006 | culpabilizar

2.2K 263 159
                                    

-¡Osamu, ya te dije que no quiero ir!.- una discusión más a la lista, pero, ¿ahora por qué?.-

-¡Siempre vamos a donde tu dices, es mi turno de que por una vez me hagas caso!.-

-¡Pero ya te dije que yo no me siento cómodo en ese tipo de lugares!.-

Una cosa es que Chuuya llevara a Dazai a reuniones en muestra de felicitación por su trabajo, otra cosa es que Dazai casi estuviera obligando a Chuuya a ir a un bar para pasar la noche con sus amigos.

Había que aclarar algo, Chuuya no iba a bares desde que tenia diecisiete, ¿la razón? Lo habían tocado de la forma más asquerosa posible, desde ese momento dejó de ir a todo tipo de bares, no importaba que tan costosos y prestigiosos fueran, antes muerto que volver a pisar un bar en su jodida vida.

-¡No es mi culpa que tengas un puto trauma! ¡Chuuya, superalo, paso hace años!.- grito enojado el castaño.-

-¡Es fácil decirlo por que tu no viviste algo así!.-

-¡Claro, pero quien te manda a ir a un jodido bar vestido como un maldito prostituto, todo es tu culpa!.-

¿De verdad era su culpa? Claro que no, él solo quiso ir a divertirse con sus amigos y por poco acaba siendo víctima de un abuso por parte de personas mucho más grandes y fuertes que él.

Había superado en cierta parte aquel trauma, puesto que vivía su vida normal sin tener algún tipo de miedo a que alguien siquiera le tomara de la muñeca como era antes, pero el simple hecho de que le mencionaran ir a un bar hacía que se le resolviera el estómago, solo rechazaba esas invitaciones y podía seguir normal, pero esta vez era diferente, Dazai no lo iba a dejar ir.

-¡No fue mi culpa!.- sus ojos cristalinos comenzaban a hacerse presentes.-

-¡Claro que lo fue, y encima dices las cosas como si yo no fuera a estar ahí para protegerte!.-

Podía confiar en Dazai, si, pero, ¿de verdad lo iba a proteger? ¿De verdad iba a ser su lugar seguro en cierto lugar donde para nada se iba a sentir cómodo? Lo dudaba un poco, y es que por más confianza que le tuviera a Dazai, no podía evitar sentirse mal con la simple mención de un bar.

-¡Pero Dazai!.-

-¡No hay peros, vas a venir.-

El castaño tomó la muñeca del más bajo con la intención de llevarlo hacia la puerta de la casa para poder sacarlo.
El pelirrojo no se dejó y empujó con algo de fuerza al más alto, haciendo que este chochara contra uno de los estantes que contenían ciertos adornos y libros, para mala fortuna de Dazai, un adorno de cristal acabo cayendo sobre su cabeza, haciendo que soltara un sonoro quejido.

-¡Osamu, lo siento tanto!.- se acercó corriendo hasta el castaño.-

Este no respondió, solo pasó una de sus manos sobre su cabeza.
Afortunadamente no le había pasado nada grave al castaño, quizá solo un golpe un tanto fuerte de aquel adorno, pero no parecía que nada más le haya pasado.

El pelirrojo se acercó preocupado, examino cada parte de él olvidando aquella pelea que hace unos momentos, ahora mismo le preocupaba más su amado que una estúpida pelea de si ir o no a un bar, eso ya le daba igual, solo quería saber si Dazai estaba bien luego de eso.

-¡Dazai! ¡Responde algo! ¡¿Estás bien!?.- tomó el rostro del contrario entre sus manos. Dazai solo asintió sin más.-

Después de eso tuvo que llevar a Dazai hasta la habitación para poder revisar con más claridad que no hubiera algún tipo de herida, no tenía nada más allá de un chichón que comenzaba a formarse, pero de ahí en fuera todo parecia estar normal.

Dazai estuvo por minutos sin decir nada, cosa que preocupaba mucho al pelirrojo, ¿se habría enojado por él por empujarlo? Sí, tal vez era eso, y no lo culpaba, si bien había sido un accidente sabía que pudo haber llegado a mayores, pero por fortuna solo fue un chichón.

-Dazai, lo siento.- recibió una mirada por parte del castaño.-

-Fue tu culpa.- murmuró el castaño.-

Si, tenía razón, había sido su culpa.

-Perdón.- se sentó a un lado del más alto.-

-Ya no interesa, solo quería pasar un buen rato con mis amigos y pareja, pero creo que ahora prefiero quedarme aquí.-

-No, Dazai... todavía podemos ir si deseas.- dios, se sentía tan culpable.-

-No, de verdad así esta bien, prefiero quedarme en casa por hoy. Le avisaré a los demás que no iremos.- salio de la habitación en busca de su teléfono.-

Por otra parte, Chuuya se sentía tan culpable de todo lo que pasó, si no se hubiera negado nada de esto habría sucedido y ahora su pareja estaría disfrutando de una buena noche junto con sus amigos y él, pero no. Ahora se iban a quedar en casa solo por que tiene un trauma de hace años que no puede superar aun sabiendo que Dazai estaría ahí en todo momento para poder protegerlo de cualquier persona que siquiera se atreva a tocarle un cabello.

Ese era su Dazai, su Osamu, un hombre que siempre estaba ahí para protegerlo sin importar que, entonces ¿por qué decidió negarse? Su pareja iba a estar ahí, pero prefirió negarse y ahora por su culpa estaban pasando un mal rato, seguramente el castaño era el que la estaba pasando peor, y es que; tenía razón, tenía razón al haberle dicho que él siempre lo acompaña a todos los lugares que siempre pedía, pero él fue cobarde y decidió no aceptar ir a un simple bar, que idiotez.

Esos eran los pensamientos de Chuuya.

Del otro lado de la puerta estaba Dazai, sonriendo sinicamente pues sabía que su pareja se sentía culpable, tal vez podía sacar un poco de provecho de esa culpa que cargaba el pelirrojo para ciertas situaciones, no la usaría ahora, prefería esperar un tiempo hasta poder usar ese momento para obtener algo que quisiese.

Violentometro. | Soukoku |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora