Human |JeffBarcode|

14

Barcode miró la distancia entre él y Jeff, estaban demasiado separados para su gusto, antes de enfocarse en la cara de Jeff. Era imposible de leer.

Jeff dijo secamente: —Habla.

Harry se mordió el labio. La mirada de Jeff se dirigió a su boca por un momento antes de que lo mirara a los ojos.

—Estoy esperando.

—No sé qué decirte —admitió Barcode.

—La verdad sería una buena idea —dijo Jeff lacónicamente.

Si pudiera decirle la verdad a Jeff, lo habría hecho hace tiempo.
Interpretando correctamente la mirada miserable en el rostro
de Barcode, Jeff resopló.

—Cierto —Se pasó la mano por el pelo y se dio la vuelta, con los hombros y la espalda tensos por la frustración.

—¿Es Barcode incluso tu nombre? —Dijo al fin.

El corazón de Barcode dio un vuelco.

—Sí —A todos los efectos, él era Barcode. Incluso sus padres y mejor amigo lo llamaban Barcode ahora.

—Barcode Calluvianen no existe —dijo Jeff rotundamente.

El estómago de Barcode cayó. Entonces Jeff supo que su pasaporte era falso.

—¿Te importa explicarlo? —Dijo Jeff. —Aparentemente, no existes —Cuando Barcode no dijo nada, Jeff se echó a reír—. ¿Fue todo lo que me dijiste una mentira?

—¡No! —Dijo Barcode, dando un paso adelante. Deseaba poder contarle todo a Jeff, pero él y Apo tendrían muchos problemas por su viaje no autorizado a un planeta pre-TTCI sin añadir más. Si rompieran más leyes, ni siquiera sus posiciones sociales los salvaría. El Ministerio no ocultaba nada: había Dalvars, una especie que podía detectar mentiras, trabajando para el Ministerio y sabrían si Barcode intentaba mentir al respecto.

—Tu pasaporte es falso, Barcode.

—Sí, pero… lo juro, ¡no soy un criminal o algo así! Simplemente no podía usar mi nombre real aquí.

Jeff no dijo nada, todavía de espaldas a él.

—Por favor, créeme —Barcode caminó hacia Jeff y le tocó el brazo de forma tentativa.

—No —Jeff mordió—. No puedo pensar cuando me tocas.

Suspirando, Barcode apoyó la mejilla contra la espalda de Jeff y murmuró: —Si pudiera decirte la verdad, lo haría, pero no puedo. Es más grande que yo. Más grande que nosotros. Romperé múltiples leyes internacionales si lo hago.

Jeff se echó a reír.

—Pareces un agente secreto en una mala película de espías.

Barcode sonrió.

—Sería un horrible agente secreto.

Jeff dejó escapar un suspiro, sus músculos se relajaron un poco.

—Tienes que darme algo, Code.

—Me fui porque mis padres enviaron por mí. No me dieron tiempo para despedirme. Traté de convencerlos de que me dejaran hablar contigo, pero fue inútil.

—¿Así que estuviste en casa todo este tiempo? —Dijo Jeff.

—Sí.

—Con tu novia —dijo Jeff sin ninguna inflexión.

Barcode frunció el ceño.

—No. Ella ha estado fuera en un internado.

Silencio.