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La casa del gran sabio había sido remodelada desde que Macaque comenzó a vivir con él. Sucede que el de pelaje oscuro decia que el hogar era muy pequeño y sería bueno tener más espacio (y una habitación nueva por si se peleaban no tener que dormir uno en el sofá).

Ahora la casa solo se amplió, contando con dos habitaciones, cocina, comedor, sala y un baño. Gracias a eso MK pudo conseguir quedarse en una cómoda habitación en casa del gran sabio.

Su primer dia iniciaba allí, habia llegado en la tarde el dia pasado, la cama era bastante cómoda y no tuvo problemas. Al llegar el dia, se levantó, estirandose, realmente habia sido un buen descanso. Ahora que lo pensaba, esta era una gran oportunidad para aprender más de sus maestros, maestros porque desde que volvieron a estar juntos, sus clases fueron entre los dos. ¿Quizás descubra algo del pasado que tanto evitan el mencionar?

Salió de la habitación, emocionado por aquel nuevo dia, pero lo primero que vio mientras salía de la habitación fue a  la pareja de monos besandose, con Macaque contra la pared y Wukong paseando sus manos por el cuerpo del otro, ambos solo llevaban la parte de abajo de su ropa.

Al escuchar la puerta del cuarto de MK siendo abierta, Wukong levantó las manos como si fuese visto cometiendo algun crimen y separandose al instante, mirando a su invitado.

—Oh, MK, jajaj... Había... Olvidado que viniste aquí, hola.— Saludó Monkey King nervioso.

Por otro lado, Macaque solo bufó, quizás decepcionado porque su diversión acabó porque ahora tenian "un niño" en casa.

—Hey, chico. ¿Qué tal dormiste?—Esta vez saludó Macaque, sonriendo, totalmente como si nada, a diferencia de Monkey King no parecía avergonzado.

—...Bastante bien, gracias.—Respondió MK tratando de hacer como que aquello que vio fue algo que se imaginó.

—Es bueno de oir.— Macaque se acercó a el y le dio una palmada en la espalda, luego fue a la cocina. —¿Tienes hambre?—

—Si, algo.—

—Vamos, sientate entonces.—

MK tomó asiento en el comedor, igual que Monkey King, aunque para el joven era una sorpresa ver como Macaque se movia por la cocina como si fuese su propio sitio, nunca imaginaria que Macaque supiese cocinar, aunque de hecho le da alivio saber que no comeria el pelo de Wukong.

—Aquí tienes.—

Macaque le dijo aquellas palabras y luego colocó en la mesa frente a el un vaso con jugo de naranja y un plato con hotcakes, ya con el sirope encima, además de los cubiertos 

—Recuerda que debes comer bien.— Recalcó Macaque, curiosamente se oía como una madre, aquel pensamiento hizo sonreir a MK y agradeció para luego comenzar a comer.

—¿Y mi plato?—Preguntó Wukong.

—Buscalo tu.—Respondió tajante Macaque para ir a la cocina y buscar su propio plato y vaso, tambien tomando asiento.

Wukong al final si tuvo que buscar su propio plato y servirse.

Pero fuera de eso, habían compartido un desayuno juntos, realmente agradable, de hecho.

Ese sí era un buen inicio.

Claro, si ignoramos el verdadero inicio que tuvo que presenciar el pobre de MK, pero ignoremos eso.

Shadowpeach Family [LMK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora