El especial navideñisimo se dividirá en 4 partes ya que son historias cortas de "¿Qué pasaría si Laila se hiciera novia de algunos de los chicos?" Así que básicamente pasará navidad con ellos. Y si son nuevos, Laila es la prota de mi fanfic, soooo corran a Leerlo y que disfruten.
[Aquí será Daniel en su cuerpo original, pero en los capítulos más actualizados, o sea es un papucho. Lo medite demasiado y llegué a la conclusion de que era lo más lógico.]
Daniel:
Choe manejaba mientras que un Daniel bastante nervioso se encontraba a un lado de su novia. Ella por su lado estaba más que nerviosa, iba a conocer a la mamá de su novio por primera vez, en cada historia que contaba Daniel ella era un ángel de persona, pero aún así se sentía como en una de esas novelas coreanas en las que la suegra era mala, además era extranjera y a su criterio parecía una prostituta.
Se compró un montón de ropa nueva y también para la mamá de Daniel, incluso a él le hizo todo un guardarropa completamente nuevo, así que el coche iba lleno de bolsas.
Daniel, más que estar nervioso por su mamá, estaba nervioso por ir en el coche con alguien que era prácticamente el tercer padre de Laila y además le clavaba la mirada por el retrovisor de una manera realmente intimidante.
Por supuesto, llegaron unos días antes para poder establecerse y pasar más días en casa de Daniel, además ella no quería molestar a Choe en navidad, creía que eso sería egoísta y sinceramente todos pensamos lo mismo. Pronto estuvieron frente aquella casa.
Laila bajó del coche seguida por su novio y Choe. Aún no creía que fuera real que Daniel fuera su novio, es más aún no podía creer por todo lo que pasaron para poder estar juntos, todo para terminar en ese momento, donde Choe baja sus maletas y todas las bolsas de compras.
— Yo debo irme, -anunció el hombre- no hagas ninguna estupidez. -volteó después hacia Daniel- Y tu, más te vale cuidarla.
— P-por supuesto señor.
Subió de nuevo al coche y se fue dejando a los dos jóvenes nerviosos, solo estaban ahí parados. Laila respiró profundamente para reaccionar y volteó hacia su novio tomando sus mejillas y acercándolo a su rostro.
— Vamos a hacer que tu mamá me ame.
— Ella lo hará.
Besó cortamente los labios de su novio y se alejó sonriendo al ver su rostro totalmente sonrojado. Cuando abrieron la puerta y notaron que no había nadie, se sintieron aliviados, podrían tomar un respiro y acomodar las cosas que tenían en las bolsas.
Lo primero fue limpiar todo, eso no les tomó mucho tiempo porque ya estaba prácticamente limpio. Así comenzaron a decorar la casa, un árbol de navidad, luces todas las bolsas de regalo que cubrían casi media sala.
Los dos se encontraban completamente exhaustos, sobre todo Laila quien tuvo que pelear más de una vez con Daniel para que la dejara hacer las cosas, así que quería descansar y además también deseaba conocer el antiguo cuarto de Daniel, pero tenía miedo de que su mamá los viera a los dos solos en aquella habitación.
— ¡Estoy muy cansada!.
— ¿Quieres algo de agua? ¿Tienes hambre?.
— ¿Sabes a qué hora llegará tu mamá?.
Esa pregunta salió de sus labios más rápido de lo que pudo pensarla. Su rostro se puso completamente rojo, pero Daniel en realidad estaba confundido, se preguntaba para qué quería saber eso, pero su confusión terminó cuando vió la timidez de su novia y sus mejillas sonrojadas.