CAPITULO 33 🦋

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Dos semanas después.

El viaje fue una maravilla, pasar los días con YoonGi despejó mi mente pero enredo mi corazón. Si bien no habíamos hablado sobre ser pareja, la idea me daba vueltas en la mente.

Pero decidí no acelerar nada, dejaré todo en las manos del destino, solo me enfocaré en cuidar del bebé, y ser feliz. Termine de comer mi tazon de fruta, y me dispuse a salir de casa, con esa idea en la cabeza.

Sun-hyo me había pedido un par de días libres, así que por primera vez en casi cuatro meses, me encontraba sola en la florería. No puedo negarlo, aún me siento ansiosa, los recuerdos me llegan, y hacen erizar los bellos de mi piel. Y es peor aun sin Yoongi.

Pero no quiero pedirle que esté conmigo. Las guardias en el hospital, lo han dejado abatido. Resulta que es uno de los mejores Gineco-obstetra que hay, así que los últimos días, solo ha tenido tiempo de estar en casa para dormir.

Viene a recogerme, vamos al departamento, comemos algo, tomamos una ducha y nos recostamos a descansar. No duerme sin antes hablarle al bebé, se le ha hecho costumbre.

Por otra parte, hoy descanso Jun, y aprovecho para estar con SeokJin. Él la invitó a pasar el fin de semana, en Busán. Así que, estoy totalmente sola.

Son las 9:35 AM, y aún no hay señales de Lily. Salgo a la calle, con la esperanza de verla. Con mano sobre la frente, me cubro de los cálidos rayos de sol, para poder observar mejor, pero no hay nada. Siento una punzada en el pecho, sería muy reconfortante tener compañía, pero me he ausentado tanto, que tal vez ya no frecuente este lugar.

Mientras busco entre las caras de las personas por la calle, escucho una voz que me corta el aliento y me hace estremecer.

—Ava.

La voz de Jeon taladra mis tímpanos. El estómago me da un vuelco, que amenaza con vaciar su contenido, mientras las piernas tiemblan como advertencia para dejarme caer en cualquier momento.

Hago como si no lo hubiera escuchado, doy media vuelta y sin verlo me adentro en el local. Siento sus pasos tras de mi, en cuanto cruzo la puerta, intento cerrarla y ponerle seguro, pero el me lo impide.

—Dame 5 minutos por favor. —Dice en voz baja.

—¡Vete a la mierda! —empujo con fuerza la puerta pero es inútil, estoy tan asustada que mis brazos han comenzado a temblar también, la fuerza me ha abandonado—. No ahora, por favor no te acobardes ahora Ava. —repito para mí misma.

Con un último empujón, Jungkook logra abrír la puerta, y al entrar pone el seguro en esta.

—Jeon por favor, vete —trago saliva gruesa, mientras me protejo el vientre con los brazos. Corro a ponerme detrás del sofá y dejar un espacio considerable entre los dos.

Él niega y camina a paso tranquilo hacia mi. Se ve tan jodidamente guapo. Lleva el pelo mojado, peinado hacia atrás, una camisa blanca sin abotonar totalmente, lo que deja ver un poco sus clavículas, jeans ajustados y una chaqueta de piel, que le queda a medida. Precioso disfraz para el demonio que esconde bajo esa cara angelical.

—Solo quiero hablar, es todo —trate de huir hacia el baño, pero antes de tocar el picaporte, paso las manos por mi cintura—. Cinco minutos, por favor —me lo dice al oído y su aliento hace que me recorra una corriente eléctrica de pies a cabeza, el recuerdo de sus manos sobre mi, hace que me tiemble hasta la médula, y cierro los ojos con fuerza, deseando no estar entre sus brazos de nuevo—. No por favor, tranquila, voy a soltarte pero, solo si te sientas en el sofá y me escuchas, ¿sí?

Asenti llena de miedo, de a poco soltó el fuerte agarre de mi cuerpo, acarició mi vientre apenas abultado, me tomo de las manos y me guío al sofá.

Me senté, temerosa y con el corazon desbocado. El dejó el taburete frente a mi, y tomo asiento. Intento sujetarme las manos, pero las ocupe en acariciar mi barriga. Me miro fijamente y aclaro su garganta.

Atrapando una mariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora