¿Cómo detienes a la persona que amas de hacerse daño?.
Me explicaré mejor, Zack y yo nos conocemos desde siempre, nuestras familias son bastante unidas y a mi siempre me pareció el niño más lindo que había conocido, todo iba relativamente bien, pero cuando Mira llegó a su vida todo para mí se vino abajo y para el todo tomó un nuevo sentido.
Me hice a un lado, ¿Quién no quiere ver a la persona que ama ser feliz no importa con quién? Por amor siempre hay que hacer sacrificios, eso me lo dijo mamá, son las palabras con las que manejo mi vida. Cuando llegó Mira me hice a un lado para que el pudiera ser feliz, cuando mamá murió saqué toda mi fuerza y apoyé a papá cuidando de mi hermana menor, cuando papá volvió a encontrar a alguien lo apoyé.
Todos son sacrificios que he hecho por amor, por lo que entiendo cuando Zack sacrifica su físico por Yohan, entiendo cuando intenta traerlo de vuelta a casa aunque sabe cómo terminará eso. El se sacrifica por Yohan todo el tiempo, pero Yohan ya no puede ser rescatado... Para mí mala suerte yo soy quien termina curando las heridas de Zack siempre, soy débil ante el.
Y esta es una de esas ocasiones donde soy débil, llegó golpeado a mi casa y con la ropa manchada de sangre, al verlo así la angustia creció y tuve que llevarlo rápido a mi habitación para que mi padre no notara su estado.
— Se que es lo que estás pensando.
— Entonces no debo decirlo, calla antes de que me hagas enojar más.
Seguí desinfectando las heridas en su cara, tratando de concentrarme solo en sus heridas, pero siempre que estoy cerca de su rostro mi mente no deja de fantasear con un beso.
— El es mi mejor amigo.
— Y te golpea hasta casi dejarte inconsciente cada vez que te ve.
— Tu dices que siempre hay que ayudar a las personas que amas.
Dejé el algodón a un lado de la cama tomando con dos de mis dedos el puente de mi nariz con frustración. Ahora usa mis palabras en mi contra y las malinterpreta, enserio que Zack a veces me provoca ser alguien violenta.
— No cuando esa persona no quiere que la ayudes, no cuando esa persona te lástima.
— ¿Y qué hay de ti? Haciendo sacrificios por ese estúpido chico que te gusta solo para que el sea feliz, eres una tontita.
Me crucé de brazos y me levanté de la cama para verlo desde arriba, si supiera que el chico del que le hablo es el no estaría diciendo esto.
— Es diferente, el no me golpea y no me lástima.
— Mentirosa, me dices que siempre que habla sobre la chica que le gusta te duele.
El también se levantó con un semblante molesto pero aún adolorido, las heridas de su rostro se ven tan mal... Pero es un tonto terco, así que se puede curar las heridas el solo.
— Pero el no me deja sangrando, es diferente, si Yohan quiere lanzarse de un puente para conseguir lo que sea que quiere conseguir es su vida, tu no puedes interferir en eso.
— ¿Pero y si se está lastimando? ¿Y si yo puedo evitar que siga así?.
— ¡No puedes ayudarlo! ¡¿Lo entiendes?!.
Me pasé la manos por el rostro desesperada, siempre ha sido un terco, pero cuando se trata de sus amigos lo es aún más y eso es algo que me gusta de el, pero en este caso me molesta y aterra que lo dañe.
— ¡Si puedo!.
— Zack, el no quiere que lo ayudes... Deberías concéntrarte en las personas que de verdad te aman.