Especial: Luna de miel

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Especial: Vampiros, Lobos y Cazadores 2
Luna de miel
Por RUI

Después de la hermosa boda entre Leyna y Yakov la luna de miel se llevó acabo en una playa. Al llegar al hotel dejaron las cosas y decidieron salir a caminar a la orilla del mar, para disfrutar del atardecer Yakov no podía dejar de mirarla, esa tarde ella llevaba un pantalón de mezclilla, una blusa ligera y un par de sandalias, vestía de manera muy casual y sencilla, pero para sus ojos era una verdadera obra de arte; al pasar la ligera brisa del mar, podía percibir el suave pero dulce aroma de su cabello que el viento llevaba; mientras ella caminaba dejando que el agua tocará sus pies él admiraba los gestos que hacía.
- Te estás divirtiendo?
- Si y mucho, ha decir verdad, es la primera vez que vengo al mar.
- Entonces me encargaré de que te la pases increíble.
- Muchas gracias.
- Ven mira. - El la tomo de la mano la giro y la abrazó por la espalda. - Mira. - Delante de sus ojos la puesta de sol cambiaba la luz, ante la mirada de ella, sus ojos se llenaron de asombro.
- Es hermoso.
- No, tú eres hermosa.
Regresaron al hotel para alistarse al día siguiente en donde tendrían un día lleno de aventuras. Al amanecer fueron al restaurant donde desayunaron tranquilamente.
- Buenos días, aquí tiene la cuenta.
- Gracias.
- Vienen de luna de miel.
- Si.
- Oh maravilloso, muchas felicidades, permítanme recomendarles el masaje de pareja es una experiencia única, o tal vez para usted señorita el temazcal y para usted joven algo más extremo como esquí acuático o ya sé, buceo, no se pueden ir de aqui sin conocer los arrecifes.
- Suena interesante.
- Bueno los dejo, disfruten su estancia.
- Gracias.
Ese día fueron a ser ecoturismo, conocieron toda vegetación y flora del lugar, pasaron un día muy divertido en las cuatri motos, las cascadas en donde dejaron que su cuerpos sintieran la fresca agua, dejándose acariciar por ella mientras ellos se miraban fijamente para besarse tiernamente y para terminar ese día tan maravilloso, la naturaleza les obsequio una lluvia de estrellas, que cubrió todo el cielo. Todo fue un hermoso sueño para Leyna y Yakov.
Al día siguiente optaron por visitar la playa, Leyna vestía un hermoso traje de baño azul marino, el cual le quedaba a la perfección haciendo lucir su bella figura, por lo que captaba la atención de todos los hombres lo que incomodaba a Yakov, en donde sus celos se hacían notar, cada vez que un sujeto se atrevía a verla, el la abrazaba, la besaba o simplemente le acariciaba el rostro, para Leyna esto resultaba muy divertido pues nunca se hubiera imaginado que el sería así de celoso. Pero ella no se quedaba atrás, el también era motivo de suspiros de varias chicas pues su cuerpo atlético, su buen porte y sus ojos atraían la atención de varias mujeres; a lo que Leyna respondía de la misma manera, lo abrazaba, le acomoda el cabello, o lo tomaba de la mano, el claro como todo hombre no se percataba de ello, ambos resultaron ser celosos pero sabían cómo de alguna forma marcar su territorio.
Por la noche ambos fueron a un antro a bailar, entre risas, malos pasos y muchos besos ellos se divirtieron al máximo.
- Voy al baño, espérame.
- Claro mi hermosa, mientras iré por unos refrescos.
- Si por favor, tengo sed.
Ella se fue al baño, al salir dos tipos la esperaban pues desde que entró al antro llamó la atención de estos.
- Buenas noches preciosa, que te parece si vienes con nosotros a nuestra suite, ahí te la pasarás increíble, tenemos de todo, alcohol, cigarros, drogas o lo que gustes te lo podemos conseguir.
- No gracias, vengo con mi esposo, permiso. - Ella intento pasar entre ellos pero no la dejaron.
- Te aseguro que no te arrepentirás.
- Dije que NO!
- Oye bien perra, es mejor que vengas por las buen... - El sujeto terminó en el suelo de un golpe.
- Pero que demonios, quién rayos te cre... Un golpe al estómago le impidió hablar.
- Como se atreven a tocar a mi esposa! Merecen morir.
- No Yakov, no valen la pena, no te ensucies las manos con basura.
Uno de los hombres se puso de pie e intento agredir a Yakov, pero este con mucha destreza saco un cuchillo oculto y lo apunto directo al cuello.
- Si quieres podemos seguir, pero te aseguro que esta será tu última noche.
El sujeto entró en pánico tanto que mojo sus pantalones y salió corriendo del lugar seguido de su acompañante.
- Estás bien Leyna?
- Si, no tenías porque intervenir, yo sola podía con ellos, solo eran humanos.
- Lo sé, pero ahora soy tu esposo, yo siempre te protegeré.
- Gracias esposo mío. Pero es una hermosa noche, no dejemos que estos nos la arruinen, vayámonos de aquí.
- Como tú digas.
Al día siguiente Yakov había planeado toda una mañana de spa para su amada, mientras él organizaba una noche especial en su suite.
Estaba rociando pétalos de rosas por toda la habitación, pidió comida especial para la cena, una botella del mejor vino, velas y un enorme y muy hermoso arreglo de rosas rojas. Se ducho, se afeitó, se perfumo, todo para dar una buena impresión a Ley

se afeitó, se perfumo, todo para dar una buena impresión a Leyna.
Mientras tanto Leyna estaba en los vestidores del spa.
- Señorita Leyna?
- Si, soy yo.
- Su esposo me pidió que le diera ésto. Era una caja con un moño rojo, ella la abrió, era un hermoso vestido rojo, perfecto para la cena romántica.
- Es muy hermoso.
- Se verá hermoso en el señorita.
- Muchas gracias, iré a ponérmelo.
Mientras ella se quitaba la ropa, la mensajera cerró la entrada de los vestidores, se acercó a ella lentamente por la espalda, la tomo por el cuello intentando ahorcar la.
- Pero que haces? Suéltame!
- Me gusto tu esposo, tiene un aroma exquisito, apuesto que su sangre será una deliciosa.
- Que?... Eres un vampiro!
- Jajaja asustada niñita?
- Para nada.
Leyna la tomo por el cabello y la arrojó lejos.
- Pero cómo?
- Asustada mensajera?
- Que eres?
- Soy una esposa celosa, no pemitire que toques a Yakov, su sangre es solo mía.
- Vaya así que también eres un vampiro, entonces veamos quién se lo cenara! Ella comenzó a atacarla, pero Leyna era más ágil y rápida, podía esquivar todos los golpes. La vampiro saco sus garras e intentaba arañarla, Leyna tomó la mano de ella y la arrojó contra la pared, ella hizo lo mismo, convirtió su mano en garra y le araño la cara, provocando el enojo de está.
- Como te atreves, tendré que beber tu asquerosa sangre para recuperarme y así pueda estar bonita para ir con tu esposo.
- Mi sangre... - Leyna se hizo un corte en su muñeca, la habitación se impregnó de su aroma.
- Que es esto? Por qué huele de esta forma? A caso tu... No puede ser! Eres la híbrido!- inmediatamente su actitud cambio a una más dócil, intentaba hablar pero la voz se entre cortaba. - Lo siento mi señora, no era mi intención faltarle al respeto a usted y a su esposo.
- Demasiado tarde, a mi puedes hacerme lo que quieres, pero meterte con mi esposo, eso jamás te lo perdonaré.
Leyna termino matándola arrancándole la garganta. Se quedó ahí para terminar de cambiarse y arreglarse, mientras el cuerpo de la mujer se hacía cenizas.
Al llegar a su habitación Yakov la esperaba en la terraza con una cena especial.
- Que hermosa te ves.
- Me encantó el vestido, muchas gracias.
- Me alegra que la mujer te lo entregará por un segundo pensé que huiría con el.
- Jajaja, no, ella fue... Amable.- Leyna jamás le contaria lo sucedido, pues no quería que Yakov tuviera una impresión diferente de ella.
- Ven siéntate, vamos a cenar.
- Que hermoso detalle al preparar todo esto, todo se ve increíble.
- Es lo mínimo que te mereces por amarme tanto. Mira la luna, hasta ella sabe que esta noche será especial.
- A hora entiendo ese deseo de sangre. Se dijo así misma.
Ella sonrió, lo miró a los ojos y lo besó dulcemente.
Esa noche disfrutaron de una cena exquisita seguida de una noche de completa pasión bajo la luz de las velas.

Vampiros, Lobos y Cazadores 2. El deseo prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora