Corea del sur tiene los ojos del mundo puestos encima y no solo por ser la décima potencia económica del mundo y cuarta de Asia en el 2021, este país es famoso por su espectacular ascenso a nivel mundial. Pasó a ser uno de los países más pobres del mundo a un país desarrollado de altos ingresos en una sola generación. Su fama recorre cada centímetro y rincón de la tierra, la industria del entretenimiento surcoreano se ha convertido en un fenómeno difícil de ignorar.
El K-pop está revolucionando, es un producto cultural y económico, basado en una fórmula bajo la cual se recluta el talento, se entrena y se ensambla para crear agrupaciones musicales de talla mundial. Los k-dramas son programas de tv que recientemente han llamado la atención de muchos televidentes, está claro que Corea se ha convertido en un importante foco de atención, sobre todo para muchos adolescentes y jóvenes adultos.
Esta historia no está centrada en Corea pero no existiera nada que contar si Sofía Rondón no hubiese chocado su mundo con ese mágico esplendor detrás de la industria del entretenimiento surcoreano.
Las injusticias, el odio, el dolor, sanarán con el amor, la compasión y la ternura. Conocerás la vida de Alexa Castillo, alguien invisible que dejó huellas profundas en muchos corazones.
Nota: aunque está basada en hechos reales, no todo es exactamente igual, espero que puedan disfrutar.
Sofía Rondón fue solo otra chica de tantas que cayó rendida a los pies del entretenimiento coreano, su mente comenzó a perderse en una fantasía que la llevaba a imaginarse dentro de la pantalla del móvil viviendo una vida de ensueño, siendo el CEO de una empresa o la chica pobre que se enamoraba del chico arrogante, podía asistir a un prestigioso colegio donde conocería a los f4, o quizás se veía como una actriz famosa que se encontraba con su amor extraterrestre.
Esta joven de familia no muy adinerada, vivía escondida dentro de los dramas coreanos, sin embargo Corea no será nuestro centro de atención, viajaremos un poco más allá, al otro lado del mundo, en Latinoamérica. Allí esa joven soñadora vivía en una pequeña ciudad poco habitada cerca del rio Santo Domingo, en los calurosos y amplios llanos venezolanos. Sofía Rondón era una joven artista que amaba todo lo que se relacionara con Corea, desde los 14 años de edad comenzó a envolverse en el mundo de los doramas también llamados K-dramas. Sofía vivía enamorada, por supuesto comprendía que esas historia de amor y clichés no existían en la vida real, a pesar de emocionarse con los jóvenes actores coreanos, pensaba que el amor a primera vista era falso y que solo en las novelas románticas podía darse tal cosa, sin embargo eso no le quitaban las ganas de seguir soñando, sumergida en un mundo de ilusiones.
Todo ese deseo por conocer más sobre el K-pop y Corea la llevó a unirse a un grupo de WhatsApp llamado "Por siempre doramaniacas" era la primera vez que se introducía a una comunidad como esa.
Su paranoica madre le advertía de los peligros, "te pueden estafar" decía, "alguien podría querer secuestrarte" afirmaba, sin embargo la curiosidad de Sofía era más grande que las palabras de su madre. Con todos los miedos impuestos presionó el botón "unirse al grupo" y así inicio su historia en ese fantástico lugar.
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El pincel de la amistad
Genç KurguSofía es una joven desconfiada, fría y egoísta que ha sufrido muchas decepciones en la vida y siente un profundo desprecio hacia el mundo, llevándola a cerrar su corazón. Un día, se une a un grupo de WhatsApp llamado "por siempre doramaniacas", dond...