Capítulo IV

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—Supongo que no va a molestarte que la cámara esté encendida, después de todo señor Satur, usted ya está acostumbrado a esto.

Jeff apretó los labios ante la obvia hostilidad del policía que tenía frente a él. En ese punto de su vida, sabía con quién debía hacer uso de su irreverencia, y con quien no. Las autoridades, jamás eran buena idea.

—¿Qué es lo que quiere preguntarme, oficial?

—¿Cuando conoció a Tinnasit?

—Hace siete años cuando audicionó para el papel de Porsché en Kinnporsche.

—Cuando tenía 16 años.

—Así es.

—¿Cómo fue su relación en ese momento?

—Éramos compañeros de trabajo, amigos.

—¿Pasaban mucho tiempo juntos fuera del trabajo?

—Cuando se es actor, oficial, es difícil no convivir con las personas con las que trabajas. La productora no quería que fingieramos tener un vínculo, hicieron lo posible porque hubiese uno que fuera palpable para los espectadores. Así que sí, eso nos llevó a pasar una buena cantidad de tiempo juntos fuera de los sets. A veces por trabajo, y otras no.

—Dice que sus jefes querían crear un vínculo entre ustedes...

—En todos los miembros del cast, y el equipo detrás de cámaras.

—¿Eso implicaba qué se involucraran románticamente con su compañero?

—No. Y no sucedió.

—¿Entonces cuando?

—No puedo señalar una fecha.

El policía se movió y dejó sobre la mesa una tableta con el video que se había hecho viral paralizado. Le había hecho pausa justo en la parte donde Jeff empujaba a Barcode con fuerza hacia la pared.

—Sin embargo, Jeff, este video es de al menos tres semanas antes del cumpleaños 18 de Barcode. ¿Verdad?

—Sí. Fue la semana previa a nuestros ensayos para el tour que hicimos ese año.

Jeff tragó la acumulación de saliva y miró directamente al hombre a los ojos. No iba a dejarse intimidar por ese policía, puede que su reacción en el video no fuera la mejor pero si había visto la escena completa, no podía echarle toda la culpa de lo sucedido.

—Legalmente Barcode tenía edad suficiente para consentir actos sexuales. Ya hemos hablado con sus familiares y amigos, todos parecen convencidos de que no sucedió nada en esta época. O al menos que no pasó a mayores, ¿aunque usted y yo sabemos que no es cierto, verdad? —Alejó la tableta de la vista de Jeff y se concentró en los papeles que tenía frente a él—. Lo que nos preocupa es el obvio abuso de poder que existió entre ambos, tanto físico como psicológico.

—Esa noche solo lo empuje porque él me estaba golpeando, como pudo ver en el video. Barcode siempre ha sido mano suelta, no lo puede controlar. Pero es una estupidez que este sentado aquí intentando culparme de maltrato a un menor.

—¿Qué nos asegura que esto no se ha prolongado hasta el día de hoy?

Sobre la mesa dejó caer un expediente policial de tres años atrás, uno donde Jeff había sido arrestado por golpear a un tipo en un bar.

—Ebriedad, conducción imprudente, distutbios. Tiene un expediente colorido, señor Wokaramon.

Jeff se puso de pie molesto. Ya no podías soportar todo lo que estaba sucediendo.

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