Seis

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Las mejillas del castaño no abandonaron su color rojo durante todo el día, los recuerdos de hace apenas unas horas enviaban un calor indescriptible a todo su cuerpo y ahí estaba en su habitación, tratando de ayudar a estudiar al chico con el que se besó hasta que sus labios dolieron, definitivamente no podía concentrarse en nada, soltó un suspiro mientras Harry sacaba sus cosas de su mochila, por fin había encontrado sus libros y útiles escolares, el castaño se puso de pie sacando un pequeño pizarrón de su armario mientras el rizado lo veía con curiosidad.

— Bien, sé que no ha sido fácil para ti entender del todo lo que viene en los libros de forma literal así que trataré con otra cosa ¿De acuerdo? Vamos a verlo como un partido de fútbol—Murmuró Louis con manos temblorosas, Harry sonrió curioso.

— ¿Has creado una técnica de estudio para mí? Eso es encantador—Se recargó mejor en la cabecera de la cama mientras lo observaba.

Louis sonrió un poco más confiado y comenzó con su explicación intentando hacer que Harry aprendiera ecuaciones a través de lo que le gustaba, el rizado sonreía mientras asentía cada vez que su tutor se giraba para verlo y así pasaron quizá 20 minutos de explicación.

— Entonces si tu delantero lleva x velocidad y ya resolvimos el resultado de x entonces nos da 3—Suspiró agitado por tanta explicación y encerró el resultado en un círculo rojo, Harry sonrió aún más.

— Ha sido una técnica bastante ingeniosa, Lou, pero...yo no juego fútbol soccer—Soltó una carcajada arqueándose suavemente hacia adelante mientras el castaño se sentía morir por la pena.

— ¿Me estás diciendo que tuve que aprenderme todos los términos y era en realidad fútbol soccer? Internet me ha mentido—Gruño para sí mismo, se sentía muy avergonzado, bufo caminando a la cama y se sentó mientras tomaba su libro de mala gana.

Harry lo observó con una sonrisa durante varios segundos, aquellos besos entre ellos no dejaban de merodear su cabeza en busca de más, los ojos azules como el océano en el perfecto rostro de Lou eran una tortura todas las noches, se intentó obligar a creer que era solo la apuesta, pero fracasó en eso, al diablo con la apuesta, no me importa más, pensó, lo deseaba de verdad.

— ¿Tuviste que aprender un montón de términos solo por mí? —Sonrió con entusiasmo el rizado mientras llevaba su mano a acariciar el muslo de Louis distraídamente.

El mas bajito tragó saliva mientras miraba de reojo la enorme mano del rizado llena de esos preciosos anillos, acariciaba con tanta suavidad su piel como si fuese la cosa más frágil del mundo, como si realmente valiera la pena, no lo creía pero no iba a dejar que apartara su mano por estúpidos pensamientos de autosabotaje.

— Es que no se nada de fútbol americano, Harry y tú necesitas técnicas de estudio para que algo se te pegue, no puedes ponerme atención—Bufó con sonrojo en sus mejillas y el rizado lo miró.

—Te enseñaré sobre fútbol americano, todo lo que quieras ¿No te has aburrido de estudiar ya? —Hizo una ligera mueca cambiando el tema de la conversación, Louis se alarmó.

No quería que Harry se fuera aún, quería seguir sintiendo su cálida mirada sobre él, sus dedos presionando sutilmente su piel y quería seguir viendo su preciosa sonrisa de ángel, estaba perdido.

Pero Harry tenía otros planes, definitivamente no se iría, tiró del muslo del castaño haciéndolo recostarse en la cama para que su rostro quedara más cerca del suyo, tomó los libros y útiles de la cama arrojándolos hacia la alfombra, Louis iba a morir.

— Eso está mucho mejor—Susurro en su sonrojada mejilla antes de dejar un beso en esta.

Los besos húmedos del chico más alto comenzaron a acelerar el corazón de Louis, se sentía como en su primera visita a Disneyland cuando todos los fuegos artificiales eran lanzados, justo así se sentía tener a Harry y su olor tan cerca, olía a brisa fresca y primavera.

FATBOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora