Avance hacia los cambios

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Tras la discusión con Marco, Ann se pasó los días siguientes encerrada en su habitación; apenas salía y hablaba. Hatomi prefirió no indagar en las decisiones que había tomado, pues sus motivos tendría, aun que no los entendiera.
Por otro lado, ella cumplía sus deberes como comandante a la perfección. Los piratas se habían acostumbrado a ella y a su forma de hacer las cosas, lo cual facilitó mucho a los demás en varias ocasiones.

Cuando faltaba poco para que pasará casi una semana desde la visita de Shanks; un día casi llegando a la media tarde, aparecieron a través de los cielos Rima y Rina, las gemelas de Los Guardianes de los Océanos, montadas sobre unos hipogrifos. Las dos chicas saludaban y gritaban a los que están en cubierta mientras descienden hasta llegar a su altura.
Shirohige, los comandante y algunos piratas pertenecientes a las divisiones salieron a recibirlas. Hatomi al verlas salió disparada a abrazarlas.

-¿¡Qué hacéis aquí!?- dijo Hatomi con mucha euforia a las gemelas y una vez se separó de ellas-No nos habíais dicho que veníais.
-Venimos en misión oficial- explicó Rima.
-Traemos noticias importantes y hemos venido a contaros las- terminó de decir Rina.
-¿Dónde esta Ann?- preguntaron ambas a la vez.

Los presenten se miran entre ellos sin saber bien que decir, mientras que el par de gemelas solo esperan por un respuesta que las saque de dudas.

-En estos momentos esta ocupada- responde Shirohige llamado la atención de todos -pero la mandare llamar.

Y dicho eso, el semi-gigante le hizo un gesto a uno de los piratas y se fue. Rima y Rina se miraron entre ellas con curiosidad.
Al cabo de unos minutos, Ann apareció en cubierta vestida con una blusa roja, unos pantalones negros y unas botas altas marrones. La morena al ver a sus dos amigas se acerca a ellas con tranquilidad y sin mirar a nadie, las abraza.

-¿Y bien?- apresura Ann una vez que se separó de  ellas.

Para ese entonces, prácticamente todos los que están en el barco habían salido a escuchar lo que tenían que decir las gemelas. Shirohige miraba a las chicas con tranquilidad desde su asiento mientras bebía y varias enfermeras lo cuidaban.

-Ya han salido los resultados "oficiales" de la pelea entre Akainu y Aokiji- empezó a decir Rima.
-Ha perdido Aokiji- continuó Rina -pero vive.

Los segundos después de escuchar aquello fueron en completo silencio.  La mayoría callaban por el asombro, otros por sorpresa y muy pocos por alivio.

-Akinu se ha convertido en comandante de flota, han ascendido a dos tipos a almirante junto a Kizaru- siguió explicando Rima.
-Aun no ha salido en los periódicos pero en poco saldrá- terminó de decir Rina.
-¿Dónde se encuentra en estos momentos Aokiji?- pregunta Ann con una clara preocupación.
-Ahí vienen parte de las noticias- contesta Rima.
-En Silver Moon- completa su hermana- por ordenes de Mama Arodu.

Ann y Hatomi se miran entre ellas, pues las normas son claras con respecto a las visitas externas de los residentes de la isla.
Shirohige, mientras escucha a sus hijos murmurar, se mantiene sereno.

-¿Y qué hace allí?- se atreve a preguntar Hatomi pasado unos minutos -las normas...
-Las normas dicen que cualquiera, invitado por la maestra de los guardianes, es bien recibido- corta rápido Rina a su amiga.
-Además, dentro de unas semanas sera el solsticio. Aokiji estará en la ceremonia del cambio- dice ilusionada Rima.
-¿¡QUÉ!?-gritan Ann y Hatomi a la vez.

El resto de los presentes, menos Shirohige, no tenían idea alguna de que clase evento estaban hablando aquel grupo.

-Y no solo eso- continúa Rima, ignorando al resto -Mama Arodu tiene pensado abrir este año el festival a todos, incluidos la marina y los revolucionarios, sin olvidar a los piratas, claro.

Esto último llamo en especial la atención del capitán del barco. Desde su lugar, Marco veía la mirada que tiene su padre tras escuchar lo último por las gemelas y no le daba buena espina.

-Debes estar de broma- decía incrédula Ann- La ceremonia del Cambio de Marea es un privilegio. ¡No cualquiera puede verlo!
-¡Sorpresa!- dijo Rina canturreando.
-Esta vez Ann tiene tazón- apoyó Hatomi preocupada- se van a encontrar gente de bandos muy contrarios. Puede acabar en una masacre.
-Mama Arodu quiere hacer cambios- dice con simpleza Rima -Nosotras hemos pasado el mensaje. Ann, Hatomi, os esperemos dos días antes del solsticio para hacer preparativos.

Mientras Ann y Hatomi intentaban entender las razones de este cambio absurdo a través de más preguntas a Rima; Rina se acerca a Shirohige, provocando que los piratas se tensaran.

-Como debéis suponer, estáis más que invitados a asistir.
-Dalo por hecho mocosa- responde el viejo pirata.

-¡Padre!
-¡¿Cómo vamos a ir a ese sitio?!
-¡También va la Marina, es un suicidio!
-Padre, ¡recapacite!

Esas fueron algunas quejas que Rina pudo escuchar entre todos los lloriqueos y memeces de los piratas.

-Bien, conocéis el camino. No os será un problema llegar hasta allí- contesta la rubia.

Rina hizo una breve inclinación ante el pirata y se fue junto a sus amigas y hermana. Ann parecía que iba ha echar humo en cualquier momento. Hatomi, simplemente no entendía este cambio, pues estaba convencida de que habría sangre y no deseaba eso.

Poco después, las gemelas subieron al lomo de los hipogrifos y se alejaron volando, con la excusa de tener que avisar a más tripulaciones.

-Padre- llamó Fossa, comandante de la décimo quinta división- ¿Realmente iremos? Es una locura, ese lugar esta lleno de cosas extrañas.
-¡Oye un respeto!- se queja Ann mientras avanza hasta estar cerca de Shirohige- Pero tiene razón, no os metáis en lo no os incumbe.
-¿Y quién dice que no nos incumbe?- contraataca Marco.

Hatomi al ver como el hombre se acerca de forma peligrosa a su amiga y que ella le lanza una mirada de irritación y molestia, solo hace que se lleve las manos a la cabeza sin saber como parar lo que se venía.

-Yo, ¿te parece poco?- contesta Ann.
-¿Y quién eres tu para dar ordenes?- rebatió Marco.
-¡Basta!- habló alto Shirohige- Esta decidido, iremos.

Ann mira perpleja al viejo pirata, mientras que Marco solo ponía una cara de triunfo total y burla, provocando una irritación por parte de la morena.
Momentos más tarde, Ann salió de allí furiosa. Hatomi salió disparada detrás de ella al verla irse.

-¿Cuándo vais a dejar este juego?

Marco se dio la vuelta y vio a Ace con una sonrisa de complicidad en el rostro. Él solo se cruzo de brazos y le miró.

-No se de que me hablas.

Sin más, todos volvieron a lo que estaban haciendo antes, con la idea de que en unos días pasarían a repostar y poner rumbo a Silver Moon. Otra vez.

¿Tenemos...hermanas? One piece Donde viven las historias. Descúbrelo ahora