—¿Y? ¿Qué tal es vivir con ellos?— Preguntó Tang.
—Pues...—MK necesitaba pensarlo bien.
Probablemente había pasado un mes desde que comenzó a vivir con ellos, y fue realmente... ¿Cómo decirlo? No era malo, de hecho, era sorprendente que parecieran una relación estable, y de hecho, había momentos donde se sentía cómodo con ellos, era como estar en una familia, Macaque era quien más se encargaba de ello, alimentándole y cuidándole de más.
—Es diferente a lo que pensaba.— Respondió MK.
—Uuuuy, suena a que vives bien allí.— Comentó Mei para luego reír.
—Aunque no es nada comparado con mi casa.— Dijo con orgullo Red Son.
—De hecho, nada comparada a la mía.— Agregó Mei.
Los cuatro estaban en la sala de juegos de la casa de Mei, no era más que una tarde de pasar el rato y charlar entre amigos.
—¿Entonces si la pasa bien?—Preguntó Tang.
MK dejo de jugar y sonrió, alardear no sonaba tan mal, ya que tampoco lo hacia por maldad, de hecho, era agradable de recordar, en especial cuando... Bueno, perdió a sus padres pronto. Si bien Tang y Pigsy eran como una especie de figura paterna, más que nada eran sus amigos. Pero estar con la pareja de monos era diferente.
En especial porque era el sucesor del rey mono, y muchas veces se refería a el como "hijo". Aunque no lo admitía, MK no podía evitar sentirse... ¿Cómo decirlo? ¿Feliz? Cuando escuchaba eso.
—Son realmente maravillosos. Macaque cocina muy bien, y siento que ahora nos llevamos mejor, es divertido sacarlo, ya saben que tiene estos problemas con las personas, pero el interactuar con otras personas cuando salimos le ayuda mucho. Cada día está lleno de diversión, ¡Incluso siento que aprendo el doble en entrenamientos! Aunque a veces se pelean, es muuuuy divertido, y...— MK siguió contando aquellas cosas con emoción, recordando cada momento hasta ahora, cosas pequeñas, realmente estaba disfrutando vivir con ellos.
Pertenecer a una familia otra vez.
—Owww, ¡Qué celos! Aquí es taaaaan aburrido.— Se quejó Mei.
—¿De qué te quejas? ¡Tienes una gran sala de juegos!— Respondió Red Son.
Ambos comenzaron a hablar/pelear, mientras que MK reía ante verlos así, Tang miró a MK y aprovechó para hablarle sobre algo que estuvo pensando.
—Suena que ha sido una buena vivencia.— Dijo Tang. —Pero... Solo para recordarte que en un mes o menos se terminará de arreglar el sitio de Fideos de Pigsy, también tu casa, MK.—
No era por quitarle la emoción al joven Monkie Kid, pero Tang había notado en el relato como le brillaban los ojos al chico por la felicidad, debía recordarle que no era para siempre, que no debería de apegarse tanto. Parece que funcionó, porque MK detuvo su sonrisa mientras respondía un "Oh". Si, lo había olvidado, un día debía de irse.
MK abrió la puerta de aquella casa que comenzó a sentirse tan familiar desde hace un tiempo. Al entrar pudo ver a la pareja de monos sentados en el sofá viendo la televisión, quienes rápidamente se giraron a mirarlo.
—¡Hey, chico! Al fin llegas. ¿Fue un buen día?—Dijo Monkey King.
—¿Tienes hambre?— Preguntó Macaque, dispuesto a levantarse y poner la cena del joven en la mesa, después de todo ambos monos ya habían cenado.
—No, gracias. ¡Hoy cené de los fideos de Pigsy! Así que estoy bien. Pero estoy taaaan cansado.—Durante sus palabras, dio un bostezo. —Así que voy a dormir, ¡Buenas noches!—
Ambos monos se despidieron y volvieron a ver la televisión, mientras MK entro a su habitación, cerrando la puerta y suspirando.
Esto es malo.
De verdad había comenzado a sentirse en su hogar.
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Shadowpeach Family [LMK]
FanfictionPequeños cortos de las aventuras de la familia Shadowpeach