3

3.1K 307 60
                                    

Habían pasado justamente 3 dias desde eso y Wukong aún no entendía la molestia contraria. Más a pesar de eso, seguían... ¿Normal? No sabría decirlo.

Seguían durmiendo juntos, si Macaque estuviese muy molesto no haría eso. También Macaque preparaba el desayuno y comían todos juntos, además de las otras comidas del dia. A veces hablaban tranquilamente y hacian cosas como tomarse de las manos, pero Wukong rapidamente se apartaba cuando MK aparecía.

Hablando de MK, el estaba bastante cómodo, se había acostumbrado en pocos dias a la vida allí, tenía comidas bastante deliciosas, nunca hubiese imaginado eso de Macaque, además de que cuando iba a salir por mucho tiempo, Macaque le entregaba una comida para que se llevase, de verdad que parecia algo así como una madre preocupada, pero no iba a decirle eso, sabia que no saldria bien.

Los entrenamientos eran cada dia, aprendía mucho, y Macaque sí que ayudaba corrigiendo cualquier cosa al instante, aunque a veces Monkey King no estaba tan de acuerdo y terminaban discutiendo sobre la verdadera forma correcta, pero nada tan grave.

Solo que si notaba que las cosas no parecian tan bien ahora entre ellos y, bueno, si no estaban bien, no podia atreverse a preguntarles algo, ¿No?

Fue una noche cuando MK llegó a casa, bastante cansado tras un largo dia de juegos, pudo ver afuera a Macaque, sentado bajo un árbol sobre un acantilado, mirando la luna, más no se acercó. Pero también al llegar a casa pudo ver a Wukong sentado en una silla del comedor, suspirando mucho, se veia bastante desdichado.

—¿Pasó algo, Monkey king?—Preguntó curioso MK.

Su maestro solo se acomodó bien en la silla, pero se le notaba que no estaba tan animado.

—Son cosas de adultos, nada grave, chico.—

—¿Se trata de Macaque?—

Haba dado en el blanco, porque Monkey king palideció ante ello, poniendose algo nervioso.

—Puede ser...—

—¿Pelearon?—

—No, no, solo que está molesto y no sé por qué.—

—Y... ¿Has pensado en preguntarle?—

Algo tan simple en la cabeza de MK, pero curiosamente dejó sin palabras a Wukong.

—...De hecho, no.—

—¿Y por qué no le preguntas?—

—Bueno, no sabía si me iba a decir.—

—Quizás debas decirle que... En realidad no sabes lo que hiciste mal y que quieres saberlo, así podrías disculparte.—

—...Tienes razón, debería hacer eso. Gracias, chico.—

—Fue un placer, ¡No todos los dias puedes ayudar al gran Monkey king! El gran sabio como el cielo.— Al decir eso, se fue a su cuarto.

Wukong suspiró, si, claro, el gran sabio que en realidad aunque sepa mucho, no sabe por qué su pareja está molesta. Solo le preocupaba que no saliera bien y terminaran separados otra vez.

Se llenó de valor y fue donde se encontraba su esposo, sentandose a su lado.

—Hey... Mac.— Saludó.

—Ya me iba.— Respondió el otro para levantarse.

Pero no pudo, porque Wukong lo agarró de la mano antes de que lo hiciese.

—No, espera, por favor, Mac... Quiero hablar.—

Macaque le miró, realmente no queria hablar, seguia molesto, pero al ver la angustia en el rostro contrario, solo aceptó.

—¿Qué pasa?—Preguntó el de pelaje oscuro.

—Yo... Yo sé que estás molesto, lo noté. Y la verdad es que no quiero que estés molesto, quiero saber que si hice algo que te molestó para poder repararlo, pedirte perdón. No quiero... No quiero que volvamos a separarnos.—

—...¿Enserio no sabes qué hiciste?—

Wukong negó con la cabeza, Macaque solo bufó, si, claro, habia esperado mucho de un denso Monkey king que no sabe nada en realidad de sentimientos.

—Eres un idiota.—Agregó Macaque ante el asentir de Wukong.

—Lo siento.—

—¿Por qué te da tanto miedo que MK nos vea?—

—¿Qué?...—

Macaque miró al suelo, a aquel abismo del acantilado, mientras su cola se movía nerviosa.

—Antes... Antes siempre estabamos cerca, juntos, pero desde que MK llegó, solo te apartas siempre, como si... Fuese algo malo.—

Wukong entonces sintió que su mente fue iluminada, ahora todo tenía sentido. La primera vez fue entendible, estaban en... A punto de hacer algo que el niño no podia ver, ¿Pero y lo demás? La verdad solo le daba vergüenza que...

¿Qué se supone que le daba vergüenza?

—Yo... Lamento eso.—

—¿Solo dirás eso?—

El gran sabio supuso que quizás, Macaque desee una explicación.

—No lo sé, es que... No es algo a lo que acostumbro, quizás.—

—¿Te avergüenzas de mi?—Macaque se atrevió a preguntar, dejando de ver el abismo para ver a los ojos de su pareja.

Entonces, Wukong lo supo.

Macaque no estaba molesto, estaba dolido.

Había olvidado que aún estaba en eso de volverse bueno, de estar juntos, y que siempre estaba lleno de miedos e inseguridades que solo lograba encontrar paz con Wukong. Había pasado por alto eso y lastimó los sentimientos del otro, generandole esa inseguridad.

La inseguridad de ser algo que desea esconder, como si fuese algo malo.

—No, no, no, definitivamente no. Mac, escuchame.— Dijo Wukong, una de sus manos fue a la mejilla del otro. —Eres la persona más importante de mi vida, te amo tanto y por eso decidí pasar mi vida contigo, por eso decidí volver a que estuviesemos juntos, ya sabes que todos saben que estamos casados, o al menos tienen la idea. Lamento mucho si eso te lastimó, no quise hacerlo, es que... No lo sé, solo me daban nervios de ser visto así cuando, ya sabes, suelo tener un aspecto más "cool".—

—Eres todo menos "cool", Wukong. Y deja de usar esos términos.—

Monkey king sonrió, allí estaba su Macaque.

—Sí, tienes razón. La verdad no sé por qué usarlos, no tengo que impresionar a nadie, solo quiero disfrutar contigo y que tu seas el único para mí.—

—A veces sí que sabes lo que dices.—

—¿Estoy perdonado ahora?—

—...Sí, lo estas.— Macaque le sonrió y se acercó para besarle, un dulce y corto beso.

Al final si pudieron salvar su matrimonio, otra vez.

Shadowpeach Family [LMK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora