No juzges a un libro por su portada

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Tras la marcha de las dos mujeres, en el Moby Dick reinó el silencio.
Los piratas siguieron con la vista a Ann y a Hatomi, hasta que vieron a lo lejos varios buques de la marina, donde ambas aterrizaron allí.

Tras unos minutos más de completo silencio, los piratas empezaron a moverse; la mayoría preparando y amarrando el barco, otros simplemente adecentaban la nave mientras que un puñado ayudaban a las enfermeras para trasladar a su padre al interior de la isla.

-Oi.

Marco se acercó a Ace, Izou y Vista; los tres hombres se giraron mientras veían como su nakama se acercaba a ellos con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón.

-¿Cómo te encuentras?- pregunto Izou a Marco, el cual solo le hizo un gesto para quitarle importancia al asunto.

-Hay algo que me inquieta-yoi.
-¿Hm?¿De qué se trata?- dijo Vista.
-¿Es sobre la situación actual, Marco?- sugirió Ace, a lo que su amigo asintió.
-Hace poco me di cuenta que El Gobierno Mundial no hizo nada contra Ann y Hatomi después de lo que ocurrió en aquella ocasión y además han callado el hecho de que saben que viajan con piratas-yoi. Y por si fuera poco, la marina está aquí y actúan como si nada sucediera-yoi.
-Ahora que lo dices, si que es extraño- piensa Izou mientras se cogía la barbilla y pensaba en los posibles motivos.
-Sea lo que sea, nosotros no lo sabremos. Ellos tienen bien puestas sus cartas- comenta Ace mientras veía el barco de la marina, donde se encontraba su hermana.
-Eso es lo que más me inquieta-yoi. Padre confía en alguien que cambiaría su lealtad sin temblarle el pulso-yoi.
-Quizás. Pero también, por mucho que nos cueste verlo, tenemos a la vez, un par de aliados.

Los tres hombres miraron a Vista sin saber a qué venía ese cambio de actitud, ya que él fue uno de los que más criticó a Ann cuando llegó; Hatomi a pesar de que no le desagradaba, tampoco le tenía una especial estima.

-Eto....quizás me he perdido algo-sugirió Ace sin entender tampoco nada, aunque tampoco se quejaba del cambio.

Vista soltó un suspiro y miró a sus nakamas.

-Ann no es tan cruel como creíamos , ¿no es eso lo que tratas de decir?- inquirió el del quimono a lo que Vista asintió.
-Oi ¿qué insinuas?- dijo con calma Marco- Esa mujer ha matado a más gente que todos los del barco juntos y sin mencionar lo retorcida que puede ser si quiere-yoi.
-Quizás- interrumpió Ace- Mi hermana no tendrá los mejores métodos pero nos ha salvado en varias ocasiones.
-Por orden de Arodu, ¿no?- puntualizó Marco.
-O porque realmente...- Izou no pudo terminar de hablar pues le interrumpió el sonido de una explosión.

Todos se giraron hacia el lugar de donde provenía el ruido y vieron como un barco de la marina se hundía.

-¿¡Qué diablos!?- gruñó Ace mientras se acercaba al costado del barco.

La explosión provocó unas olas que llegaron hasta los barcos atracados y los sacudió. Todas las tripulaciones tuvieron que agarrarse a sus barcos para evitar caer al mar.
Tras varios minutos donde los piratas se aferraban a lo que podían, por fin el agua se calmó. Los barcos volvieron a su estabilidad y pudieron apreciar como los barcos de la marina avanzaban mientras eran guiados y custodiados por los Guardianes y varios hipogrifos.

Todo era muy confuso para ellos.
La forma que tenían de proceder era demasiado extraña para su entendimiento.

-¡Ace!- gritó Adam, un pirata perteneciente a la segunda división- ¿¡qué carajo fue eso!?

Varios piratas se acercaron al moreno, incluido varios comandantes. El propio chico no sabía que había pasado y no podía dar respuestas.
Ace pasó su vista por toda la cubierta y vio a varios de sus nakamas que aun trataban de reponerse de la sacudida.

-¿Estáis todos bien?- gritó una voz.

Los piratas siguieron la dirección de la voz hasta toparse con Ann y Vailon, ambos sobre sus hipogrifos y los veían desde las alturas.

-¿¡Qué ha sido eso- yoi!?- le gritó Marco con un notable enfado.

Ann se molestó por el tono que había usado y se lanzó a cubierta aterrizando en frente del primer comandándote. Vailon por su parte no tardó en seguir a su compañera mientras los hipogrifos se retiraban a seguir con sus obligaciones.

Algunos comandantes se hicieron a un lado entre los piratas y se acercaron al trío; Ann y Marco se retaban con la mirada y Vailon miraba la escena con paciencia mientras comprobaba que el barco no tuviera daños.

-Ann- llamó Shirohige- ¿Qué ha pasado?

El hombre veía la escena desde su habitual asiento, no se le notaba afectado por la sacudida pero si por su estado de salud.
La chica dejó de mirar a Marco y cambió su atención al semi gigante, por otro lado Vailon seguía con su cometido.

-Los marines siendo ellos, más imbeciles y no nacen.
-Simplemente Akainu ha dicho algo que no debía- interrumpió Vailon, el cual estaba cerca de la proa del barco- Ann se calentó y ha mandado a volar un barco para hacerles entender en qué posición juegan ahora.
-¡Oye!
-Y Mamá Arodu estará hecha una furia ahora mismo. Deberías controlar el temperamento Ann.
-¡No quiero oír eso de alguien como tú!- le gritó la morena.

Shirohige miró a Ann, que es la que se encuentra más cercana a él; se le notaba lo tensa y agobiada que estaba.

-¿No darán problemas?- Shirohige sólo pensaba en la posibilidad de que la marina hiciera algún movimiento aprovechando que ningún pirata puede ayudarse de su fruta pero si mantener los efectos de poseerla.

-Les he quitado también sus habilidades, no te inquietes por esa posibilidad- aseguró la morena.

Shirohige asintió complacido, era una preocupación que se quitaba. Así sus hijos no correrían ningún riesgo.

Ace se acercó a Ann, está se dio cuenta y se giró para verle algo más relajada.

-¿Todo bien?- se preguntaron ambos a la vez.

-¡Ann!

La chica se giró hacia Vailon, el cual estaba subido a lo más alto del mástil.
Los piratas no se dieron cuenta de cuando había llegado ese ahí y como lo había hecho sin que alguno se diera cuenta.

-¿¡Qué!?- le gritó la chica de vuelta mientras se posicionaba mejor para verle.
-¡Deberías ver esto!

Ann bufó y con ayuda de Vailon subió hasta donde se encontraba. Al llegar a su posición, Ann pudo ver como barcos de distintos reinos venían ondeando su bandera y en algunos se podía distinguir a ciertos personajes.

Ambos bajaron a cubierta y Vailon usó su brazalete para llamar a sus compañeros y comentarles quienes llegaban.
Por otro lado Ann se acercó a los piratas.

-Cuando acabéis de anclar el barco dirigíos hacia el centro de la isla; allí hay un templete donde Mama Arodu aguarda. Ella os llevará hasta Città Oceanica.

Marco, que la escuchaba apoyado en la borda, pudo ver mejor a Ann.

Si tan solo no fuera tan estupida y arrogante, sería más fácil. Pero esta claro que el que haya algo entre nosotros, que no sea indiferencia y tolerancia, es totalmente absurdo.

-Si la sigues mirando tanto se enfadará.

Marco se giró y vio a Vailon a su lado, mirando hacia donde él mismo lo hacía hasta hace unos segundos.

-Cuídala. Es de los mayores tesoros que tenemos. Pero si les hacéis algún mal, no tendré problema en arrasar con vuestro barco y con vosotros dentro.

Y sin más, Vailon se fue junto a su compañera para poder seguir con su trabajo.

-¿Qué ocurre?-

Ace acaba de llegar hasta donde se encuentra su amigo y llegó justo para ver como el peli blanco se marchaba.

-Creo que acaban de pedirme un favor y de amenazarme- yoi.
-Hmm.
-¿A ocurrido algo?
-Ha sido raro. Ann me ha abrazado y me ha dicho algo raro.
-¿Raro-yoi?¿Cómo qué?
-Pues....
-¡Marco! ¡Ace! ¡¡Vamos ha desembarcar ya!!

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2022 ⏰

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