La batalla contra belos dio como vencedor al aquelarre de la chica mala, pero no todo fue felicidad ese dia. Luz tuvo que volver a la tierra, con una promesa de que se reuniria con su diosa de algodon de azucar algun dia
Despues de años alfin el gru...
-¿Cómo fue que terminamos de esta manera?- Se preguntaba una voz mientras mantenía los ojos serrados.
Los ojos del extraño se abrieron lentamente, era Damián, quien se hundía en lo que parecía ser un mar inmenso. Los ojos del moreno trataban de mantenerse abiertos pero era una tarea imposible, mientras más se hundía más difícil era mantener los ojos abiertos, su mente estaba en blanco, no sabía el cómo término en ese lugar, lo último que recordaba era su combate contra Belos.
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El castillo de Belos está hecho un caos, explosiones, temblores y bocanadas de humo en todas direcciones. Aunque las explosiones y temblores más grandes provenían desde dentro del castillo en la parte inferior, en donde se libraba una gran batalla, un extraño ser alto y esbelto, de color verde oscuro, con rostro cadavérico, contra un moreno de cabello castaño oscuro, con capucha azul oscuro, y unas garras negras con un halo morado, el cual se veía cansado, y bastante lastimado, el suelo se podía ver un extraño bastón roto con un mono de madera, el cual de sus grietas caían residuos de algún liquido verde brillante.
Ambos se lanzaban y goleaban el uno al otro, era una lucha de fuerza física cada que chocaban. Los ataques a distancia no eran efectivos en ninguna parte del cuerpo de la criatura, asique a mano limpia se libraba el combate, ninguno retrocedía, por cada golpe que recibía uno, era devuelto con igual o más fuerza, la criatura tomaba a Damián y lo lanzaba contra un pilar destrozándolo y chocando contra una pared, ñero el moreno se levantaba y con sus alas se dirigía a toda velocidad contra él y le propinaba un golpe en el rostro haciendo chocar contra la pared del otro lado.
Cuando estaba entre los escombros el moreno hace chocar los puños haciendo aparecer un símbolo, toma una bocanada de aire y lo suelta.
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El aire cruza a través del símbolo y una gran llamarada de color morado oscuro sale dirigida a donde la criatura se encontraba, al impactar contra ella se escucha un grito desgarrador, aclarecer ese tiño de ataques si la lastimaban. Al quedarse sin aire la llamarada desciende hasta no quedar nada, cuando las llamas se apagan, la criatura salta más molesta y toma al moreno por el tobillo y lo comienza a chocar contra el suelo, los pilares y los muros, de no ser por una bola oscura que suelta el moreno hacia el hombro de la criatura esta la seguiría moviendo y destrozando con el todo a su paso.
-Llegaste a tu límite pequeño humano- Dice la gran criatura. –Admítelo, haz perdido, no tienes oportunidad contra mí-
El moreno se pone de pie con sangre bajando por su frente y una clara molestia en su rostro. –Tienes razón...- Dice con la respiración agitada. –Llegue a mi límite Belos- Dice mientras hace desaparecer sus garras.
Cierra sus ojos y sus puños, comenzando a concentrar toda la energía que le queda, Belos queda confundido cuando un halo morado envuelve al moreno. Con sus brazos hace una equis la cual coloca en la parte superior de su cabeza, mirando fijamente a Belos, quien lo miraba expectante sobre lo que iba a hace, el halo comienza a hacerse más brillante a la vez que una gran ráfaga de aire comenzaba a chocar contra el emperador.
