CAPITULO 8 🦋

73 23 42
                                    



Estamos perdidos en la agradable charla, los tragos y el íntimo ambiente del lugar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estamos perdidos en la agradable charla, los tragos y el íntimo ambiente del lugar. No sé cuántas veces ha vibrado el celular, dentro de mi bolso. Hasta que caigo en la cuenta que puede ser Nam.

—Si me disculpas Jimin, ire al tocador, ya vuelvo —me levanto, el hace lo mismo, tomo mi bolso, le sonrio y me dirijo al baño.

En cuanto cierro la puerta, saco el aparato. Lo primero que veo es la hora, 9:35 pm. ¿Pero en qué momento paso tanto tiempo? Lo segundo que reviso, las doce llamadas perdidas de Emma, y 1 de Nam. Presiono su nombre y me responde a los 2 timbrazos.

NamJoon:
"Ava, ¿cómo te va?"

—Hola Nam, lo siento se alargo un poco la salida con mi... con Jimin —muerdo mi labio inferior y cierro los ojos.

"No te preocupes, solo quiero saber... ¿sigue en pie lo de esta noche?"

—¡Claro que sí! te llamo en cuanto llegue a mi departamento.

"Estaré esperando Ava, diviértete"

—¡Gracias Nam! te veo más tarde.

Corto la llamada, hago mis necesidades y cuando estoy lavando mis manos alguien llama a la puerta.

—¡Lo siento, está ocupado!

—Ava, soy yo —escucho la voz de Jimin.

Me seco las manos y apresuro a abrir. Él está del otro lado del pasillo, frente a la puerta. Al verme, no se dibuja su hermosa sonrisa.

—Tengo que irme, de verdad lo siento, debo irme lo antes posible.

—¿Está todo bien Jimin? —tomo sus manos y el asiente.

—Es solo mi padre, quiere que revise unos planos, que según él, no pueden esperar para mañana.

Caminamos hacia la mesa, se acerca el mesero, y él paga la cuenta. Salimos juntos hasta la acera, su auto  está frente al lugar, mientras el mío está en la otra esquina.

—La pasé de maravilla, no sé en qué momento se hizo de noche, pero me gustaría que se repitiera —me toma por la cintura y me pega a su cuerpo—, ve con cuidado, espero poder verte mañana.

Cuelgo los brazos a su cuello, y estampó mis labios en los suyos. Su boca es dulce, a pesar de estar impregnada de ginebra y vermut. Se mueve a ritmo lento, y siento el calor, subir desde mi vientre, cuando comienza a jugar con su lengua. Definitivamente, lo veré mañana.

Me acompaña al auto, subo y nos despedimos. Llevo en el rostro, la sonrisa idiota, que solo él provoca. La vocecita en mi cabeza no me deja en paz: "debes tener cuidado Ava... Se saldrá todo de tus manos".

Respiro profundo, tomo el celular y le envío un mensaje a Nam haciéndole saber que ya me dirijo a mi departamento.

Después de 15 minutos llego. Al entrar, lavo mis dientes, arreglo un poco mis rizos, me refresco, y salgo a la sala a esperarlo.

Atrapando una mariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora