14.

357 51 24
                                    

RED.

Primer día sin ser obligados a levantarnos temprano y todos parecemos aún traumados pues aún así nos levantamos como robots yendo a la arena de entrenamiento, pero al estar ahí nos dimos cuenta de que ya no había necesidad de ir, todos nos dispersamos y fuimos a almorzar tranquilamente sin la presión del entrenamiento por la mañana.

No voy a negar que necesitaba un descanso, pues ya mis piernas están hartas de tanto trabajar.

―¿No se te permitía tener mascotas? ―pregunta escéptica Christina, a lo que sonrió de lado―. ¿Por qué no?

―Porque son ilógicos ―le contesta Will de manera casual―. ¿Cuál es el punto de suministrarle alimento y refugio a un animal que solamente ensucia tus
muebles, hará que tu casa huela mal, y que finalmente morirá?

—Que ese animal te brinda compañía y grandes momentos. —Me meto a la conversación con tono de obviedad y Will niega como si mi respuesta fuera la de una niña de cinco años.

—Pequeña campeona, eso sigue siendo pocas razones para mí.

Al y Tris se miran por un segundo complices de escuchar tal discusión divertida y resoplo haciendo que Myra ría junto a Ed que también se mofa de la conversación.

―Red tiene razón, Will. Son divertidos y hermosos. Tenía un bulldog llamado Chunker. Una vez...

Christina defiende su punto como toda una ex veraz contando una anécdota poco colaborativa de su mascota y niego divertida perdiendo por un segundo mi mirada en la mesa enfrente nuestro en donde el trio de idiotas se encuentra comiendo mientras alegan de una sola cosa: la clasificación.

Trato de no mirar tanto a Peter, pero a veces, inconcientemente me encuentro perdida en su rostro lo cual hace que mis manos por unos segundos transpiren de sudor y tiemblen al pasar comida a mi boca.

Desde ayer no he sabido nada de él, bueno, tampoco es que él haya tratado de volver a hablar conmigo, lo cual en cierto punto me alivia, por qué aún no se cómo asimilar el hecho de qué él y yo...

Ni siquiera puedo pensarlo sin que mi corazón lata como loco.

Tamborileo mis dedos en la mesa nerviosa y suspiró profundamente obligando me a poner atención de nuevo en la conversación de los chicos.

—¿Por qué no sólo consigues un perro después de la Iniciación, si te sientes tan nostálgica?

―Porque... ―La sonrisa de Cristina cae, — los perros son una especie de ruina para mí. Después de... ya saben, después de la prueba de aptitud.

Masticó con más lentitud la papa que acabo de meter a mi boca y por un segundo miro a Tris que sin poder disimular lo mucho, se puso tensa como una roca, analizando lentamente los rostros de los chicos.

―Te refieres a matar al perro, ¿No? ―pregunta Will.

Claro, en las pruebas de facción te hacían elegir, los que hayamos elegido aquel cuchillo tuvimos que herir al perro, yo tomé ese cuchillo, yo lastime al perro.

Pero Tris parece algo asustada, ¿que hizo ella?

Ambas debimos hacer algo similar en nuestra prueba si somos divergentes, ¿no?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 01 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝗥𝗘𝗗. | 𝗗𝗶𝘃𝗲𝗿𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora