comenzaron a cubrirse.
— Todos salgan ahora.
Me sorprendió ver qué ninguno se negó, todos salieron corriendo y una vez que estuvimos solos el volvió a besarme desesperadamente y yo correspondí de la misma forma, hundiendo mis manos en su cabello jalandolo de vez en cuando.
