Vale.
No entiendo nada. Lo voy a tener que llamar.
A mí me gusta el sexo (pero el normalito), y en esos e-mails Rafael está insinuando algo bien extraño. No sabía que él tenía esos gustos personales.
Lo malo es que me está picando la curiosidad.
Durante el resto de la tarde en mi oficina parece flotar una especie de ambiente depresivo. Pero yo no quiero seguir así, incapaz de superar una ruptura. Y cuando me levanto para irme mi cabeza recuerda la inverosímil reunión a la que me invitó Rafa.
Se supone que soy un adulto. Y lo bueno de los adultos es que pueden tomar decisiones y no dar explicaciones. Lo único que puedo decir es que sería algo totalmente nuevo para mí, mi concepto de relaciones íntimas es solo de dos. Pero quizá pueda resultar divertido. Quizá.
Le envío un mensaje a Rafa diciéndole que acepto y que iré a casa de su amiga. Estoy soltero, lejos de querer otra relación seria y con ganas de tener sexo. ¿No es perfecto?

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Sin verguenza
MizahSalir un viernes por la noche para olvidar a tu ex tiene que ser bueno, pero si además tu mejor amigo te dice que habrán chicas sexys y juegos debe ser doblemente bueno. Eso pensaba Johan, hasta que estuvo en el lugar y por un enredo pasó la peor ve...