Gritos y más gritos

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Después de haber dejado la isla atrás, hace ya unos cuantos días, los nuevos acontecimientos corrieron como la pólvora por el barco entre los piratas.

No era un secreto para nadie lo irritada y poco conforme que está Ann con la nueva decisión, en cambio Hatomi mostraba todo lo contrario. Le pidió a varios comandantes ayuda para aprender sus nuevas obligaciones, que por otro lado, los piratas si apoyaban a la nueva comandante.
Hatomia sabía que esa decisión no era permanente y para una vez que podía vivir sin reglas, quería aprovechar.

Jozu y Vista le explicaban a Hatomi todo lo necesario con respecto a la cuarta división en el despacho. Entre otras cosas, su división se encarga de reponer las provisiones y encargos necesarios para el barco; aunque en esta tarea también recibía ayuda de otros miembros de las otras divisiones, ya que para obtener tanto material es necesario a bastante gente. Por otro lado, los piratas de su escuadrón ayudaban a Hatomi a integrarse lo mejor posible.

-Entonces....¿esto tengo qué rellenarlo cada mes?- pregunto Hatomi mientras cogía un papel y lo examinaba con atención.
-Así es, al principio es un coñazo, no te lo niego, pero después es rutinario- comentó Vista.
-Eso, tú dale ánimos-le dijo Jozu a Vista.
-¡Lamentó la interrupción comandantes!- un hombre abrió la puerta de la habitación haciendo que los tres se giraran a verle, su aspecto es de nerviosismo e inquietud.
-¿Qué ocurre Dan?- preguntó Jozu al ver uno de sus hombres alterado.
-¡Akagami no Shanks está aquí!-

Los tres comandantes abrieron los ojos con sorpresa y salieron de allí, con Dan siguiéndolos por detrás, llegaron a cubierta donde todos los piratas e incluido Shirohige ya estaban ahí.

-Esto no será bueno....-murmura Hatomi.

Luna y Scar llegaron hasta ella, la chica se veía preocupada. El barco del pelirrojo, con su tripulación mirando desde el costado pegado al Moby Dick, tenían aspecto tranquilo.
Shanks traiga consigo una enorme botella de licor que arrastraba mientras se acercaba a Shirohige.

-¡Que todos los de voluntad débil vayan a dentro!- gritó de pronto Marco.

A nadie le dio tiempo a reaccionar y cuando pudieron darse cuenta la mayoría de los piratas de Barbablanca estaban desmayados y tirados en el suelo. Shanks había usado el haki del rey, provocando la inconsciencia de la mayoría presentes.

-No me lo tengáis en cuenta, es por precaución- se excusó el pelirrojo.
-Mierda....-murmuro Haruta al ver a sus compañeros en el suelo.
-¿A qué debo tu visita, pelirrojo?- dijo Shirohige bastante tranquilo.

Shanks se sentó en el suelo, en frente de Shirohige y se echó una copa del licor que traía para después lanzarle la botella al capitán del barco.

-¿¡Qué es todo este jaleo!?- Ann acaba de llegar a cubierta y el espectáculo que había no le agradó en absoluto, su grito llamó la atención de todos y al ver al pelirrojo chisto.

Mierda.....mi mayor lastre justo cuando no lo necesitaba.

Hatomi corrió hasta su lado, pues Ann había llegado ya al lado de Shirohige. En cambio, Shanks se sorprendió al verlas allí.

-Veo que los rumores son ciertos, dos guardianas de los océanos en una tripulación pirata......algo digno de ver sin duda- comentó el pelirrojo con algo de gracia- aunque inesperado.
-Si dijera que me alegro de verte- empezó a decir Ann mientras avanzaba hacía Shanks- seria por cumplir. Por lo que......¿a qué diablos has venido?

Mientras Ann retaba a Shanks con la mirada, Hatomi se acercó a Marco y Ace. Al fijarse en ellos pudo darse cuenta lo tensos que estaban.....bueno.....en realidad todos los estaban.

-Ann, tranquila- advirtió Shirohige, a lo que la chica hizo caso omiso, pues aquello solo hacía empeorar su humor y le dio una mayor razón para poner todos sus sentidos en el pelirrojo.
-Contestando a tu pregunta-informa Shanks a Ann- Venía a comprobar los resultados de la batalla en Marin Fort.......y por lo que veo no ha ido del todo mal. Quizás por tu intervención, ¿no?
-Nosotras decidimos actuar para evitar.....ciertos acontecimientos- contestó Ann- aunque es mejor que mantenerse al margen y esperar a que estén los cadaveres en el suelo para poder ser el "héroe" que pararía la guerra dando un entierro digno a los piratas, ¿o no era lo qué tenías pensado hacer?
-Tan perspicaz como siempre querida- sonrió el pelirrojo.

¿Tenemos...hermanas? One piece Donde viven las historias. Descúbrelo ahora