FATBOY

Veintiseis

Una melodía suave comenzó a llevar tranquilidad a sus oídos, la mezcla de sonidos junto a las olas del mar eran bastante relajantes, soltó un suspiro sujetando mejor el brazo de su madre quien sonreía encantada de presenciar tan importante momento, su mirada se levantó topándose con los ojos verdes más bonitos que han existido, estaban esperando por él a tan solo unos metros.

Vestido en un traje de tela suave y fresca color blanco que el aire lograba mover de un lado a otro colándose por todas partes, él llevaba un traje igual, continuaba caminando entre las hermosas flores que formaban el camino hacia su amado teniendo la mirada de todos sus conocidos sobre él, sobre lo hermoso que lucia.

Bastaron un par de pasos más para que su madre soltara su brazo, lo abrazó con demasiada fuerza y beso su frente, soltó un suspiro con orgullo sin que la sonrisa desapareciera de su rostro.

– Estoy demasiado feliz por ustedes, se merecen esto —Sonrió para enseguida dejar un beso en la mejilla del rizado.

Ambos chicos quedaron frente a frente con miradas y sonrisas cómplices, la melodía se detuvo un par de segundos después y todos guardaron silencio para poder apreciar mejor la ceremonia.

– Nos encontramos aquí reunidos el día de hoy, en esta hermosa playa para unir las vidas de estos dos jóvenes en matrimonio hasta que la muerte los separe —Habló el hombre frente a ellos.

— Después de la muerte —Corrigió Harry sin dejar de ver a su amado prometido con una sonrisa encantadora.

— Después de la muerte, nos sentimos afortunados de poder presenciar este día, de estar rodeados de amor y serenidad, es uno de los días más importantes en sus vidas, que marcará para siempre sus caminos ¿Están listos? —Sonrió más entusiasmado mientras los veía, ambos chicos asintieron.

— Nunca me había sentido tan listo para algo en mi vida —Soltó una pequeña risita el castaño.

Ambos se tomaron de las manos en ese momento mientras el hombre sujetando el libro frente a ellos continuaba dando un discurso motivador sobre el amor, aunque todos parecían estar atentos los protagonistas de ese momento solo estaban sonriendose, recordando cada hermoso momento que habían pasado juntos, desde sutiles roces en aquellas aulas después de clases hasta justo esta mañana al despertar, cuando Louis no podía dejar de sonreír y gritar que hoy era oficialmente el día de la boda, de todos los besos que se dieron antes del desayuno y de lo triste que fue tener que separarse para comenzar a prepararse.

— Por favor, traigan los anillos para los novios —Ordenó con serenidad esperando a que Niall y Zayn se acercaran con los anillos de ambos chicos — Según las tradiciones, antes de colocarse los anillos deben de decir sus votos ¿Han preparado algo o necesitan ayuda?

— Lo tenemos cubierto, esta bien —Asintió el rizado apretando más las manos de su prometido mientras lo veía a los ojos — Lou, mi Pastelito...Hoy cerramos un capítulo de nuestras vidas para comenzar otro esperando que sea aún mejor, aún recuerdo aquel día en que accidentalmente te golpeé con el balón —Hizo una mueca y el castaño rió suavemente mientras asentía recordándolo igual.

— El inicio de una linda historia de amor —Murmuró sin poder quitar su sonrisa, Harry le dio la razón.

— El inicio de la mejor historia de amor, de un amor tan puro y sincero, cuando me enamoré de ti yo ni siquiera recordaba lo demás, lo que tuvimos que pasar antes y se que fui un completo idiota, que me he disculpado tantas veces y aún no creo que sean suficientes, pero te agradezco demasiado la oportunidad que me diste, para demostrarte lo mucho que te amo, todo lo que soy capaz de hacer para seguir contando nuestra historia... El día de hoy, Louis, me entrego completamente a ti, te entrego mi cuerpo, mi alma y mi corazón, no sólo hasta que la muerte nos separe por que te prometo Louis Tomlinson que si existen otras vidas, te buscare en todas ellas mi lindo Pastelito —Sus ojos se aguaron un poco ante la emoción del momento y al ver a Louis ya llorando de felicidad.