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RED

Logro ver a unos metros las figuras de dos chicas que poco después reconozco como Tris y Chris, la primera va comiendo una magdalena apresuradamente mientras pareciera que arrastra su ser tratando de seguir el paso a Chris que hasta el momento se mantiene con rostro tranquilo y no se ve tan demacrada como la pobre Tris.

Llegan a las vías justo cuando aparece el tren, haciendo sonar el claxon.

-¿Por qué habéis tardado tanto? -grita Will frente mío.

-La señorita piernas cortas se ha transformado en una ancianita de la noche a la mañana -responde Christina y rió negando.

-Cállate ya -le dice, medio en broma.

Me recargo en Myra que está abrazada del brazo de Edward que se mantiene hablando con su amigo ex erudito que me había dejado el labio roto, debo admitir que parece agradable.

Paso mi mirada lentamente por el grupo, puedo ver a Al con Will, Chris y Tris en un grupo, nosotros y frente nuestro están los idiotas, evitó a toda costa mirar mucho a Peter por qué se que me quedaré observándolo más de lo debido recordando lo que sucedió en la azotea.

Sacudo levemente mi cabeza y veo pasar el tren hasta encontrar me con el cuerpo de Cuatro, está delante del grupo, tan cerca de las vías que, si se mueve un par de centímetros, el tren le arrancará la nariz.

Me separó de Myra y sacudo mi cuerpo preparándome mentalmente para saltar al tren en marcha, por suerte los golpes no me duelen tanto como ayer, o por lo menos ya no siento cada centímetro tenso.

Cuatro da un paso atrás para dejar que algunos de los otros suban primero y me acerco junto a Will que se sube al vagón sin mayor dificultad, aterriza
sobre el estómago y arrastra las piernas hasta el interior, al voltear me observa y cuando brinco subiendo una pierna al vagón él me ayuda a terminar de introducir todo mi cuerpo a lo que le sonrió agradecida para voltear a ver quién más está subiendo.

La pared de hielo se agarra al asidero del lateral del vagón y se impulsa con elegancia, como si fuera lo más sencillo de la vida. Noto como Edward toma de la cintura a Myra y le ayuda a adentrarse al vagón por lo que le doy la mano a mi pelinegra amiga apoyando a Ed que poco después se sube.

Inexplicablemente ambos hemos hecho un vínculo de apoyo hacia Myra, que no está hablado, pero que existe, los dos sabemos lo difícil que está siendo para Myra adaptarse a los entrenamientos y lo pésimo que le fue en su primera lucha.

Al parecer tenemos un objetivo mutuo, que es: proteger a Myra.

Y no tengo problema en hacer lo, la verdad que si que la pelinegra se ha ganado mi corazón a tal punto de que no me importaría arriesgar mi pellejo por ella, por qué se que ella haría lo mismo por mí.

Mi mente regresa a tierra cuando escucho la voz falsa de Peter.

-¿Cómo va eso? -pregunta Peter, fingiendo simpatía, apretando la mano de Myra observó en silencio como el idiota molesta a Tris -. ¿O notas los músculos un poco...estirados?

Se ríe de su propia broma, y Molly y Drew lo imitan a su lado. Hago una mueca, Molly tiene una risa fea, llena de ronquidos y movimientos de hombros, y Drew ríe en silencio, casi como si le doliera algo.

-Tu increíble ingenio nos tiene asombrados a todos -comenta Will.

-Sí, ¿seguro que no deberías estar con los de Erudición, Peter? -añade Christina-. He oído que no les importa aceptar a los gallinas.

𝗥𝗘𝗗. | 𝗗𝗶𝘃𝗲𝗿𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora