EL OMEGA DE UN MAFIOSO

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Seis años después.

Desde una distancia prudente, Mikey se encuentra viendo a la pequeña niña de cabello rizado, quien juega en el patio de su casa con las muñequitas que Takemichi le compró en su último cumpleaños.

Aunque sus hombres le dijeron miles de veces que hacer esto no es exactamente una buena idea, que tampoco está cumpliendo con la promesa que le hizo a Takemichi sobre mantenerse alejado, Mikey simplemente no puede alejarse.

Aunque esta va a ser su última vez.

Hace seis años atrás cuando dejó a Takemichi solo en aquella habitación de hospital, cuando su lobo lloraba por la pérdida de su omega, Mikey no supo qué hacer, estuvo un tiempo en cama, sufriendo a pesar de no tener ninguna marca que lo conecte con el omega. Pensó por un tiempo en volver al omega, su cabeza sólo lo torturaba con imágenes de él cuidando a Takemichi y su embarazo, fue así por un largo tiempo, pero cuando Paithoon llegó una noche con noticias de que el omega de su socio Oliver había sido cruelmente asesinado y que este estaba embarazado de seis meses, Mikey supo que había tomado la decisión correcta, por más que sea dolorosa.

Unos cinco meses después Mikey no pudo resistirlo más, sólo necesitaba ver a Takemichi, saber que estaba bien, y lo hizo, no se acercó a él, sólo lo miró de una distancia segura, y lo que vio lo descolocó.

Si bien sabía que Takemichi es un omega hermoso que todos querían, no esperaba encontrarlo acompañado de un alfa. Quiso matarlo, ese fue su primer pensamiento, deshacerse de la competencia, pero pudo ver como aquél alfa cuidaba de Takemichi, pudo ver como acariciaba la pancita del omega, como sus ojos brillaban con tanto amor, que Mikey no pudo hacerlo, ya no quería seguir arruinando la vida de Takemichi.

Vigilar de lejos se volvió un hábito, por eso se sintió miserable cuando Mikey fue a dar a luz y él tuvo que quedarse fuera del hospital mientras otro alfa estaba a su lado.

Emma Tachibana  era el nombre de su hija, y aunque tenía el apellido de aquél alfa, Mikey no pudo evitar enamorarse de esa pequeña bebé.

Nunca se animó a acercarse a ella, no quería sufrir de esa manera, tenía miedo de tomarla y nunca querer dejarla ir, y eso no era un buen plan.

Dos años después fue cuando Mikey entendió que debía de alejarse, porque Takemichi ya tenía una marca y un nuevo embarazo.

Sufrió mucho, estaba aún enamorado y saber que Takemichi ya lo había superado le dolía, y quiso alejarse, lo intentó y logró estar fuera por un tiempo, pero al final volvió.

Cuidar a Emma y el pequeño Takuya en silencio fue su nuevo pasatiempo, aunque nadie lo supiera.

Pero ahora, seis años después, Mikey decide que lo mejor es irse, porque se está haciendo daño, se tortura con ver a su hija, ver a Takemichi y la familia que siempre quiso, porque le duele ya no estar en su vida.

ㅡHay que irnos ㅡHanma a su lado le recuerda que deben de tomar un vuelo.

Ya cerró todos los negocios que tenía en Estados Unidos, su plan es irse a Japón donde tiene cierto reconocimiento, porque ya no tiene nada en Estados Unidos, no tiene razones para quedarse.

Mira una última vez a su pequeña niña, quien ahora está acompañada por su hermanito, ambos jugando como los angelitos que son.

Una lágrima cae de los ojos de Mikey al saber que no va a verla más.

ㅡDuele.

ㅡEs lo mejor, jefe ㅡHanma lo anima, aunque realmente sus palabras no sirvan de nadaㅡ, ella está bien así, fuera de peligro, como una niña normal y una familia que puede darle seguridad.

Asiente, sabe que así es, pero eso no quita el hecho de que esa horriblemente doloroso.

ㅡVamos ya.

El auto se pone en marcha y se va alejando, de a poco Mikey pierde de vista a la bonita cabellera rizada de su hija.

Emma Sano sería mucho más lindo, si le preguntan.

Fin

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Chele si me dolió 😢